Los efectos de la crisis sistémica son los que afectan, hoy como ayer, especialmente al Sur, las periferias del centro capitalista e imperial del mundo.
Para el Sur no nos referimos al clásico sur local, sino al Sur del mundo. Dejando la cuestión de carácter geográfico, con Norte representamos a los países imperialistas, dominantes, caracterizados por una madurez capitalista que transforma el modo de producción en una barbarie, en la que aumentan las diferencias sociales mientras disminuye la redistribución de la riqueza. Países guiados por la lógica de la explotación del trabajo y el trabajo de las ganancias, los ingresos financieros e inmobiliarios, con un juego muy pesado por parte de las multinacionales.
El Norte neocolonialista y capitalista se opone, por tanto, al Sur que, en particular a partir del pensamiento y practica internacionalistas de los Comandantes eternos Fidel y Chávez, une en una única alianza a todos los pueblos explotados a los que se les niega la libre determinación, que viven nuevas formas de colonialismo económico, monetario, financiero, comercial y sufren, al mismo tiempo, una guerra que es tanto militar como psicológica y mediática.
El problema no son los pueblos, somos amigos de todos los pueblos, nunca son las construcciones geográficas o culturales, sino que son las expresiones económicas de explotación de la Unión Europea que se manifiestan incluso con esta pandemia que intensifica la masacre social.
El Sur ha buscado durante mucho tiempo su propio camino de realización con el liderazgo de Hugo Chávez después de las largas temporadas de las luchas imperialistas de los años sesenta y setenta, y trataron de liberarse de la ofensiva neoliberal después de la era de Margaret Thatcher y Ronald Reagan.
El eje del imperialismo estadounidense y luego el nacimiento de la Unión Europea favoreció la creación de un nuevo polo imperialista, en el que la UE, a veces de acuerdo con Estados Unidos, a veces en competencia, dio lugar a lo que se llama una competencia global en total desmedro del Sur. Aquel Sur del Comandante supremo Chávez , del que, sin embargo, puede llegar hoy un nuevo impulso en el desarrollo de la historia mundial, que en parte ya está en marcha y no recientemente.
Durante años con la profesora Rita Martufi, directora del Centro de Estudio CESTES de la Union Sindical de Base (Italia) afiliado a la Federación Sindical Mundial y Asociación Nuestra America, en Italia, hemos investigado sobre la explotación del Sur, y un primer foco en América Latina es el volumen “Busco un … multicentrismo … de gravedad permanente … Culturas de pueblos y prácticas políticas y económicas para la superación del orden mundial”, imprimido gracias al patrocinio de CESTES y del Instituto Pio V y la importante colaboración del FarodiRoma, periódico vaticanista.
Sin embargo, hemos estudiado este discurso también fuera de América Latina con la sugerente idea de desprenderse de la UE y volver a proponer en el área mediterránea un modelo de autodeterminación que ponga en marcha modelos de desarrollo alternativo, con compatibilidad ambiental y social. Que nos mueve un fuerte sentido de cooperación, solidaridad, colaboración y contaminación de culturas.
En este sentido, hemos realizado en el emprendimiento llamándolo “ALBA Euro-Afro Mediterráneo”, libros como “PIGS (Portugal, Italia, Grecia, España) el despertar de los cerdos” y “PIGS la venganza de los cerdos” que proponen esta visión sustentada en la experiencia del ALBA de América Latina deseada por Hugo Chávez y Fidel Castro.
Al volver a proponer este modelo en el Mediterráneo se puede estár ayudar a los países a salir de la asfixia impuestas por las políticas económicas, políticas, sociales y financieras de la Unión Europea.
La importancia de la propuesta de conflicto de clase de parte de los explotados radica en la fructífera intersección entre el pensamiento marxista radical de superación del imperialismo, con una cultura de cristianismo liberador, una colaboración entre la parte mejor y solidaria del cristianismo básico con lo que es la mejor parte del marxismo: no formal sino activo en la solidaridad para incentivar la batalla de ideas de los eternos comandantes Fidel Castro y Hugo Chavez.
Fuente: Faro di Roma