Queridos compañeros y amigos,

Con profundo dolor y en nombre de su familia, comunicamos que nuestra querida compañera, hermana y amiga Alicia Jrapko, partió este 11 de enero en horas de la noche, tras luchar contra una cruel enfermedad por más de dos años. A pesar del duro tratamiento nunca dejó de trabajar en todo cuanto podía. Si algo lamentaba Alicia era no poder seguir aportando, amando y viviendo con la energía que la caracterizó siempre.

Alicia fue una gran revolucionaria argentina, hija de trabajadores que desde muy joven asumió las luchas de una generación que soñaba construir una Argentina con justicia social para el pueblo. Dijo Alicia en una entrevista…en América Latina se forjó una gran admiración por Cuba, por Fidel, Raúl, el Che y tantas otras y otros revolucionarios. En Argentina queríamos lo mismo, pero no se logró y gran parte de mi generación perdió a sus mejores hijos. 

Alicia nació el 1ro de enero 1953 en Merlo, provincia Buenos Aires, creció y se educó en Córdoba, donde estudió periodismo. La dictadura militar de Argentina impuesta en 1976 desató una represión feroz hacia todos los militantes populares. Treinta mil fueron detenidos-desaparecidos, entre ellos muchos compañeros de clase de Alicia. No pudo terminar la carrera, y con la ropa que vestía, en el mismo año ’76 tuvo que exiliarse.

Cada uno de los tres hijos de Alicia lleva el segundo nombre de sus compañeros desaparecidos: Gabriela Emma, Eileen Mabel y Juan Alberto.

Durante varios años vivió exiliada en México, luego se radicó en Estados Unidos, el país más difícil y a la vez el más necesario para apoyar las causas de América Latina y luchar contra el imperialismo…era difícil  entender la agresión, las mentiras y los ataques contra Cuba por parte de los medios y el gobierno.

Alicia se comprometió con las luchas de los trabajadores estadounidenses y a principios de los años ’90 con el trabajo solidario con Cuba a través de IFCO-Pastores por La Paz, donde colaboró  estrechamente con el Reverendo Lucius Walker como su coordinadora de la costa Oeste, ayudó a organizar y promover  las becas para que los estudiantes afroamericanos y latinos pudieran asistir a la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de forma gratuita para convertirse en médicos en sus comunidades. Su labor solidaria la acercaba cada día más a Cuba; se convirtió en vocera de muchas caravanas de Pastores que recorrieron miles de kilómetros a través de Estados Unidos para contrarrestar las mentiras del gobierno estadounidense contra la isla, mientras recolectaba ayuda humanitaria como símbolo de solidaridad con el pueblo cubano. «Sabíamos que la ayuda humanitaria que llevábamos a Cuba era simbólica, pero queríamos mostrar que el gobierno de EEUU no podía bloquear la solidaridad entre los pueblos. Y queríamos mostrar que Cuba no estaba sola. La experiencia de viajar a Cuba en las caravanas de Pastores por la Paz cambió mi vida para siempre y me acercó más a Cuba y su pueblo” dijo en una entrevista.

En el año 2000 Alicia estuvo al frente de la batalla por el regreso de Elián González junto su padre en Cuba, pero su trabajo fundamental se encuentra en la lucha por la liberación de los Cinco Patriotas cubanos, injustamente encarcelados por monitorear la actividad de los terroristas en los Estados Unidos contra Cuba.

Alicia asumió con decisión e inigualable  valentía la dirección del Comité Internacional por la Libertad de los Cinco en Estados Unidos, y logró que sindicalistas, líderes religiosos, congresistas, juristas, intelectuales, actores y artistas se sumaran a la campaña por la liberación de los antiterroristas cubanos Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez,  Fernando González Llort y René González Sehwerert.

Desde el año 2002 hasta su libertad en 2014, sin importar los riesgos y las enormes distancias, junto a su compañero de lucha y de sueños, Bill Hackwell, visitó más de cien veces a Gerardo Hernández en dos prisiones federales de máxima seguridad, y fue el constante y afectivo apoyo de las visitas familiares.

El enorme trabajo y compromiso político de Alicia trascendió ante el pueblo cubano que le confirió varias distinciones, entre ellas la Medalla Félix Elmuza que otorga la Unión de Periodistas de Cuba, el Escudo de la ciudad de Holguín y la Medalla de la Amistad otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba a través del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos -ICAP-, por su inmensa labor durante los largos años de lucha por la libertad de los Cinco.

Alicia apoyó fuertemente la Revolución Bolivariana de Venezuela, el legado de Hugo Chávez y al presidente Nicolás Maduro.

No alcanzarían las páginas para describir el enorme trabajo que esta valiente mujer realizó con extraordinaria modestia, sencillez, dignidad y fidelidad, con todas sus energías puestas al servicio del mejoramiento humano a lo largo de su preciosa vida.

Desde 2011 Alicia ha sido la copresidenta de la Red Nacional sobre Cuba (NNOC). Fue coordinadora del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad de los Pueblos en Estados Unidos y fundadora y coeditora de Resumen Latinoamericano en inglés. Creó el capítulo estadounidense de la Red en Defensa de la Humanidad y fue miembro de su Secretaría General. En su último proyecto, a pesar de estar enferma, Alicia fue copresidenta del Comité Nobel de la Brigada Médica Cubana Henry Reeve, como un esfuerzo más en su incansable lucha contra el criminal bloqueo a Cuba.

Su nombre, Alicia, significa verdad. Esa verdad la llevó como bandera nuestra querida Ali durante toda su vida, la verdad del pueblo contra la injusticia, la verdad, la honestidad, la dignidad y la modestia de los verdaderos revolucionarios, capaces de darlo todo, sin otra ambición o motivo personal. El estilo de liderazgo de Alicia atraía a la gente hacia ella y las luchas que lideraba, siempre con su gran sonrisa y sinceridad, ganándose el respeto de todos.

Nos honró con su amistad y cariño, con su enorme valentía. Y nos deja a todos en esta tristeza infinita, pero con su ejemplo de vida, de lucha, de nobleza, dignidad y esperanza.

Llegue todo nuestro cariño a Gabriela, Eileen y Juanito sus amados hijos, a su entrañable compañero de vida Bill Hackwell, sus seis  nietos, el más pequeño Che Simón, nacido este 5 de enero, a quien no pudo ver ni tomar en sus brazos, pero del que escuchó un audio de su grito por el futuro con una gran sonrisa; a su querido hermano en Argentina, familia, amigos y compañeros en Estados Unidos.

Jamás te olvidaremos compañera del alma, hermana más hermana y más querida.

Hasta Siempre Ali Querida!

Siempre estarás Presente!

Hasta la Victoria Siempre!

Gerardo Hernández Nordelo, Graciela Ramírez Cruz.

Fuente: Cuba en Resumen

 

Por REDH-Cuba

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