Como parte de la vanguardia intelectual cubana de nuestro tiempo y líder de opinión en la isla y en América Latina, los enfoques de Abel sobre este impostergable asunto apuntan hacia una mirada crítica, aleccionadora, sugerente, que bosqueja horizontes sobre los peligros de este emerger de neonazismos.
Mientras contextualiza procesos y elementos históricos conectivos con esa realidad preocupante, su visión de hombre de la cultura le permite avizorar acciones de la izquierda en un tiempo que no evoluciona por ciclos, sino que responde a respuestas locales y a acciones globales de una derecha que se empeña en sacar a flote sus verdaderos ropajes, como parte de una estrategia vestida de pseudodemocracia.
En uno de los icónicos salones de la Casa de las Américas, desde “su sillón proverbial” —como escribió Miguel Barnet hace poco menos de un mes en sus palabras de elogio a Abel a propósito de habérsele conferido el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Sociales por la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas— responde a esta entrevista para Resumen Latinoamericano.
Fuente: Resumen Latinoamericano
—En las dos últimas décadas hemos visto un resurgir del nazismo, del fascismo y de las herencias del franquismo en España, ¿cómo se explica este florecimiento?
—Nada más que tienes que echarle un vistazo a las elecciones que acaban de producirse para el Parlamento europeo, esa ultraderecha fascista ha tenido una victoria electoral importante, y este caso es muy llamativo.
“Yo he leído mucho sobre el tema, he buscado mucha información, hay muchos análisis y evaluaciones. Ignacio Ramonet impartió aquí en la Casa de las Américas —la trasmitimos por YouTube— una Conferencia sobre las estrategias de la nueva extrema derecha para conquistar el poder (V).
“Él insiste en que no debemos confundir esta extrema derecha con la de Hitler, Mussolini, Franco; cualitativamente, hay rasgos que las diferencian. Y explica —y otros estudiosos del asunto coinciden— que después de todos estos años de neoliberalismo, ese modelo que se empezó a aplicar con mucho rigor en los años 80 del siglo pasado, tuvo en el Chile de Pinochet una especie de balón de ensayo terrible.
“Es decir, junto con los crímenes de Pinochet vinieron los expertos, los economistas de la Escuela de Chicago, a imponer ese experimento en el que el Estado queda reducido a la mínima expresión y es el mercado el que impone sus leyes. Luego, ante la instauración de este modelo neoliberal no han faltado los titubeos, la cautela, la mediocridad de la izquierda o de la pseudoizquierda que se ha dejado captar por esa doctrina y no ha dado respuestas alternativas al mercado implacable impuesto en todos los ámbitos y que ha ido creando un efecto de desesperación.
“Hay mucha gente que se siente desclasada; las clases medias —lo dice Ramonet con mucha elocuencia— han quebrado y han caído en una especie de vacío en términos de identidad y se sienten arrinconadas. Les angustia mucho el fenómeno de la migración; el rechazo a la migración es uno de los resortes que nutre las filas del nuevo fascismo, la idea de que los inmigrantes van a quitarle los empleos, que van a recibir ayuda de los gobiernos, a enturbiar la raza blanca, a traer mestizaje, costumbres detestables, mediocres, salvajes, bárbaras. Es como la famosa fábula de la invasión de los bárbaros que vienen a invadirnos. Contra eso están las teorías del supremacismo blanco, de odio al que es diferente, a la mujer, a los movimientos feministas, contra los que tienen una furia verdaderamente rabiosa.
“Hay un teórico de Milei, se llama Agustín Laje (con j), que tiene un libro titulado La batalla cultural; es un libro interesante porque revela que hay doctrina detrás de un energúmeno como Milei. Este individuo habla de lesbofeminismo neomarxista; imagínate qué clase de denominación encontró para odiar y dar argumentos contra el feminismo.
“Esa desesperación, esa incertidumbre, esa falta de respuestas, ha nutrido las filas del nuevo fascismo; la política tradicional promete y promete y no cumple nada, y es tremenda la cantidad de gente joven que se suma a los movimientos neofascistas y sigue a demagogos neofascistas.
“Los votantes de Milei tienen menos de treinta años; la masa de votantes de Javier Milei es de gente joven. Pero en España, Vox se está nutriendo de adolescentes, muchachos que están dando sus primeros pasos en la política odiando a las mujeres, a los inmigrantes, a los negros, a los árabes, a los que tienen una orientación sexual diferente a la ortodoxa, a los LGTBI, a las comunidades gay. El fascismo le entrega a esa gente desconcertada, confundida, la idea de que forman parte de una colectividad.
“Hay una periodista estadounidense judía, Talia Levin, que se infiltró en los grupos neonazis en Estados Unidos e hizo una crónica de sus días con este tipo de personas de mucha ferocidad…, los que asaltaron el Capitolio. Ella dice que lo que está buscando mucha gente es entender de manera simple las cosas, que los nazis dicen lo que es malo y lo que es bueno de manera muy simple, sin matices, y llegan a esas personas que están buscando respuestas simples, elementales, primitivas, ante la encrucijada que viven todos los días.
“La era del conspiracionismo. Trump, el culto a la mentira y el asalto al Capitolio, de Ignacio Ramonet, es un libro que recomiendo. Es apasionante porque explica el papel de las redes sociales en el crecimiento de los grupos de odio y de los grupos neonazis. Está publicado en Cuba por la Editorial Ciencias Sociales.
“Son las redes —donde se manifiesta mucha gente joven atraída por los grupos fascistas— espacios ideales para que florezca ese tipo de doctrina y congregaciones, porque en ellas no se razona: se reacciona con ira, con odio y se invita a la confrontación más brutal.
“Hay un estudioso italiano, Leonardo Bianchi, que (le) llama a Instagram “FascioInstagram”, porque dice que esa red social está llena de imágenes de Mussolini, de adolescentes haciendo el saludo nazi, retratándose en lugares donde el Duce, Mussolini, hizo algún discurso famoso.
“De pronto, ellos se han acercado a la historia de esta doctrina —genocida, racista, brutal— idealizándola. Fíjate qué problema, en Italia muchos jóvenes se hacen selfies con chaquetas de la Società Sportiva, que es un club deportivo, pero, ¿cuáles son sus siglas?: SS, para aludir a las SS hitlerianas. Se trata de una mirada absolutamente acrítica de ese fenómeno buscando razones para idealizarlo, exaltarlo.
“También hay otra causa, la cultural. El mundo está retrocediendo intelectualmente, cada vez leemos menos, cada vez analizamos menos lo que leemos; aquello que decía Alessandro Baricco —el gran escritor italiano, el de la novela que publicamos aquí, Seda, que es un gran novelista y un gran ensayista—, que hoy la gente surfea sobre la información, como en las tablas (esas) de surf, nunca profundizan, siempre van sobre la superficie.
“Y tiene mucha razón en eso; es verdad que la tendencia es a ver los titulares y a pasar a otra cosa. La imagen del mundo es fragmentada en la sociedad actual, y al mismo tiempo la tendencia a la superficialidad hace un daño enorme.
“No faltan las alertas en el mundo de hoy acerca de cómo nuestros adolescentes —y digo nuestros: no sólo los cubanos, sino en general en el mundo—, tienen más dificultades para el aprendizaje, para la expresión oral, para eso que llaman comprensión lectora, que es leer un texto y después poder explicar el mensaje de lo leído.
“La gente puede leer o creer que lee, descifrar esos signos, pero después es incapaz de explicar qué fue lo que leyó, qué le quiso decir ese autor. En el contexto de ese retroceso cultural e intelectual que estamos viviendo, que es una verdadera crisis cultural, es fácil que florezca una doctrina muy primitiva cuyas consignas son muy simples.
“Hay mucha gente releyendo el famoso libro de Joseph Goebbels, el ministro de Propaganda de Hitler, Los principios de la propaganda. Cuando lees eso te das cuenta de que se lo puedes aplicar a las redes sociales. Porque son los mismos principios los que hoy influyen todo el tiempo en las redes: repite los mensajes, hazlos muy simples, no pongas al auditorio a pensar, a analizar nada, tienen que ser mensajes muy elementales, reiterarlos, así la mentira se va a convertir en verdad.
“Por otra parte está lo positivo de estas tecnologías. Yo no hubiera podido reunir la información que tengo sobre este nuevo fascismo sin el acceso a internet. De manera que da facilidades, pero al mismo tiempo crea adicción.
“Desde hace unos días, en la prensa española se está moviendo la idea de un proyecto de ley que se llevó al Consejo de Ministros de España para obligar a los fabricantes de móviles, de tablets, de dispositivos que tengan acceso a internet, a que le añadan una aplicación que ellos le llaman control parental. Significa que los padres puedan controlar lo que están consumiendo los adolescentes e influir en esa dependencia de algún modo; hay que decirlo así: es una droga.
“Ayer leía un texto de dos psicólogos estadounidenses que hicieron un análisis de casos de adolescentes con depresión profunda e intento de suicidio, y estos estudiosos coinciden en que en el 2012 hubo un crecimiento de ese indicador, según los registros internacionales, pero particularmente en los Estados Unidos y en Gran Bretaña.
“El problema se hizo evidente, sobre todo, en muchachas adolescentes que intentaron suicidarse o cayeron en una depresión terrible. Y es que 2012 es el momento del boom de las redes sociales, cuando más gente ingresa en las redes y empieza a compartir.
Entonces, si hay una muchachita que es gorda, que se siente muy acomplejada, inferior, porque el modelo de belleza que le imponen a través de todos estos medios es la delgadez, como la de una barbie, ella necesita los like, (de) los “Me gusta”, porque está muy pendiente de la aprobación de esa comunidad que la sigue en las redes, lo cual es muy propio de la adolescencia.
“Hay un analista que dice que el adolescente tiene que mirar el teléfono continuamente a ver si le dieron like a una foto que puso, si recibió algún halago o insulto. Y son sometidos a esta presión particular en ese momento tremendamente contradictorio y complejo en el que están tratando de construir su personalidad, de entender el mundo, de entenderse a sí mismos.
“Todo eso ayuda a que estos grupos neofascistas, de la ultraderecha —que se presentan como muy varoniles, muy duros, con un tipo de discurso agresivo, antisistema—, esté acaparando el sentimiento de descontento.
“La casta, como le llama Milei a los políticos, sienten que en el discurso de los fascistas hay una crítica más dura, más abierta a eso que a ellos les hace sentir mal, humillados.
“Es una suma de temas y de cuestiones que tienen que ver sobre todo con que el mundo de hoy, culturalmente, te está convenciendo todo el tiempo de que el capitalismo es la única forma de imaginar el orden social. Lo que decía Paulo Freire: ‘El gran triunfo cultural del capitalismo es que los pobres se echen la culpa a sí mismos de su miseria, que nunca culpen al sistema’. Y es verdad, han logrado ese triunfo. Tiene que ver con esa colonización cultural que a través de las redes secuestra la subjetividad de millones de personas.
“Y está toda esa emigración deslumbrada hacia un reino de supuestas oportunidades, de supuesta felicidad, donde la gente incluso se pone en manos de traficantes de personas, cosa riesgosa, terrible. La tenemos en Cuba, en toda América, también en el mundo del sur.
“De manera que las tecnologías, que ya no son tan nuevas, han sido un instrumento excepcionalmente útil para este nuevo fascismo. Hoy es insustituible el papel de las redes sociales en la promoción de estas ideas, en la promoción de sus líderes.
“Al propio tiempo, el manejo de lo emocional ha sido muy importante para el nuevo fascismo: acudir a ese componente que va más allá de lo racional y que tiene que ver con lo emotivo; eso influye mucho en la gente, y sobre todo en la gente joven, en la gente sin esperanza, en la gente confundida, desconcertada, que perdió la fe en tantas cosas.
“Siguen usando el soporte libro, como en el caso de los dos grandes teóricos (si se les puede llamar así) de Milei: Agustín Laje y Nicolás Márquez, que utilizan las herramientas tradicionales de promoción cultural e incorporan con mucho éxito las nuevas herramientas.
—¿Hay nexos entre el pensamiento nazifascista en Estados Unidos y sus variantes en Europa?
— La tesis de Ramonet es que Donald Trump ha influido enormemente en que el nuevo fascismo en los Estados Unidos y en Europa se convierta en algo naturalizado. Dice que en otra época a la gente le daba vergüenza manifestar que le atraía un candidato de ultraderecha, que era partidario de un partido o un grupo neonazi.
“Trump ha exaltado el orgullo de colocarse en la ultraderecha del espectro político, el orgullo por ser racista, por ser un nacionalista extremo, furibundo; ese fanatismo que hay en torno a Trump ha influido en el mundo entero, ha sido un inspirador del nuevo fascismo. En este sentido, Milei es como un clon de Trump en pequeño.
“Yo creo que las diferencias que puede haber entre el fenómeno del neofascismo en Estados Unidos y en Europa es que los neofascistas (en) estadounidenses no se interesan por figuras como Franco o Mussolini. En España, sin embargo, el franquismo es muy importante para Vox. Pero incluso para Vox es muy significativo, además de despintar la imagen de Franco, limpiar las horrendas huellas que dejaron la conquista y colonización de América. Acuérdate que ellos inventaron el concepto iberosfera.
“Cuando López Obrador dijo que el rey de España debía pedir perdón por el genocidio que cometieron los españoles con la conquista y la colonización de nuestra América, Vox reaccionó con una violencia tremenda y promovió que se hicieran homenajes a Hernán Cortés dondequiera que se pudiera. Su búsqueda de un pasado honroso, de antecesores honrosos, pasa por Franco, pero llega a Hernán Cortés, y llega a los feroces conquistadores y colonizadores.
“Es una mentalidad peculiar, y es muy curioso que quieran mezclarse con los temas de América Latina. Continuamente Vox ha estado organizando foros; hizo uno en Colombia pocos meses antes de que ganara Petro, cuando las encuestas empezaron a decir que podía ganar el Pacto Histórico y podía ganar Petro. Allá fue Vox con todos los fascistas de este continente para hacer una cumbre terrible, de ultraderecha; también lo hicieron en Perú y en México. Ellos han estado moviéndose.
—Quieren reformular la historia a su favor.
—Sí, hacer una relectura de la historia. Hay una anécdota tremenda, que a mí me estremece. Fue en el cementerio de La Almudena, de Madrid, donde el franquismo fusiló a más de tres mil personas. Allí había un memorial que tenía un verso de Miguel Hernández: “porque soy como el árbol talado, que retoño: porque aún tengo la vida” en letras de bronce, y los tres mil nombres de los fusilados, de los que se identificaron, porque habrá otros que no se identificarán jamás. Entonces el ayuntamiento de Madrid, con mayoría ultraconservadora, de ultraderecha, decidió arrancar ese fragmento del verso y puso: ‘Paz, reconciliación, amor, a todas las víctimas de los conflictos ideológicos’, como homenajeando a las víctimas del franquismo y a las víctimas de los comunistas, de los republicanos.
“Ellos lo llamaron resignificación histórica; el ayuntamiento en su documento oficial dijo que había que resignificar el monumento de La Almudena, y lo que hicieron fue anularlo, absolutamente”.
—Son formas de negacionismo frente al genocidio del fascismo ¿Cómo entenderlas ante la evidencia que aportan las pruebas documentales?
—Bueno, Milei es un negacionista de los grandes crímenes de la llamada dictadura cívico-militar de Argentina, que no fue en los años treinta del siglo pasado, ni en torno a la Segunda Guerra Mundial. Son crímenes muy cercanos en el tiempo, y sin embargo ya hay una corriente negacionista. Treinta mil personas fueron asesinadas, desaparecidas les llaman, pero en realidad desaparecieron para morir, para ser asesinadas.
—¿Seguirá tomando fuerza todo este movimiento que ya está instalado en ambos continentes?
—Aquí en nuestra América fue muy importante la victoria de Claudia Sheinbaum en México, porque en este país hay una derecha dura. Le construyeron una candidata, fabricaron una coalición, incluso desde los Estados Unidos llegó la infamia de que López Obrador tenía contactos con el narcotráfico, una cosa verdaderamente vergonzosa para tratar de dañar moralmente a uno de los más grandes líderes de nuestra América, pero no lograron dañar a su sucesora, Claudia Sheinbaum. Y tiene una enorme importancia que después del triunfo grotesco de Milei, en un país tan culto políticamente como Argentina, haya ganado Claudia y la Cuarta Transformación, inspirada en López Obrador y su gran obra nuestramericana, la vocación latinoamericanista y antimperialista de López Obrador y de México.
“Lula ganó en Brasil, pero por una goleada, como dicen los fanáticos del fútbol, con un margen relativamente estrecho. Y Bolsonaro y sus partidarios, fanáticos también, siguen ahí. En Brasil está ese peligro. Hay una zona de la población brasileña donde hay pobres, que es otro fenómeno nuevo, porque no sólo son los jóvenes los que están en riesgo. Un amigo italiano de la Red en Defensa de la Humanidad me comentó, y después lo confirmé en textos que leí: en los arrabales de las grandes ciudades, gente obrera, humilde, que votaba tradicionalmente por el Partido Comunista, ahora vota por el fascismo.
“A Fidel le obsesionaba cómo combatir al pobre de derecha, cómo darle argumentos a la gente, cómo a partir de las confusiones, de las mentiras, de las distorsiones pueden convencer de seguir esa locura a una persona humilde que no tiene nada que esperar de un demagogo fascista”.
—Quizás por carencia cultural.
—Claro, por la famosa frase de Martí: “Ser cultos es el único modo de ser libres”. Fidel decía: “Sin cultura no hay libertad posible”. Y es verdad que eso es un peligro. En el discurso de Fidel de la Universidad, del 17 de noviembre del 2005 (VI), que es verdaderamente estremecedor, hay un pasaje dedicado a lo que él llama reflejos condicionados.
“Él dice que la publicidad comercial y toda esa maquinaria de manipulación de las mentes crean reflejos condicionados. El imperialismo de pronto señala: ‘Cuba es mala, el socialismo es malo’. Y allá van los pobres de la tierra, la gente sin empleo, sin salud, sin educación, sin ningún tipo de respaldo estatal para que tenga alguna esperanza él y su familia, y repite: ‘Cuba es mala, el socialismo es malo’. Fidel explica cómo ese reflejo condicionado quita la capacidad de pensar, coloca a una persona en contra de sus propios intereses como clase y la acerca a los que siempre la han despreciado y utilizado. Eso es (un) el drama de hoy: los pobres votando por el fascismo.
“Tú me preguntabas si eso puede tener algún tipo de contrapeso. Yo creo que la respuesta también nos la dio Fidel en su discurso de clausura del Encuentro Internacional por el Equilibrio del Mundo como homenaje al Aniversario 150 del natalicio de José Martí (VII), en 2003; el año en que George W. Bush, usando como pretexto el atentado contra las Torres Gemelas, lanza la cruzada global contra el terrorismo, anuncia la invasión a Irak; en Miami decían: ‘Irak ahora, Cuba después’.
“Bush les habla a los estudiantes de West Point y les dice que las fuerzas armadas de Estados Unidos tienen que estar preparadas para invadir y ocupar a ochenta o más oscuros rincones del mundo. Fue un momento donde estábamos viendo una amenaza fascistoide igual que la de ahora. Vinieron a La Habana a ese evento de Martí mucha gente del mundo preocupadas por el destino de Cuba y por el destino de las ideas nobles, y por la oleada militarista, amenazante, fascistoide. Se había derrumbado pocos años antes el socialismo en la URSS y en el llamado campo socialista. Y la gente le preguntó: “¿Qué se puede hacer, Fidel, ¿qué hacer?”. Y Fidel dijo: “Sembrar ideas, sembrar conciencia”, lo repitió tres veces, siempre inspirándose en Martí.
“Fidel era un martiano todo el tiempo, Retamar decía que, para Fidel, citar a Martí era como respirar, era algo tan incorporado que no tenía ni que hacer una pausa ni pensar en eso. Fidel estaba convencido, como Martí, de que ‘Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra’. Fidel creía que podían abrirse espacios para la verdad, para las causas nobles.
“Aquí, en La Habana, hubo un evento que a mí me estimuló, el Tercer Coloquio Internacional Patria (VIII). Fue extraordinario; mira que yo he ido a eventos y escuchado charlas y conversatorios y paneles. En este, todo fue útil, interesante para entender la gran batalla comunicacional en que vivimos.
“Muchas veces la izquierda ha desatendido los temas de la comunicación; la derecha no los desatiende ni por un segundo. La izquierda se ha ocupado relativamente poco de esos temas y, sin embargo, son vitales, como la propia colonización cultural. Y hoy es algo comprobado la conducción de los electores hacia candidatos de ultraderecha a través de las redes sociales.
“La periodista Rosa Miriam Elizalde (IX) hizo un estudio sobre el uso de las redes en el golpe de estado contra Evo Morales que es interesantísimo, sobre cómo a Camacho, el fascista (este) de Santa Cruz, uno de los líderes del golpe, le multiplicaron los seguidores en Twitter del día a la noche, y a Jeanine Añez igual, con el uso de robots. Las etiquetas #Evoasesino, #Evogolpista, crearon un clima muy tóxico, esa palabra que se usa tanto ahora, que facilitó la desmovilización de la gente, del pueblo, y que vieran como inevitable que Evo saliera del gobierno.
“Hoy el papel de las redes en todos los procesos electorales es esencial. Ahora Trump, después del juicio que le hicieron ganó en popularidad con la imagen de que es una víctima de una conspiración, y ganó también en donaciones de dinero. Como víctima recibió grandes recompensas; se abrió un perfil en TikTok y ya tiene una enorme cantidad de seguidores. Las redes hoy son un instrumento como antes fueron las entrevistas de televisión. Él tiene más seguidores en sus redes que la audiencia que tienen todos esos canales estelares juntos.
“Sus mensajes son como puños: simples, primitivos, los principios de Goebbels de propaganda. “Hagamos a América grande de nuevo” (una y otra vez); el discurso contra los latinos, contra los inmigrantes; la idea de salvar a la nación de una invasión silenciosa de inmigrantes; este nuevo fascismo promueve el egoísmo, los instintos más bajos, más mezquinos. Es terrible.
“Y entonces tenemos que volver a Fidel: ‘Sembrar ideas, sembrar conciencia’, con un componente extra, hoy ellos manipulan los conocimientos, la información y las emociones’.
—Terminada la Segunda Guerra Mundial la CIA contrató asesores de la Alemania nazi para hacer investigaciones, operaciones militares, interrogatorios, ¿qué impacto tuvo en las doctrinas de esta agencia estadounidense la influencia de los asesores alemanes nazis?
—Supongo que sí, a una determinada escala. Aunque es un contrasentido ético muy grande reclutar inteligencia proveniente del mundo de Hitler, los yanquis lo hicieron. Porque los yanquis no tienen nada que ver con la ética; para ellos los principios son algo muy remoto. Ningún político yanqui (puede haber algún caso aislado) tiene en cuenta el componente ético de la política. La política se ha degradado mucho en el mundo entero, no sólo en Estados Unidos. Pero esos asesores, ese robo de cerebros de la Alemania nazi por el imperialismo estadounidense tiene que ver con el cinismo yanqui, con ese aprovechar las oportunidades de dondequiera que vengan sin importar qué signo tengan.
“Ellos no tenían ningún tipo de valoración sobre el origen de esos científicos, de esas inteligencias, cómo se habían entrenado, a costa de qué. Acuérdate que ellos lanzan la bomba atómica contra Japón, contra Hiroshima y Nagasaki, cuando ya Japón estaba a punto de rendirse. Realmente no fue contra los japoneses, fue contra la Unión Soviética, lo que querían los yanquis —Truman, un asesino terrible—, era que quedara claro para el mundo entero, y principalmente para la Unión Soviética, quién tenía la supremacía militar, quién tenía el arma letal después de esa guerra, entonces ellos matan masivamente a población civil en Hiroshima y Nagasaki.
“Truman dijo en una entrevista muchos años después: ‘Yo duermo tranquilo’. Y Hollywood se ha encargado de lavar de culpa a los Estados Unidos, ha hecho una relectura de la historia universal, como la de Vox en el cementerio de La Almudena de Madrid.
“Cuando yo era niño veía las películas de los cowboys y de los indios, y siempre te hacían una pregunta: ‘¿Con quién estás, con los indios o con los cowboys?’. Uno estaba con los cowboys —increíblemente—, porque los indios eran los salvajes, te los ponían pintarrajeados, como asesinos rodeando la diligencia donde estaban acorralados la muchacha y el galán.
“Entonces ese genocidio que fue la conquista del oeste: concentrar a los indios en guetos, alcoholizarlos, esas cosas terribles que hicieron con aquellas poblaciones, la presentaron al público de todo el mundo como la llegada de la civilización frente a la barbarie representada por los indios.
“Pero después lo hicieron con la guerra de Corea. También vi de niño la saga de la guerra de Corea, y me alegraba cuando todos aquellos chinitos, los coreanos, caían ametrallados por los héroes yaquis. Incluso era una visión idealizada, porque los yanquis fueron derrotados en Corea. Y han hecho lo mismo con el famoso síndrome de Vietnam. Hollywood se encargó de curar ese síndrome, ese complejo, la humillación que recibieron del pueblo vietnamita.
“Volviendo a la pregunta tuya, las ideas fascistas de aquellos científicos que fueron importados por los Estados Unidos para sus operaciones, seguramente macabras, son minoritarias con respecto al fascismo propio que generaba Estados Unidos.
“Fíjate que cuando crean el conflicto con Japón, a los japoneses residentes en Estados Unidos los meten en campos de concentración en los propios Estados Unidos. O ¿tú quieres cosa más fascista que el Ku Klux Klan? que es muy Made in USA. El Ku Klux Klan es típicamente americano.
“Allí había un fascismo nativo, ‘criollo’, de raíces muy profundas en una nación violenta, llena de odio, donde hay un culto a las armas de fuego, y donde a cada rato en una escuela aparece un muchacho desequilibrado que mata a sus compañeritos de aula, a profesores, porque cualquiera puede comprar un arma de asalto por internet.
“Hay un libro, también tremendo, que publicó la Editorial Ciencias Sociales, de la corresponsal de Russia Today en Estados Unidos, Helena Villar. Se llama Esclavos unidos. El reverso del American Dream; es extraordinario. Tiene un capítulo sobre los opioides, sobre las drogas, y tantísimos argumentos de cómo ese sueño americano, ese American Dream, no es como lo pintan, y cómo está lleno de horror, de muerte, de crimen.
“Pero han logrado una gran maquinaria cultural para convencer al mundo de que fueron los triunfadores en la Segunda Guerra Mundial. Hay una encuesta por ahí, que dice que hoy el 90 por ciento (por ciento) de la población europea —o el 99— cree que fueron los Estados Unidos quienes vencieron a Hitler y nadie se acuerda de la Unión Soviética. Convencen de que ellos son los portadores de los valores occidentales superiores, de los valores democráticos, de la modernidad.
“Martí dio una gran batalla contra eso desde los años ochenta del siglo XIX hasta que murió, hasta su carta a Manuel Mercado, para que los políticos y los intelectuales de Cuba y de América Latina —la América Latina recién independizada de España—, no buscaran la brújula en el norte, no buscaran su orientación, su modelo, en el norte, y describió cómo eran las elecciones americanas, cómo esos representantes estaban comprados por las corporaciones, por las empresas. Y dijo: ‘Maldita sea la prosperidad a tanta costa’.
“Y añadió: ‘Los Estados Unidos han alcanzado altas cotas de prosperidad metalificándolo todo’; metalizándolo, pero él usa esa palabra un poco rara. Martí no quería esa modernidad, no quería la prosperidad capitalista basada en la explotación de la gente, en que una élite tuviera todos los privilegios y todos los lujos y una gran masa estuviera hambreada y en condiciones de extrema pobreza. Martí vio claro que el camino no era ese, y se angustió mucho porque en América Latina —frente al viejo imperio de España, que representaba valores antiguos, decadentes— de pronto aparecía este joven imperio deslumbrando a la gente”.
—Los gobiernos de Estados Unidos y de Europa están liderados por tecnócratas, que son como instrumentos de usar y tirar, pero a la vez se percibe un posicionamiento de los partidos de extrema derecha legalmente reconocidos en responsabilidades de gobierno. ¿Cuál es la lógica que explica esta arquitectura?
—Es la lógica del capital. En la política tradicional, en los Estados Unidos y Europa existe lo que llaman las puertas giratorias: un alto funcionario del gobierno termina el período de mandato del presidente del cual él forma parte de su equipo, y va a trabajar a una compañía que es probable que hubiera favorecido desde el gobierno y le lleva a los empresarios todos sus contactos, sus relaciones, las que adquirió en el ejercicio de sus funciones como empleado público.
“Y luego en el mundo de hoy funciona así: arrasan en Irak, como la arrasaron, y después las compañías privadas, las corporaciones, van a reconstruir Irak. La guerra es un gran negocio. El dinero que va para Ucrania para apoyarla en la guerra con Rusia, los ucranianos lo utilizan para comprar armas al complejo militar-industrial de los Estados Unidos.
“Ese gran negocio oculta al mismo tiempo las profundas debilidades del sistema, porque este es un momento en que los Estados Unidos, el imperialismo norteamericano, está perdiendo hegemonía —no se nos debe olvidar eso—.
“Hoy ha ido cambiando aquel mundo unipolar que surgió después del derrumbe de la Unión Soviética y del campo socialista, ese mundo unipolar con occidente como único señor del mundo, de la Tierra, con los Estados Unidos al frente. Ahora están los BRICS, está Rusia, está China, como la gran potencia verdaderamente en términos económicos y en términos tecnológicos, y en términos de que no está metida en ninguna guerra y que está haciendo importantísimas inversiones en África y en la propia América Latina.
“El mundo ya es multipolar, absoluta e inevitablemente multipolar, y este delirio bélico que tiene los Estados Unidos, su apoyo a Israel en su barbarie contra Palestina, y a Ucrania para que resista ante la guerra con Rusia, tiene que ver con la desesperación que les provoca percibir que su poder ha perdido fuerza, que se está debilitando, que se está desprestigiando.
“Los BRICS es un fenómeno nuevo que tiene que preocuparles. Son todos países muy diversos, pero que no tienen una dependencia del dólar ni de los mecanismos financieros controlados por Estados Unidos. Hay un Banco del BRICS que lo preside Dilma Rousseff; son señales muy inquietantes para los ideólogos del imperio, porque realmente están perdiendo terreno.
“Donde tienen todavía una fuerte hegemonía es en lo cultural y lo informativo, lamentablemente. Y nuestra obligación, es abrir brechas en esa hegemonía.
“Yo usé una metáfora cuando hablé en Patria a partir de José Lezama Lima. Él decía que el método tiene que ser el rasguño en la piedra; hay que hacer un rasguño en la piedra una y otra vez, sin desesperarse, que por esa hendidura va a salir a flote la verdad. Tenemos que lograr defender la verdad todos los días tratando de hacer un rasguño en la piedra de la mentira, en la muralla de las falsedades, de las calumnias”.
“Frente a esa expansión del pensamiento nazi-fascista, lo primero es lo que nos pidió Fidel: sembrar ideas, sembrar conciencia; hay que generar mensajes, análisis, pensamiento, a través de todos los medios disponibles, teniendo en cuenta que hoy se lee mucho menos que antes. Pero, sin dudas, hay que generar una cultura antifascista, hay que generar un pensamiento antifascista; no podemos ver eso como algo muy remoto.
“Recordemos que en un Halloween en Cuba hubo jóvenes disfrazados de miembros del Ku Klux Klan y que, en otro Halloween, en un concurso institucional de la música, el ganador fue un joven disfrazado de oficial nazi. En este mundo globalizado, no podemos pensar que estamos aislados; todas las más terribles doctrinas, imágenes, ideas, circulan libremente todo el tiempo y caen sobre gente de todas las generaciones, pero en particular sobre los muy jóvenes.
“La izquierda tiene que articularse. Fue muy importante este punto en las conclusiones del Tercer Coloquio Internacional Patria, por las acciones que se propusieron los participantes para que los distintos núcleos de la cultura de la resistencia, de la emancipación, antifascista, se conecten y nos hagan mucho más fuerte de lo que somos dispersos, aislados. Tenemos que lograr un gran frente anticapitalista, antifascista, antimperialista, por el socialismo.
“Hoy yo recordaba en un encuentro que tuve con amigos venezolanos cómo Chávez rescató la palabra socialismo en un momento en que nadie hablaba del socialismo. Fidel hablaba del socialismo y lo seguía defendiendo, pero de pronto surgió otra voz, alguien que fue como un hijo para Fidel, hablando de socialismo cuando después de aquel derrumbe, el gran coro triunfal de los neoliberales consideró estaba enterrado para siempre.
“Hay que construir alternativas, hay que combatir día a día la idea de que el capitalismo es el único orden social imaginable y posible, que es como una especie de orden natural, que la competitividad capitalista es la actitud ante la vida que nos corresponde como especie. Todo eso es falso.
“Tenemos que recuperar palabras que nos han robado. Ahora Milei hizo suya la palabra libertad. La libertad es de nosotros, la democracia verdadera es de nosotros, los derechos humanos son nuestros, y toda esa maquinaria nos ha secuestrado esas palabras.
“Yo creo que es importante todo ese trabajo de sembrar ideas, sembrar conciencia en torno a un gran frente antifascista global. Es importantísimo que trabajemos en la gestación de ese frente antifascista global, y ahí ustedes, los comunicadores, los periodistas, con todo ese saldo tan extraordinario que han dejado los Coloquios Patria, pero en particular el más reciente, pueden hacer muchísimo por un gran frente comunicacional antifascista, por un gran frente de comunicadores antifascistas y anticapitalistas en busca de las alternativas que merece nuestra especie, porque ese otro mundo mejor que es posible y es imprescindible. Hay que sumar a todo el que pueda ser sumado a este frente antifascista y anticapitalista.
“En Estados Unidos todo el clima cultural, político, ideológico, está contaminado por todas esas corrientes de pensamiento neofascista; los tanques pensantes están contaminados, la política está contaminada, hasta tal extremo se ha derechizado la política de ese país. Hablar de socialismo, de respeto a la diversidad, a la soberanía de las naciones, de pronto han pasado a ser como temas prohibidos.
“Hay un miedo serval en los políticos a ser calificados de rojos, es como un neomacartismo; nosotros vivimos hoy un neomacartismo en Estados Unidos y en otros lugares del mundo; hay una especie de tribunal anticomunista permanente en nombre de los valores patrióticos, en nombre de los valores de la gran nación, por eso es un momento tan peligroso”.
—Desde el arte, la cultura y las ciencias sociales se han hecho importantes contribuciones al estudio de las corrientes neonazis desde los inicios de la II Guerra Mundial hasta la actualidad, pero este cúmulo de saberes no ha sido suficiente para que se entiendan los peligros de estos demonios ¿Por qué?
—Es verdad que se han hecho contribuciones importantes en favor de esa cultura antifascista de que hablábamos, pero los grandes circuitos de legitimación en términos culturales, los grandes premios de las editoriales, los que da Hollywood, los Oscar, los Grammy, los que da la industria de la música, todos se dirigen a estimular la producción artística y literaria que no sea peligrosa para el sistema.
“Hay un libro extraordinario (otro) de un educador español que se llama Jon Illescas: La dictadura del videoclip: industria musical y sueños prefabricados, que es interesantísimo. Él explica cómo todo artista que se sale de la línea ortodoxa de apoyo al sistema, de respaldo al sistema, es censurado, incluso hasta artistas muy célebres, son censurados. La industria no acepta el menor devaneo, la menor herejía, y en ese sentido, como dice el propio Illescas, los creadores se van autocensurando, evitan el conflicto, evitan la ruptura, evitan la confrontación”.
—¿Qué articulaciones hay entre el nazismo, el fascismo, y las herencias del franquismo, en el pensamiento colonialista que prolifera en la contemporaneidad?
—Representan un pasado que está siendo lavado por sus representantes contemporáneos; hay un intento muy obvio de lavar la imagen de Franco, de lavar la imagen de Mussolini, de Hitler, pero hay un intento también de lavar la imagen de Videla, de Pinochet y de los asesinos del Plan Cóndor.
“Lo que pasó con el cincuenta aniversario del golpe fascista contra Allende en Chile fue muy doloroso, hubo voceros de la ultraderecha que se atrevieron a decir que la culpa del golpe la tuvo el propio Allende por sus políticas equivocadas. Por fortuna hay un documento desclasificado asociado a una discusión de Richard Nixon con el director de la CIA, en el año 1970 —todavía Allende no había asumido como presidente, aunque estaba electo—, donde Nixon dice: ‘Ese comunista no puede llegar a La Moneda’.
“Ya el emperador había mandado a matar a Allende antes de que empezara a gobernar, por eso es tan cruel y grotesco que acusen a Allende de errores que después obligaron a los militares a poner orden; todo eso es una infamia más de las muchas que circulan cotidianamente.
“Yo creo que sí, que esos figurones del fascismo clásico están presentes hoy, y al mismo tiempo está presente toda una horda de fascistas posteriores. Mucha gente no se atreve a criticar a Pinochet, o considera que hizo lo correcto, o que salvó la civilización cristiana del fantasma del comunismo. Hay un libro de Miguel Rojas Mix, un ensayista chileno muy importante, que se llama El dios de Pinochet. Fisionomía del fascismo iberoamericano. No está publicado en Cuba, pero explica las supuestas inspiraciones divinas que tuvo Pinochet, cómo todo el tiempo se consideraba un instrumento del Altísimo (como él decía); de Dios, para asesinar, para dejar esa huella terrible de sangre y muerte.
“Todos ellos, Mussolini, Hitler, Franco, y los que siguieron después, están siendo lavados por los nuevos fascistas, como también lo han hecho con conquistadores y colonizadores españoles que cometieron espantosos crímenes en nuestras tierras”