“La comprensión de los pueblos puede ser lenta, pero es inexorable” escribió alguna vez el escritor y humanista estadounidense Henry David Thoureau, autor de La Desobediencia Civil. Y su premisa hoy parece más certera que nunca ante la marea insoslayable de rechazo mundial a la injerencia criminal y grotesca que Estados Unidos ejerce sobre una pequeña isla y su irreductible pueblo.
Una vez más, la casi totalidad de las naciones del orbe han reafirmado su compromiso y otorgado su voto para condenar el unilateralismo irracional y genocida de la potencia del norte y visibilizar una contienda desigual que Washington viene perdiendo desde hace seis décadas con su bloqueo anacrónico y medieval.
Los 184 votos a favor de levantar el bloqueo a Cuba resonaron otra vez y por 29 años consecutivos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, como un clamor renovado de concordia, entendimiento y respeto a todas las naciones del mundo. Concordia que Estados Unidos y unos pocos aliados sumidos a su poder -y que nada tienen sus gobiernos de democráticos- insisten en desoír.
No debe extrañar que los dos únicos países que han votado contra Cuba -Estados Unidos e Israel- sean precisamente dos Estados tóxicos para la convivencia internacional, inmersos ambos en una necrófila espiral de militarismo, racismo brutal y sed neocolonial que exporta sufrimiento para millones de personas.
Las abstenciones de Ucrania, Brasil y Colombia registradas en esta nueva e histórica votación ante la ONU, no deben verse sino como la expresión cobarde y pusilánime de tres lúmpen-Estados al servicio de un imperio que en realidad les desprecia. Mas vergüenza aun nos dan los dos últimos que forman parte de nuestro territorio latinocaribeño y cuyos gobiernos están perpetrando hoy mismo masacres contra sus pueblos.
El capítulo Argentina de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, quiere expresar su más claro apoyo a Cuba y a su pueblo, en la seguridad de que este nuevo triunfo de la humanidad, es el reiterado prolegómeno de una segura victoria que cada año está más cerca: el del amor y la fraternidad entre las naciones, como Cuba tanto predica con su ejemplo.
Esta vez, y en el marco de la crisis sanitaria mundial, Estados Unidos debe someterse a la aplastante voluntad expresada por el mundo, dejando en paz al pueblo cubano y sacando su asfixiante bota de un país que jamás agredió a ningún otro, y ha dedicado sus mejores esfuerzos a exportar solidaridad.
Desde la REDH Argentina abrazamos al pueblo hermano de Cuba, a su presidente Miguel Díaz-Canel, y celebramos esta nueva gran victoria sobre los injustos y violentos.
Hoy nuevamente decimos con Cuba: ¡Viva la autodeterminación de los pueblos! ¡Nunca más bloqueo unilateral a ninguna nación de la Tierra!
Redh Argentina
24 de junio de 2021