Comienza diciendo Doménico Losurdo en el mismo Prólogo de su libro “El lenguaje del imperialismo”, escrito en 2006, que las frases “Estamos en guerra” y “La guerra contra el terrorismo será larga y difícil” ya se escuchaban o se leían en los medios de “información” de manera muy corriente y que nadie dudaba que íbamos a una guerra mundial. Esas manifestaciones tan generales permitían a los autores culpar, según su interés, a los países que tenían previsto atacar, por aquellas fechas el general Clark hizo unas declaraciones sobre los 7 países que el Pentágono tenía intención de agredir. El propósito era abrirse camino por Medio Oriente para ir cercando a Rusia y tener más cerca a China, empezando por someter al caos a toda esa región para romper los límites que encuentra el establecimiento colonial sionazi, el que titulan “estado de Israel”. Después de atacar Afganistán e Irak, pregunta Doménico Losurdo, si los próximos no serían Irán y Siria. Téngase en cuenta que lo señalaba en 2006, y empezaron la guerra contra Siria en 2011.
Otro concepto difundido por el imperialismo con sus agresiones era el de “guerras humanitarias” para encubrir su propósito último, y como escribía Koldo Campos Sagaseta en su artículo “Guerras humanitarias”, si aceptamos el término “humanitarias” para las guerras ¿tendríamos que admitir la existencia de holocaustos humanitarios, genocidios humanitarios, batallas, crímenes, torturas humanitarias … a cargo de soldados humanitarios conducidos por humanitarios presidentes?” De semejante manera tratan los imperialistas de robar concepto “humanitario”, que se encuentra en el Derecho Internacional Humanitario para esconder o justificar su genocidio y conquista de todo aquello con lo que pretende crecer y sostenerse como poder unipolar.
Si nos detenemos en su formación como poder terrorista tras la Segunda Guerra Mundial, deberemos señalar la creación de la CIA (septiembre de 1947), la OTAN (abril de 1949), el Mossad (septiembre de 1949), y sin dificultad encontramos que los “Documentos desclasificados por la propia CIA o revelaciones hechas por el Senado de los EEUU” en los que se confiesa que “la CIA ha planeado, intervenido, dirigido o ejecutado numerosos asesinatos e intentos de asesinato de importantes personalidades políticas, golpes de Estado, derrocamientos de gobiernos contrarios a las posiciones de EEUU, entrenamiento y financiaciones terroristas y paramilitares, torturas, vigilancia masiva de individuos o secuestros de individuos. Ha violado las Convenciones de Ginebra y la Declaración de DDHH al haber realizado experimentos en humanos en contra de su voluntad, haber cooperado en el tráfico de drogas con organizaciones criminales, ha aplicado técnicas de interrogatorio mejoradas, ha cometido asesinatos selectivos (incluyendo el uso de drones y rendiciones extraordinarias). “Rendición extraordinaria” es una expresión utilizada en los EE. UU. e Inglaterra para procedimientos extralegales mediante los cuales los sospechosos de terrorismo son secuestrados y enviados a otros países diferentes de EE. UU. o el reino Unido para su encarcelamiento e interrogatorio mediante tortura”.
No hay duda del proceder terrorista de lo que se ha dado en llamar Estado profundo como núcleo del terrorismo imperial, como hemos leído ellos mismos lo declaran, ese proceder genocida y crímenes de lesa humanidad es el que dirige su “orden basado en reglas”, que, aunque han empleado ese término últimamente, viene gestando sus instrumentos criminales desde su creación como imperio. Un ejemplo bien conocido de su terrorismo persistente son los más de 650 intentos de asesinato que los gringos llevaron a cabo contra el Comandante y Presidente Fidel Castro. Hay muchísimos más intentos de magnicidio, contra Stalin, Arbenz, Lumumba, Sukarno, … Si nos fijamos en los últimos años sobresale el asesinato del General Soleimani, de dirigentes irakíes e iraníes, de dirigentes de la Resistencia Palestina, y no podemos olvidar el asesinato del nuestro querido Che Guevara (9 de octubre de 1967), y tantos otros conocidos y anónimos.
Como hemos visto no tienen pudor alguno en declarar su actividad terrorista general y hasta detalla algún caso como fue su pretensión de asesinar a Ciu En Lai (Ministro de Exteriores de la República Popular China) escribieron lo siguiente: “El chino Ciu En Lai habría debido saltar por los aires en el vuelo directo de Air India a la Conferencia de Países no Alineados programada en Bandung, en Indonesia, pero cambió el programa en el último instante y la aeronave explotó sin él”. No hay ni una palabra sobra las personas que asesinaron por viajar en ese avión.
El Presidente Milósevic sufrió atentados y guerra, el Comandante y Presidente Hugo Chávez sufrió atentados y fue asesinado, lo han intentado de las más diversas formas con el Presidente Nicolás Maduro, el caso del Presidente Evo Morales, intento de asesinato y golpe de Estado es muy reciente también. Y no debemos olvidar el terrorismo que practican en todo Latinoamérica desde México a Argentina, la mitad de la nación mexicana fue robada para la construcción de EEUU, y un reguero interminable de invasiones, golpes de Estado clásicos, intervenciones militares desde sus bases militares y desde el mismo territorio del imperio, Nicaragua tiene la experiencia de las invasiones, los magnicidios como es el caso del General de Hombres Libres, Augusto Cesar Sandino, y golpes de Estado fallidos como el que intentaron en 2018. Su accionar político se soporta en acciones terroristas, injerencia, y esas que llaman “reglas” unilaterales e ilegales que quieren naturalizar o normalizar marginando el Derecho Internacional.