La significativa coincidencia entre el 64 aniversario de la Revolución cubana y la llegada a Italia de 50 médicos cubanos para ayudar a la salud pública de Calabria es subrayada por el prof. Luciano Vasapollo, impulsor del capítulo italiano de la Red de Artistas e Intelectuales en Defensa de la Humanidad, organización fundada por Fidel Castro, a quien obviamente le debemos la Revolución cubana pero también la creación de las Brigadas Médicas que a lo largo de los años han enviado miles de médicos en decenas de países.

Según Vasapollo, el lema “¡Médicos, no bombas!” que de hecho representa “un enfoque totalmente a contracorriente” con respecto al equilibrio de poder que vemos en curso, con la fragmentaria guerra mundial mencionada por el Papa Francisco y su trágico y devastador desarrollo en Ucrania, alimentado por el envío de armas a los beligerantes.

“Este 64 aniversario de la Revolución cubana –explica Vasapollo a FarodiRoma– está marcado por la llegada del primer contingente médico cubano a Calabria, y es importante que a diferencia del envío de las brigadas Henry Reeve hace casi tres años a Lombardía y Piamonte, para ayudarnos contra el Covid, esta vez la lucha no es contra una emergencia impredecible, sino contra el atraso y la decadencia del sistema de salud por decisiones políticas equivocadas, esa desatención a las necesidades reales de la población del sur que Gramsci ha denunciado desde el último siglo pasado, porque es precisamente el desarrollo coherente de una injusticia que perseguimos desde hace más de 100 años, el desarrollo distorsionado que es del proceso unitario de nuestro país logrado mediante una anexión colonialista, o con la toma de ‘un colonia’, como escribió Nicola Zitara demostrando de manera inequívoca el origen del desastre del sur en un desequilibrio, que continúa hasta el día de hoy, nace del conflicto entre los bancos centrales agravado por el ambiguo liberalismo de Cavour que impedía el paso del sistema de rentas vitalicias a una potenciación de los factores productivos del territorio. En definitiva, un Risorgimento equivocado, con el que se debería haber creado un estado multinacional de Italia, por lo tanto, un estado que respete las identidades de los diferentes pueblos que lo componen. En cambio, hemos sufrido una colonización interna, una colonización ya entonces, en la época del Risorgimento, hija de ese colonialismo del norte de Europa y del Reino de Saboya de Cavour, que condenó al sur, al sur de Italia, a un papel marginal. del Sur colonial de Europa”.

“Y hoy –insiste Vasapollo– si hay un Sur de la Unión Europea, no son sólo países como Italia, Grecia, Portugal y España, en sus respectivas regiones del sur, como Calabria que es el sur del sur y que ya representa una emergencia siempre pospuesta desde el nacimiento de la Italia unitaria”.

Estos son temas, subraya el decano de economía de Sapienza, en el centro de su reflexión y del compromiso tanto de la “Escuela de economía antropológica” nacida espontáneamente en la universidad para coordinar las materias económico-sociales en la Facultad de Letras, como del Capítulo italiano de la Red en defensa de la humanidad que incluye a los investigadores de Cestes, el centro de estudios USB, los líderes de organizaciones como la Red Comunista, Cambiare Rotta y OSA, así como la dirección de FarodiRoma y la Asociación Rotondi para el periodismo de paz . “Una realidad que con Salvatore Izzo presentamos al Papa Francisco en la audiencia privada del 23 de diciembre”, desea comunicar Vasapollo.

“Yo – prosigue el profesor – soy calabrés y estoy indignado por los indicadores de salud calabreses que ciertamente están entre los peores de Occidente con el capitalismo avanzado, como los peores son los del desempleo y el desempleo juvenil y la educación… todos muestran tasas de desempleo y abandono escolar que duplican o triplican la media italiana, que ya se encuentran entre las peores de la Unión Europea. Una desventaja que es igual en la sanidad: en mi Calabria hay estructuras, hay hospitales, no es verdad que no los hay, pero esos hospitales se han hecho decaer favoreciendo una red de clínicas privadas. Mientras que en los hospitales no se contratan ni operadores ni médicos: no se ha llevado a cabo un proyecto de salud calabresa”.

Para Vasapollo, “La llegada de los médicos cubanos marca un cambio de perspectiva: el gobernador simplemente ha buscado el bien de su población, no importa si el gobernador es de centroizquierda o de centroderecha… se necesitaban médicos y él los encontré La generosa disposición de ayuda de Cuba satisfizo la necesidad de Calabria.

“Actualmente nuestros ciudadanos para poder hacerse una gammagrafía, para poder ser hospitalizados, deben venir en la mejor de las hipótesis entre Nápoles y Roma, o mejor dicho a Bolonia o Milán. En definitiva, digamos que además de la migración de trabajadores está la migración de la sanidad. Para hacerse una mamografía hay que seguir las mismas rutas que mi padre y los demás migrantes que se trasladaron al Norte a buscar medios de subsistencia en los años 50 con una maleta de cartón”.

“De Cuba -recuerda Vasapollo- surge una respuesta no sólo a una necesidad concreta sino también a la ausencia de un modelo de solidaridad, porque Cuba es un país socialista que, precisamente por ser una alternativa al modelo capitalista de EE.UU., ha sido objeto de oposición y luchado durante décadas. Con sanciones que Trump ha reforzado, con 270 regulaciones y más puntos de restricción a nivel económico, comercial y financiero, en particular a nivel monetario, afectando las remesas. Una situación insostenible que Biden ha procrastinado. Ahora agravada por la inclusión de Cuba entre los países canallas, una iniciativa “del Imperio” que, concluye Vasapollo, “el Papa Francisco condenó con estas palabras en nuestro encuentro”.

Santa Cavalleri

Fuente: Faro di Roma

Por REDH-Cuba

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