Puerto Rico, la “isla del encanto”, se reduce en el imaginario de muchos a la belleza de sus paisajes y al renombre de figuras internacionales de la música como Ricky Martin, Olga Tañón, Marc Anthony, Calle 13 o el fenómeno de la industria Bad Bunny. Algunos de estos artistas han sido parte del proceso de denuncia y reacción popular contra una situación social sumamente compleja. Situación que se ha pretendido ocultar detrás de la idealización de la isla y que tiene sus raíces profundas en la condición colonial de la antigua Borinquén.

Bad Bunny, tal vez el más publicitado y escandaloso de los artistas de la escena latina contemporánea, no solo fue uno de los rostros de las protestas de 2019 sino que recientemente ha prestado su imagen a una especie de videoclip-reportaje titulado “El apagón-Aquí vive gente” donde más allá del tema que interpreta se expone y denuncia la situación de exclusión y saqueo que sufren los boricuas en su propia tierra.

El impacto del Huracán Fiona en septiembre de 2022 ha causado destrozos inmensos, dejando a más de tres millones de personas sin electricidad. Algunas regiones, como Guayama, acaban de hacer un llamado a la transnacional LUMA Energy (a la cual el gobierno puertorriqueño vendió parte de los bienes y servicios de la privatizada Autoridad de Energía Eléctrica, empresa pública responsable de la energía, y a la cual, además le fue otorgado en junio de 2020 un contrato de 15 años para hacerse cargo de todo el abasto eléctrico del país) después de pasar más de 14 días sin servicio eléctrico.

Detrás de todo esto está el entramado de corrupción entre la clase política boricua y los grandes capitales norteamericanos. Una imposición violenta y extorsiva, propia del estatus colonial de la isla, que se disfraza bajo el eufemismo de “Estado Libre Asociado”.

Para profundizar en algunas aristas de la situación actual del país conversamos con José M. Escoda, educador, miembro de la Comisión Directiva del Frente Socialista, independentista y colaborador del Comité de Solidaridad con Cuba.

JENG: ¿Cuál es la situación económica y social de Puerto Rico hoy?

JME: La economía de Puerto Rico es sui generis, organizada en forma satelital a las necesidades del imperio yanki y a la misma vez con nichos de desarrollo nacional. Por un lado es bien moderna con acceso e interacción con las más recientes modernidades de una industria post industrial pero que se ha mantenido con un nivel de desempleo oficial de sobre 10 al 15%. La fórmula económica del Estado Libre Asociado se puede resumir en una economía insertada por completo en la economía de EUA donde el salario promedio es un 50% (o menos) de los pagados en EUA, pero con los precios de bienes y servicios al 100 o 125% de los precios de la metrópoli. Eso conlleva una sobre explotación de la clase trabajadora boricua, una tasa de ahorro negativa y una gran expulsión de fuerza trabajadora hacia el extranjero.

Cabe destacar que solo hay dos grupos laborales que en Puerto Rico cobran lo mismo o más que en los EUA. El único grupo laboral que en Puerto Rico cobra más que en los EUA es el de la clase política administrativa del entramado colonial, cuyos puestos pagan hasta 175% del promedio para labores semejantes en los EUA. El otro grupo que cobra lo mismo, es el entramado administrativo, policial, militar del gobierno federal de los EUA, que paga lo mismo o con diferenciales en Puerto Rico.

Desde el 2006 la economía ha estado en recesión y en particular desde el 2016 está bajo la imposición de una Junta de Control de 7 miembros nombrados directamente por el presidente de EUA, que es la que toma las decisiones programáticas más importantes. A partir del huracán María en el 2017 sufre un nuevo disloque de invasión de intereses norteamericanos que han estado comprando propiedades a una fracción de su precio de mercado.

Así, gran parte de la clase empresarial puertorriqueña ha quebrado o se ha tenido que sumar a ser enlace de la economía metropolitana (seguros, banca, servicios) y sectores más autónomos dependen cada día más de las decisiones imperiales como son la construcción, comercio o la agricultura. Por ejemplo, esta última está a la merced de decisiones imperiales que imponen desde qué tipo de semillas se puede o no se puede sembrar o el precio de venta de la leche. Tras años de recesión, los problemas económicos ocasionados por la Junta en 2016, los huracanes Irma y María en 2017, una serie terremotos en la zona suroeste del país en el 2020 y la pandemia del COVID con el cierre de negocios, la economía boricua apenas tuvo un aumento de 1,6% el año 21-22 (mientras la de EUA creció por 4,6% para el mismo periodo).

Se publicita mucho el mito de que Puerto Rico depende de “transferencias de fondos federales”, pero esta publicidad oculta por un lado la gran porción que se lleva el sistema imperial de nuestra riqueza; tanto así que diversos economistas coinciden en que por cada dólar que el gobierno de EUA transfiere a Puerto Rico, su economía extrae de desde 4 a hasta 7 dólares. Y por otro lado, se mezcla como “transferencia” pagos como los de retiro del Seguro Social que todos los trabajadores pagamos al tesoro de EUA. Esta transferencia es invisible cuando es extraída al trabajador porque se descuenta un 15% de su salario por unos 40 a 50 años, es dinero que nunca recibe, pero que lo paga. Luego, a la edad del retiro, lo recibe como una dádiva yanki.

Mientras, nuestra clase trabajadora se caracteriza por alta escolaridad y preparación, pero trabajando en posiciones que sub utilizan su preparación y por una ascendiente porción de trabajadores y trabajadoras en edad de retiro que se han re-incoporado a trabajar para atender sus necesidades más apremiantes (o las necesidades de sus hijos y nietos).

Esta desigualdad económica se suma a que el gobierno federal -que controla todas las fronteras y lo que entra y sale de Puerto Rico- permite a grandes niveles el “ilegal” narcotráfico, con la consecuente importación de armas y balas, todo bajo control federal yanki. Esto ha sustentado que el narcotráfico sea visto como una gran fuente de ingreso para un sector de nuestra población y nutre un ambiente de violencia con frecuencia de tiroteos en las calles y zonas controladas por narcotraficantes. Y aunque son zonas minoritarias, perjudican la calidad de vida en especial de zonas trabajadoras y cohíben a muchas y muchos de salir por las noches.

Ver esta tabla:

Estados Unidos extrajo más de 58 mil millones de USA dólares de Puerto Rico a cambio de unos 5 mil millones solo en el 2008

Fuente: Junta de Planificación y Banco Gubernamental de Fomento

(Ambas son agencias del Gobierno del Estado Libre Asociado)

Preparado por: Rosario Rivera, Doctora en economía y profesora de la Universidad de Cayey

Presentado por radio y net vía: El Circo de la Mega

Datos para el año 2008 • Cifras en millones de dólares EUA

Fondos de EUA hacia Puerto Rico
Aportaciones federales al gobierno estatal
(Lo que reciben las agencias del ELA)
2 704
Transferencias otorgadas a los individuos y pagos del Seguro Social (retiro e incapacidad permamente, Medicare -plan médico para envejecientes, etc.) (Fondos para el PAN, WIC, Plan 8, becas Pell, etc – las llamadas “ayudas de federales de EUA) 1 923
Transferencias federales (prepagadas) devengadas por los individuos en Puerto Rico  (Seguro Social, Medicare, veteranos, retiro y otros) 8 902
Total de transferencias de los EUA a Puerto Rico (un año) 13 529
Menos dinero devengado en Puerto Rico (pagos de trabajadores a S Social, aportaciones a salarios) 8 902
Ayuda neta directa desde EUA a Puerto Rico 4 627
Aportaciones de Puerto Rico a economía EUA
Importaciones de mercancía desde los EUA a Puerto Rico (Fondos para el PAN, WIC, Plan 8, Becas Pell, etc) *   22 600
Rendimiento de capital que se va de Puerto Rico a los EUA (Ganancias que regresan a los Estados Unidos por operaciones de multinacionales en Puerto Rico como SAMS, Wallmart, Walgreens, Sears; Bonistas [= pago a deuda externa], etc.) 34 000
Pagos por Ley de cabotaje (La ley de Cabotaje nos obliga a utilizar la marina mercante de los Estados Unidos para  manejar la carga entre los Estados Unidos y Puerto Rico. La Marina mercante de EUA es la más cara del mundo. Cada familia puertorriqueña paga unos $2,000 al año en exceso de costos en todo lo que compra que viene de USA solo por transportaciòn) 1 500
Total 58 100
Diferencia a favor de EUA en millones de dolares EUA 53 473

* Existen discrepancias sobre como evaluar este renglón. Otros estudiosos del asunto, lo consideran como “neutro”, pues es gran parte de dinero circular: llega de EUA continental en papel para gastarse en bienes y servicios en los mismos EUA continentales… (jme, FS).

¿Cómo se expresa el colonialismo en la cotidianeidad de los boricuas? Cuál es el cuerpo legal y político que lo sustenta?

El cuerpo legal del colonialismo de EUA sobre Puerto Rico parte del Tratado de París, el acuerdo impuesto a España tras la guerra cubana-hispana-yanki de 1898. España cedió a Puerto Rico a los Estados Unidos en este pacto. Luego, el cuerpo de leyes de los EUA, bajo la Ley Jones y el Estado Libre Asociado, estableció una administración local a merced del gobierno federal en todas las instancias.

En lo cotidiano, hay que señalar que Puerto Rico ha mantenido una nacionalidad hispanoamericana, caribeña, donde impera el idioma español y los mores de todo país caribeño. Hoy día si usted se pierde en una calle de Puerto Rico y no habla español, las probabilidades de comunicarse adecuadamente con alguien son bien bajas para ayudarlo a ubicarse. Nuestro calendario social y de mores sigue siendo latinoamericano a pesar de estar integrado en la economía yanki.

El 95% o más del pueblo puertorriqueño reconoce que Puerto Rico es una nación y que el gobierno es colonial. Pero el ocultamiento de la explotación imperial y el mito de que “dependemos” de los EUA, sigue siendo el sostén principal del colonialismo. Sostenemos que mientras se mantenga oculto el dato de que EUA saca más de Puerto Rico que lo que nos provee, la lucha por la independencia estará en una deventaja enorme.

Merece mención especial la diáspora boricua, que se estima es entre 7 a 8 millones de boricuas viviendo en los Estados Unidos vs unos 3,6 millones viviendo en las islas de Puerto Rico. Gran parte de esta población son nacidos en los EUA y mantienen una identidad puertorriqueña.

¿Qué papel juegan artistas conocidos como Bad Bunny, altamente promovido por las industrias hegemónicas norteamericanas, en la situación social y en la percepción popular de esta situación? ¿Son útiles para la lucha anticolonial o acaban actuando al final como frenos?

La supervivencia y desarrollo de una nacionalidad implica la importancia del aspecto cultural del pueblo puertorriqueño. Por siglos, nuestros artistas e intelectuales han manifestado y corroborado que somos una nación latinoamericana. Esto conlleva miles de artistas desconocidos (músicos, artesanos, poetas, escritores, etc.) y muchos de renombre, cabe destacar desde Rafael Hernández, Tite Curet Alonso, Ismael Rivera, Ismael Cortijo y muchos otros músicos reconocidos en todo el continente.

Artistas contemporáneos, promovidos o no por las industrias hegemónicas, son parte de esta afirmación nacional, con aristas y bondades. Si bien es cierto que tan pronto un artista utiliza su presencia pública a favor de la independencia o por causas políticas populares, tiende a ser marginado del mercado principal; el apego popular ha logrado que sobrevivan. Casos como los más jóvenes que representan el coraje de mucha de nuestra sociedad con su situación de vida, proveen aportaciones que entendemos no son dicotómicas de “utilidad o frenos” a nuestra liberación. Más allá de la aportación de estos artistas jóvenes la limitación es organizativa de lograr canalizar esa protesta que presentan en un accionar coordinado.

¿Qué tan fuerte es el sentimiento anticolonial en PR en la actualidad? ¿Qué tan fuertes son las fuerzas políticas anticoloniales?

En este momento histórico el sentimiento de orgullo nacional predomina por mucho sobre el carimbo colonial. Esto ha sido un logro político de las luchas independentistas junto a la solidez de nuestra cultura popular. Pero como ya he expresado, todavía se publicita mucho que “la colonia nos beneficia”. De ese modo, muchísima gente orgullosa de ser puertorriqueña a la vez aboga por sostener la imposición imperial sobre nuestro país.

Tanto así que el movimiento pro-estadidad para Puerto Rico no propulsa la desaparición de nuestra nacionalidad, si no que se venden como una opción “anti-colonial”, señalando que la colonia es el estado actual -en lo que tienen razón- pero que un Puerto Rico estado ya no sería la consumación del imperialismo. Por otro lado, el sector que sostiene el status actual, reconoce que el Estado Libre Asociado tiene limitaciones coloniales que deben ser modificadas. Además el independentismo insistimos en que somos colonia y la única solución a la colonia es la independencia.

Visto de ese modo, sobre el 90% del espectro político boricua reconoce que el gobierno actual es colonial y debe ser superado. Eso nos trae al problema del concepto “anticolonial” y su uso en Puerto Rico. Lo que debería ser sinónimo de acabar la relación imperio-colonia, dentro de la colonia es un término bien vulnerable. Cuando Oscar López -ex-prisionero político que sufrió cárcel en EUA por 35 años por su lucha por la independencia- se manifiesta como anti-colonial, su posición está clara: es a favor de la independencia. Pero ese mismo término “anticolonial” lo utiliza el gobernador colonial para propulsar la estadidad, o sea: culminar la empresa imperial. También lo esgrimen líderes que entienden que el problema colonial boricua se resuelve con que el Congreso de EUA apruebe par de modificaciones al Estado Libre Asociado, y así se colocan en posición de propiciar apoyo al Partido Demócrata yanki o corporaciones billonarias que mantienen variedad de ONG’s.

¿Creo que un buen ejemplo de cómo se combinan oportunismo, colonialismo y corrupción de las élites políticas en la isla es el caso de la corporación LUMA. ¿Puede hablarnos de este tema y sus implicaciones? ¿Qué papel juegan las trasnacionales y empresas extranjeras en la realidad de la isla?

LUMA es solamente el ejemplo más visible del desmantelamiento de un sistema keynesiano en la variación del siglo 21 donde más allá de la privatización de servicios públicos mediante la venta o cesión, se nota la complicidad de un sistema donde lo público se utiliza para propiciar el desarrollo de empresas privadas, y donde desde el presupuesto gubernamental se sostiene y propicia el pago a empresas privadas. Eso ocurre en Puerto Rico ahora mismo en los planes médicos, las autopistas, aeropuerto, puertos marítimos, educación, servicios sociales y servicios a la familia y con LUMA en energía eléctrica.

La voracidad corporativa incluye la compra de empresas de seguros de salud que antes eran boricuas por compañías yankis, la compra de propiedades en lugares estratégicos, el control extranjero sobre la industria turística y hasta en la preparación de materiales y servicios educativos a ser vendidos al estado. Mientras las personas en puestos públicos se limitan a facilitar estos contratos, tanto por ideología neoliberal como la contraparte de corrupción, ya que o tiene familiares o contactos con las empresas beneficiadas o esperan que eventualmente podrán trabajar con las mismas.

Las implicaciones de esta práctica son nefastas, pues mientras el gobierno se desentiende de responsabilidades, se mantiene el costo sobre la clase trabajadora para cargar con los problemas existentes. De ejemplo: las autopistas han sido privatizadas y los peajes son cobrados por una compañía extranjera; sin embargo, el gobierno NO expide la licencia anual para un vehículo de motor si el vehículo tiene multas con esta empresa privada y a la vez cobra más de cien dólares para otras empresas privadas; si no se paga esto a privados, no se puede utilizar el vehículo en las calles. Así también, ante la ineficiencia de LUMA, se propulsa la compra indiscriminada de generadores de electricidad para familias individuales -con sus costos financieros y ambientales.

Conjuntamente, el desmembramiento de los aspectos asistencialistas del estado colonial ha ido de la mano de mayor represión institucional. Por un lado, la policía imperial -FBI- casi ha triplicado su presupuesto en nuestro país, su recientes movidas en contra de la solidaridad con Cuba es una muestra de sus funciones en Puerto Rico. A la vez, el sistema ha desarticulado los tres sindicatos de mayor historial de lucha del país: Federación de Maestros por imposición del gobierno del ELA, arrestos del liderato de la Unión de Acueductos por agentes federales yankis y la desarticulación de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego, por la entrega de la distribución eléctrica a LUMA. Las tres siguen funcionando, pero con una fracción de su capacidad de hace unos 10 años. Esta represión va de la mano con el sostenimiento de una altísima tasa de impuestos a la clase trabajadora mientras las tasas corporativas se han reducido o se han ampliado las excenciones a millonarios (especialmente extranjeros).

¿Qué futuro político se vislumbra para Puerto Rico hoy??

Como independentistas sostenemos que lograremos que algún día Puerto Rico será una república independiente integrada a la comunidad de países soberanos del planeta. A corto plazo, el reflujo organizativo político es debilitante y notable, pero hay varios aspectos positivos. Por un lado, en las últimas elecciones del 2020, más de la mitad de los electores de los partidos coloniales no votó por esas opciones y entonces el 50% de las personas aptas no fueron a votar (la abstención electoral es solo sostenida por parte del movimiento independentista) mientras el 15% apoyó el único partido independentista en las elecciones; mientras otro 15% fue por un movimiento de centro-izquierda con visiones múltiples frente a lo colonial. Mientras, a nivel popular, hay cientos de organizaciones comunitarias sociales, económicas, cooperativistas, artísticas, estudiantiles, esto al momento es una red desarticulada, pero con gran peso en el accionar social independiente del estado.

Al momento, ningún sector -ni de derecha ni de izquierda- puede reclamar tener hegemonía sobre el movimiento social-político boricua. El descontento popular por la situación económica, el desastre que LUMA ha ocasionado y el reconocimiento de que el estado funciona desde la corrupción es bien palpable en las manifestaciones públicas que se efectúan. Lograr que esto se sume hacia golpear efectivamente el sistema y nos abra puertas hacia la independencia dependerá de mucho trabajo efectivo.

Fuente: Blog del autor

Por REDH-Cuba

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