Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra.
Artículo 1 … Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar y a hacer respetar …
Artículo 2 … El Convenio se aplicará en todos los casos de ocupación total o parcial del territorio
Artículo 3 … obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones:
1) Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa, serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable, basada en la raza, el color, la religión o la creencia, el sexo, el nacimiento o la fortuna, o cualquier otro criterio análogo.
A este respecto, se prohíben, en cualquier tiempo y lugar, por lo que atañe a las personas arriba mencionadas:
- a) los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, la tortura y los suplicios;
- b) la toma de rehenes;
- c) los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes;
- d) las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados.
2) Los heridos y los enfermos serán recogidos y asistidos.
Un organismo humanitario imparcial, tal como el Comité Internacional de la Cruz Roja, podrá ofrecer sus servicios a las Partes en conflicto.
El ejército sionazi que invade Palestina no es, como machacan sus “medios de comunicación”, el “más moral del mundo”, ¿hay acaso alguna moralidad en la invasión, el terrorismo, la limpieza étnica, la agresión a la población, su secuestro para hacer prisioneros de todas las edades, desde niños a ancianos, con los que imponer castigos colectivos que rompan la tranquilidad familiar, vecinal, ciudadana, castigos que hagan el mayor daño a la población?. ¿hay una pizca solo de moral en la demolición de viviendas para expulsar a los habitantes, en el robo de tierras, de agua, de industrias, en la instalación de asentamientos del ejército neocolonial, en el cierre de vías de comunicación entre ciudades?, ¿hay una mota minúscula de moral en los bloqueos que impiden el acceso a hospitales, centros de enseñanza y demás órganos sociales, en los bloqueos para impedir la llegada de alimentos, medicinas, o cualquier elemento necesario para la vida? No, nunca es moral. Que el ejército invasor arranque miles de árboles No es moral. Que destroce las cosechas que están esperando ser recogidas No es moral. Que destroce la tierra que el pueblo invadido emplea para la agricultura No es moral. Es un crimen. Es completamente inmoral que el ejército invasor prohíba al pueblo pescador salir al mar para abastecer al pueblo perseguido. Son criminales quienes invaden y asaltan destrozando los centros de estudio y trabajo. No hay moral en los actos de un invasor, No hay la más mínima moralidad en los actos criminales, actos que con tanta facilidad practica el invasor de Palestina. La pantalla del sionazismo en la que dice que su crimen es de “ejército moral” es la más insultante burla a los derechos de los pueblos, con semejante burla pretende que olvidemos que la conquista que realiza es contra toda Ley, contra todo Derecho, que es contra un pueblo que clama por que se haga justicia.
El Convenio de Ginebra sobre el Trato a los Prisioneros queda en letra muerta, entre otras cosas porque las potencias europeas y estadounidense sirven como punto de apoyo al sionazismo en su asalto neocolonial, son colaboracionistas, aunque en base al Convenio tienen la obligación de cumplir la ley y hacerla cumplir.
El ente racista de Israel expone al mundo los crímenes que comete, y resulta impune, no recibe ninguna condena, ni sanción, ni interposición, ni se le combate en defensa del pueblo Palestino por el derecho a su país. Recuerden bien el resumen de tan solo los tres primeros artículos del Convenio de Ginebra sobre el trato a dar a quienes sufren a manos del invasor, es importante que lo aprendan porque voy a exponerles varios ejemplos recogidos de los dos últimos días, ni siquiera la lista completa de las agresiones de dos días sería posible por resultar extensísima, el número de casos hacen una multitud, los que traigo son ejemplos para saber el castigo a que el sionazismo somete a los prisioneros:
La Organización de Defensa de los Prisioneros informa de que Nasser Abu Hmeid, de 49 años, fue secuestrado en el año 2002 y condenado a 7 cadenas perpetuas y 50 años de prisión. Enfermo de cáncer, se puso en huelga de hambre en defensa de su libertad, se encuentra en estado de coma en estos momentos. Tiene 4 hermanos que están encarcelados por el ente sionista y condenados a cadena perpetua, además de un quinto hermano que fue asesinado a tiros por los soldados de la ocupación en 1994. Israel demolió repetidamente la casa familiar, y desde hace muchos años no permite que su madre los visite.
El tribunal militar de la ocupación no responde a las apelaciones para que pueda verlo su madre, sus abogados, o visitado por la Cruz Roja.
Domingo 16: la radio sionista anuncia el secuestro de 100 palestinos en el Néguev debido a las manifestaciones contra la ocupación de sus tierras; otros 5 palestinos fueron capturados en Belén.
Lo último que se conoce sobre el prisionero Hishan Abu Awash, que tras más de 140 días de huelga de hambre en lucha contra la “detención administrativa”, prisionero sin acusación ni juicio, había conseguido que el sionazismo admitiese su puesta en libertad en Febrero, estando en condiciones de aislamiento en el hospital en que le tienen ha sido infectado con el virus de la Covid. Parece que la cúpula sionazi quiere que muera.
La ciudad de Sebastia que resistía al ejército ocupante ha sido aislada, le han cerrado con montañas de tierra las carreteras para impedirle la comunicación con otras ciudades y pueblos, por lo que es previsible que sus habitantes sufran más ataques, sean secuestrados y sus tierras sean invadidas con las peores consecuencias.
Se encuentra en peligro de muerte el niño Amal Muamar Nakhleh, del campo de refugiados Jalazone, nació con miastenia gravis, una enfermedad autoinmune grave. Fue secuestrado por el ejército de ocupación y lleva 1 año en prisión bajo “detención administrativa”. Había sido operada de cáncer y se le niega todo tratamiento de su afección, para defenderse se ha declarado en huelga de hambre. La agencia de la ONU para los refugiados UNRWA ha pedido su liberación y ha señalado que “La detención administrativa sin cargos impuesta a Amal y basada en pruebas clasificadas es una forma de detención arbitraria no permitida por el derecho internacional público. El tribunal militar sionazi ha hecho saber que lo retendrán en prisión otros cuatro meses por lo menos, a lo que Amal ha respondido que, aun a riesgo de perder la vida, se pone en huelga de hambre en lucha por su libertad y contra la “detención administrativa”.
En Qalquilia el ejército neocolonial el sábado hirió a 6 palestinos en una manifestación contra el Muro de Anexión y las colonias en Kufur Qaldoum, y en el norte de la ciudad disparó contra un niño y le hirió.
En Jerusalén el ejército sionista secuestró a un niño.
Tras 8 años en la prisión de Neguev, nada más salir en libertad Anas Owisat y Bassel Obeidat, los dos de 28 años, fueron nuevamente secuestrados.
Lo dejamos aquí, son algunos ejemplos de tan solo dos días. Hace falta que cada pueblo bajo los gobiernos colaboracionistas exija el cumplimiento de todos los Derechos que asisten al pueblo palestino, que nadie calle ante la inmoralidad del ocupante neocolonial.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro del Frente Antiimperialista