En el estado de Florida, Estados Unidos, decidieron prohibir, por ley, la enseñanza de la llamada historia negra, y algunos legisladores hasta opinaron de manera favorable sobre la esclavitud por cuestiones raciales.
Ahora vemos, tal vez por primera vez en la historia moderna, a estados como Florida, donde libran una guerra contra la historia del pueblo negro, aprobar leyes contra cualquier materia que el magisterio pueda enseñar; y lo que es más importante, dictaminan lo que no se puede enseñar.
En el país que se jacta de la libertad de expresión garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución, las y los educadores ahora son amenazados con despido si no guardan silencio sobre la Historia Negra (del pueblo afrodescendiente) después del fin de la época de la Reconstrucción en 1895. Es como si, para los negros, la historia se detuviera en la Reconstrucción y no haya pasado nada más en nuestras vidas.
Para añadir un insulto más a la herida, algunos legisladores argumentan que tal vez la esclavitud era favorable para la gente negra.
No es suficiente declarar que estos legisladores son malísimos historiadores. También descubrimos su gigantesca estupidez. Porque la historia oculta tiene una forma de filtrarse como una ruptura en un dique hasta que se desata una inundación. Revela lo que más temen los defensores de la supremacía blanca: la historia en el siglo XX de la resistencia negra al terrorismo blanco que derrocó la Reconstrucción.
¿Su solución? Mentir a sus propios hijos.
Suprimir la historia es algo muy grave.
Frantz Fanon, quien vivió sus últimos días apoyando la revolución anticolonial argelina, condenó a los colonialistas por desdeñar la historia de Argelia. En su obra clásica, Los Condenados de la Tierra, escribió: “El colonialismo no se contenta con atrapar a la gente en la red ni con vaciar su cerebro colonizado de cualquier forma o sustancia. Con una especie de lógica pervertida, vuelve su atención al pasado de los colonizados y lo distorsiona, lo desfigura y lo destruye”.
Esa política imperial llevada a cabo contra el pueblo colonizado de Argelia se está utilizando ahora contra el pueblo negro en Estados Unidos. Nos hacen falta escuelas de libertad, escuelas de liberación, como las que se construyeron en la década de 1960, para enseñarles la verdad a los niños y niñas hoy en día.
Con amor, sin miedo, soy Mumia Abu-Jamal.
Tomado de Almayadeen