“Todos los imperios, en el momento de fenecer o en el proceso final de su existencia emprenden acciones desesperadas para tratar de detener lo inevitable. El imperio hegemónico  ansioso de perpetuar su dominación a toda costa, acude a violaciones flagrantes del derecho internacional, a la amenaza del uso de la fuerza y no vacila en emprender agresiones en gran escala con el propósito de asegurar la dominación, la explotación y el saqueo”

Con estas palabras premonitorias da inicio el prólogo de “Visión del Mundo Contemporáneo”, la obra editada hace cinco años por la Oficina del Programa Martiano, contentiva de más de treinta valiosas contribuciones al respecto aparecidas en la revista “Honda” o expuestas como ponencias en la II Conferencia Internacional “Con todos y para el bien de todos” por parte de importantes intelectuales, ensayistas e investigadores de talla mundial.

Durante la celebración y mediante las diferentes intervenciones que están teniendo lugar en el recién abierto período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas está siendo confirmado a cada momento el dramático  aserto que aparece en el prólogo de referencia, escrito hace un lustro, y recogido en esta visión detallada y profunda de sus autores.

Desde entonces, la situación general del mundo tiende a agravarse de forma exponencial, tanto regionalmente como en su conjunto y la evidente aparición de un nuevo orden mundial regido por los principios del multilateralismo y los poderes compartidos, la integración sana y el comercio más equilibrado y justo, pone a temblar a los poderosos y en particular al gobierno imperialista de turno en Estados Unidos.

Como complemento, el citado prólogo añade: “Son signos de los conflictos que viene generando un sistema irracional que está provocando el calentamiento global, el deshielo de los polos, la desertificación, el agotamiento del petróleo y del agua, haciendo depender la supervivencia del capitalismo de la destrucción del planeta”

El desarrollo de la actual Asamblea General permite apreciar claramente que el imperio yanqui hasta hoy hegemónico o pretendiendo serlo y el sistema capitalista neocolonial y neoliberal bajo sus intereses buscan arrastrar a la humanidad, -no importa el lugar geográfico de que se trate,- a mayores conflictos y catástrofes, en aras de perpetuar la agonizante dominación sobre un mundo que se rebela y se dispone a imponer justicia e igualdad.

En circunstancias como esta resulta indispensable estudiar y adherirse al mensaje martiano en todos sus aspectos, en su visión múltiple de la cultura, en su raigal sentido ético y en conceptos de eterno valor como el mejoramiento humano, la utilidad de la virtud y el equilibrio del mundo.

Por REDH-Cuba

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