Siempre he confiado en el poder de los símbolos, las tradiciones, el arte y el amor verdadero a Cuba.

…Personas que prefieran fingir, que sirvan de instrumentos a quienes mueven hilos desde afuera, o que olvidan la ética a favor de oportunismos de cualquier tipo, jamás podrían desarrollar, o ser consecuentes, con una Revolución verdadera, no podrían mantenerla, actualizarla, hacerla crecer…, como necesita la cubana. Ninguna obra revolucionaria es totalmente acabada, y a la nuestra le falta mucho, pero tiene que ser desde la sinceridad, desde la voluntad más pura…

…El pueblo cubano, el progreso y su Revolución siempre deberán ser lo más importante. Ojalá sea posible en todo momento el debate y la exposición de ideas desde el respeto verdadero. Sería favorable que todos queramos aportar en realidad, desde nuestras verdades, y seguir construyendo con humildad ese consenso indispensable, desde el alma poética, más allá de las palabras.

La Revolución depende de nosotros mismos, como proceso siempre inacabado, que necesita el talento y la humildad, la sinceridad y el amor, sin actuaciones lamentables ni tremendismos. Nosotros, sus hijos, como mujeres y hombres agradecidos, nunca debemos dejarnos engañar…


 [F1]¿deberán? ¿falta algo aquí?

 

Fuente: Blog del autor

Por REDH-Cuba

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