
Nos hace falta congregarnos, la canción y el desagravio nos ofrecen una oportunidad que no debemos dejar pasar de lado.
En la movilización la consigna y el himno, que a veces, desde la tribuna, pierden sustancia y color, cobran el sabor que nutre nuestra mística y espiritualidad revolucionarias.
El yo junta sudor y cuerpo, con la notable riqueza del tan necesario nosotros. De verdad que necesito sentirme apretujado con miles. Mi hija tiene que conocer esa sensación.
En la movilización comulgamos y concelebramos con este antiguo impulso que nos une en «saciar el hambre de pan y de belleza». El rostro profano de los humildes de la Patria,en la movilización, se hace sagrado en una conga arrolladora, y cuando a tono o desentono, con lágrimas de corazón estrujado, clamen, «pero, qué estoy haciendo aquí
«Amando a este país como a mí mismo
No, que va
No hay heroísmo
Vine a darle un beso al mundo y nada más»