Organizaciones y movimientos sociales, políticos, sindicales, feministas, ecologistas y populares de América Latina, el Caribe y Europa, reunidos en Bélgica en la Cumbre de los Pueblos, condenaron este martes, en la Declaración Final del evento, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por Estados Unidos, y calificaron esa política como injusta e ilegítima.
El documento, que resume los debates de los participantes los días 17 y 18 de julio en la capital belga, Bruselas, propone como una acción de movilización, denuncia y reclamo de los pueblos, la realización de un tribunal internacional contra el bloqueo a la nación antillana, a celebrarse los días 16 y 17 de noviembre de 2023.
Asimismo, exige la retirada de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, y condena la utilización de medidas coercitivas unilaterales, que constituyen una interferencia en los asuntos internos de los países a los cuales se aplican.
Demanda también el cese de la política ilegal de sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela y Nicaragua, que se avala, y en algunos casos se replica, por parte de la Unión Europea (UE).
La Declaración destaca que el tercer encuentro entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la UE, celebrado de manera paralela a la Cumbre de los Pueblos, en la misma urbe, es una oportunidad para avanzar en el camino de establecer unas relaciones entre ambas regiones, basadas en el respeto mutuo y la reciprocidad.
Subraya la posibilidad que estos nexos fortalezcan la cooperación, poniendo en el centro de las políticas públicas al ser humano, sin injerencias externas, rechazando categóricamente cualquier acción política o militar que pretenda interferir en el normal desenvolvimiento de las instituciones y normas constitucionales de cualquiera de los Estados participantes en la Cumbre.
El documento se suma a la Declaración aprobada en el XXVI Encuentro del Foro de Sao Paulo (Brasilia, 2023), donde se afirma que la dignidad del pueblo cubano es ejemplo para todas las naciones y partidos populares del mundo, y a la propuesta de declarar a la mayor de las Antillas “Patrimonio Universal de la Dignidad”.