Los sucesos alrededor del 11 de julio en Cuba, para bien de la fortaleza de la Revolución Cubana (sabe convertir los reveses en victorias) han generado el necesario y habitual proceso de análisis de los actores, factores, coyunturas, causas, impactos y reacciones de esos eventos.
La causa principal fue el efecto tenaza (una punta el Bloqueo criminal reforzado y la otra las acciones de guerra no convencional a través de las redes sociodigitales) aplicado por el Gobierno norteamericano, la mafia anticubana con redil en Miami y su grotesca contrarrevolución en las dos orillas.
Sobre los múltiples apuntes generados y las lecciones extraídas, desde mi militancia política, patriótica y revolucionaria, deseo compartir Diez Consejos con los compatriotas que acceden a las redes sociodigitales. No es para combatir a enemigos de la Revolución, es para que estos y también los “centristas”, “neoautonimistas”, anexionistas, reformistas, “confundidos”, resentidos, oportunistas y traidores no nos “enreden” en las Redes.
Les dejo con ellos. Gracias.
- No subestimes al enemigo: Lo más peligroso es subestimar al enemigo y dormirnos con la idea de que somos los más fuertes, leí en cierta ocasión que dijo V.I. Lenin. En el único frente en el que el imperialismo yanqui es “vencedor” es en el de subvertir las mentes e imponer su tóxica y hegemónica cultura (léase que digo imperialismo y no pueblo norteamericano). Ellos no recrean, entretienen; no cultivan, esclavizan.
- Entra en las redes sociodigitales reconociendo que no hay ni libertad ni democracia porque ellas tienen dueños, que imponen una verdadera tiranía algorítmica y recogen jugosas ganancias: Las principales redes sociodigitales tienen por propietarios a empresas norteamericanas y los soportes informáticos, incluyendo el comercio digital, también está en manos de emporios norteamericanos.
- Los dueños de las empresas asociadas a las redes sociodigitales responden a sus intereses de clases (el 1% más rico del planeta): No esperes que lo que busques, posiciones o consumas esté desligado de esa realidad.
- Es una ilusión la libertad de elección de contenidos en las redes sociodigitales, esas ofertas ya están decididas (como la Carta de un restaurante) para que se consuman los “intereses” de los que están detrás del “conductor del coche sociodigital”. Usted no es más libre porque elija sin mandato qué consumir o publicar en las redes, cuando ambas acciones obedecen a políticas establecidas por los administradores. Bastante documentado está cómo nos mediatizan las decisiones con poderosos algoritmos Big Data y las aberrantes manipulaciones de empresas como Cambrige Analytica. La verdadera libertad está en saber qué hacer (útil, bueno, necesario y justo) con lo que consume.
- Actúa con pensamiento crítico: Haz el hábito de someter a análisis y evaluación el tema, asunto o materia del que estás interesado, para ello es necesario tener conocimiento, información y experiencia previa, lo cual te permitirá contrastar, comparar y discernir, a partir, al menos, de tres criterios empíricos: beneficio (si favorece o perjudica tu salud, moral, imagen, proyecto individual, colectivo y de las personas que más te interesan); utilidad (si sirve a tus propósitos individuales, colectivos, familiares, sociales. Si con ello experimentas satisfacción, complacencia, alegría, plena realización); justeza (no discrimina, no excluye, apunta a la igualdad de oportunidades y a la equidad. Es moral y jurídicamente correcto).
- Someta al sentido común todo lo que consume: Le permitirá desechar lo absurdo, lo paranoico y estúpido que se publica. Desgraciadamente son los contenidos que más abundan.
- Evite, deseche o no haga un hábito seguir a la fama, el poder, el dinero y la belleza. Pues la avasalladora industria del consumismo ha convertido esos cuatro “valores” en puntos cardinales del sentido de la vida de muchos, sobre todo de los jóvenes. Si se ven privados de tales encantos, el sentimiento de no apropiación causa frustración, depresión, infelicidad, desorientación e inseguridad.
- Manténgase constantemente informado, preferiblemente de los medios y sitios de la Revolución y de otros que la defienden. Está demostrado que quienes la defenestran, “combaten” y critican, pierden su objetividad, responsabilidad y seriedad al valerse siempre de mentiras, noticias falsas, manipulaciones groseras y ausencia total de ética y profesionalismo periodístico para abordar la realidad cubana.
- No descuide su preparación política e ideológica. Entendida como todas las acciones que deberá realizar para ponerse en contacto con contenidos teóricos, opiniones, debates, lectura de textos que aborden temáticas sobre el acontecer nacional, internacional, territorial, institucional. La lectura de textos literarios e históricos amenizan estos propósitos. El consumo de materiales audiovisuales de corte documentalístico, redondea la aspiración.
- Las redes sociodigitales no son ni el principio ni el fin de su realización personal, colectiva o familiar, son solo un medio, una herramienta. Las redes han de ser como la lengua al pensamiento: su esclava, no su dueño.