#100AñosConFidel 🇨🇺

Luciano Vasapollo, recuerda al Comandante Fidel Castro en el marco de la jornada por los 100 años de su natalicio a celebrarse el próximo agosto de 2026,  “Para nosotros, militantes ‘en defensa de la humanidad’, objetivo que él mismo nos confió explícitamente al fundar REDH, Fidel representa uno de los pilares teóricos más profundos del pensamiento antimperialista y del socialismo revolucionario. Él trasciende las especificidades y las contingencias, convirtiéndose en ejemplo y fundamento para todas las revoluciones antimperialistas capaces de defender y relanzar la cultura como proyecto de integración internacional, en línea con Hugo Chávez, José Carlos Mariátegui y el ALBA.

El prof. Luciano Vasapollo, decano de economía en La Sapienza de Roma y dirigente político de la Rete dei Comunisti, fundador junto a Rita Martufi del Capítulo italiano de la REDH (Red de Intelectuales y Artistas  en Defensa de la Humanidad), analiza, en una entrevista con FarodiRoma, la herencia de Fidel Castro,  líder máximo de la Revolución Cubana, que está destinada ciertamente a la Isla Caribeña y a América Latina, pero también —en una perspectiva internacionalista— a todos los pueblos y a todos los hombres que se rebelan contra las injusticias y el imperialismo. “Fidel —de hecho— nos enseñó que ‘la Revolución es el sentido del momento histórico’. La propuesta socialista revolucionaria, a menudo ridiculizada o acusada de ser retrógrada por los populismos electoralistas, se convierte en cambio en una alternativa extraordinaria, sobre todo en una crisis sistémica del capital sin precedentes. No es solo un horizonte para Cuba y la Venezuela chavista, sino una oportunidad para todas las organizaciones de clase en el mundo para concretar la utopía socialista: justicia social, libertad, igualdad”.

Vasapollo colaboró estrechamente con Fidel Castro durante más de 12 años, también en la preparación y gestión del evento anual sobre la globalización, junto al entonces presidente de la ANEC, Roberto Verrier. “Y de Fidel, como de Chávez —relata el economista— aprendí a hacer política y a dirigir mi sentido de la vida con mucha rigurosidad y sentido de partido y de la disciplina de la organización, hasta el punto de molestarme considerablemente con quienes no lo tienen o hacen prevalecer el protagonismo personal y autorreferencial”.

Según Vasapollo, “la Cuba fidelista y guevarista ha seguido sirviendo con dignidad y pasión a su pueblo y al de los países del ALBA, transformando sueños en realidades políticas. Este camino, que continúa en Venezuela y en otros lugares, es un ejemplo para nosotros, marxistas militantes: una política al servicio de los trabajadores, capaz de superar el capitalismo aquí y ahora, conscientes de las relaciones de fuerza internacionales. Más allá de la centralidad médica y solidaria —la atención gratuita y las misiones sanitarias contra el Covid-19 también en Italia—, Fidel ha encarnado una revolución que contrasta el imperialismo y desmiente las previsiones de una ‘normalización capitalista’ de la isla, como dijo recientemente Díaz-Canel, el actual secretario del PCC y presidente cubano, por lo tanto el sucesor de los Hermanos Castro.

Profesor Vasapollo, hoy recordamos a Fidel Castro a 99 años de su nacimiento. ¿Qué representa para usted y para los socialistas revolucionarios de hoy?

Para todos nosotros, los socialistas revolucionarios, se trata de indicar claramente una de las bases teóricas más profundas del pensamiento antimperialista y de las perspectivas socialistas. Fidel es un referente que logra ir más allá de la particularidad y la contingencia, afirmándose como fundamento de todas las revoluciones antimperialistas que tienen la capacidad y la fuerza de proponer el rescate de la cultura. Como nos enseñaron Fidel y Chávez, esto se inserta en un proyecto de integración internacional, que es la base del ALBA, que une y apoya las experiencias socialistas en América Latina. Países como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, resisten y mantienen vivos los ideales de autodeterminación.

Usted a menudo habla de la “batalla de las ideas” de Fidel. ¿Qué significa concretamente?

Fidel siempre nos indicó el camino de la batalla de las ideas, recordándonos que ‘la Revolución es el sentido del momento histórico’. Lo que para algunos, de manera superficial, puede parecer retrógrado, se convierte en realidad en la extraordinaria alternativa socialista revolucionaria, a partir del ejemplo de la Revolución cubana, dentro de una crisis sistémica del capital sin precedentes. Esto debe convertirse en una oportunidad para todas las organizaciones de clase socialistas y comunistas del mundo para jugarse una vez más la apuesta de construir concretamente un horizonte de justicia social, libertad e igualdad, en el gran proyecto del socialismo científico.

¿Cuál es hoy el mensaje de la continuidad revolucionaria cubana?

La Cuba guevarista y fidelista lleva décadas, con dignidad y pasión, el servicio leal a su pueblo y a los pueblos del ALBA y de los Sures del mundo explotados. Lo hace transformando los sueños en realidades concretas de la transición socialista, exactamente como pensaban Fidel y Che Guevara. También nosotros, en nuestra pequeña medida, trabajamos en esta dirección: una política al servicio de los trabajadores, orientada a superar el capitalismo y a afrontar, aquí y ahora, las contradicciones entre el socialismo deseable y el socialismo posible según las actuales relaciones de fuerza internacionales.

¿Qué significa, hoy, la herencia concreta de Fidel Castro?

Significa atención médica gratuita para todos, misiones sanitarias internacionales que han ayudado a los países más afectados por el Covid-19, incluida Italia. Significa la continuidad política revolucionaria confirmada por Miguel Díaz-Canel, que ha desmentido las previsiones de la gran prensa occidental sobre un supuesto inicio de Cuba hacia el capitalismo. Por el contrario, Cuba continúa su proceso socialista. Fidel es un patrimonio de la humanidad: no se trata de una frase retórica porque hoy el imperialismo continúa amenazando a los pueblos que han tenido la fuerza de buscar el camino de la independencia económica y la autodeterminación política. Impone sanciones durísimas a quienes no siguen sus reglas, que van de la mano con la imposición de las recetas neoliberales, que solo han provocado miseria económica y existencial. Cuba, Venezuela, Nicaragua, pero también Siria, Irán y Líbano sufren un bloqueo durísimo, que causa hambre y enfermedades. A pesar de ello, continúan resistiendo. Es necesario defender y apropiarse del patrimonio ideal y práctico que el Comandante Fidel ha dejado a los pueblos y a los trabajadores.

Usted insiste mucho en la conexión entre la herencia política y la actualidad histórica. ¿Por qué Fidel no debe ser “monumentalizado”?

Porque monumentalizarlo significaría anestesiarlo, relegarlo al pasado, como se ha hecho con otras figuras épicas del siglo XX. No sirve responder a las acusaciones pretextuales de dictadura, sino que es fundamental defender y apropiarse del patrimonio ideal y práctico que Fidel ha dejado a los pueblos y a los trabajadores. Hoy el imperialismo amenaza a los países que persiguen la independencia económica y la autodeterminación política, imponiendo sanciones durísimas y recetas neoliberales que generan miseria. Cuba, Venezuela, Nicaragua, Siria, Irán y Líbano resisten, a pesar de los bloqueos que provocan hambre y enfermedades. Debemos apoyar a estos pueblos, como Fidel y Cuba han hecho concretamente durante más de medio siglo. Por ello, debe valorarse el papel de las alianzas internacionales como instrumento para relanzar una lucha a escala global, que puede ampliarse de manera diversificada a partir de los importantes procesos de cambio en los distintos países del ALBA a partir de la gran y heroica resistencia de la revolución socialista cubana. Es por esto que el análisis teórico y nuestro obrar y actuar político se relacionan y tienen que ver directamente, ahora también aquí en Italia y en Europa, con la dimensión del internacionalismo de clase, con la ubicación política internacional de cada movimiento, organización y partido de la izquierda de alternativa y de clase, comunista, en la conciencia de que nuestro desafío ‘aquí y ahora’ es mantener viva también en la realidad europea de la crisis sistémica la idea y la práctica de la superación revolucionaria del modo de producción capitalista. Esto se lleva a cabo en términos de una perspectiva real de programa para ir más allá de la solidaridad política, practicando experiencias políticas de clase como parte de una dimensión internacionalista del anticapitalismo y de las transiciones concretas del socialismo posible, que ya es necesario en el campo en varias partes del mundo.

Hablemos entonces del internacionalismo de clase: ¿cómo se sitúa hoy frente a los desafíos globales?

Discutir y realizar transiciones al socialismo significa razonar en términos internacionalistas, valorando las alianzas como instrumento de lucha global. Esto es válido para los procesos de cambio de los países del ALBA y para la resistencia heroica de la revolución socialista cubana. También aquí, en Italia y en Europa, debemos vincular nuestro actuar político a la dimensión internacionalista, colocándonos en un frente de clase, comunista y anticapitalista. El desafío es mantener viva, incluso en la crisis europea, la idea y la práctica de la superación revolucionaria del capitalismo, yendo más allá de la mera solidaridad política y construyendo experiencias concretas de socialismo posible que ya están en marcha en varias partes del mundo. A partir del ejemplo de la Revolución Cubana, dentro de la crisis sistémica del capital como nunca antes se había visto; pero sobre todo cómo esta debe convertirse en una gran oportunidad no solo para la Cuba socialista y para la Venezuela revolucionaria chavista, sino para todas las organizaciones de clase socialistas y comunistas en el mundo para jugarse una vez más la apuesta de construir concretamente el horizonte posible de la humanidad hacia la justicia social, la libertad, la igualdad en el gran proyecto nunca adormecido del socialismo científico, completamente realizado. Este es el camino que la Cuba guevarista y fidelista lleva décadas recorriendo con dignidad y gran capacidad y pasión, sirviendo con lealtad infinita al pueblo revolucionario cubano, así como al venezolano y a los países del ALBA y a todos los Sures explotados, intentando unir sus sueños que la política de clase transforma en la realidad de la transición socialista, es decir, los sueños en la concreción del actuar de todos nosotros, marxistas militantes revolucionarios.

Profesor Vasapollo, ¿de qué manera cree que el legado de Fidel sigue siendo actual en el contexto geopolítico contemporáneo?

El concepto de internacionalismo de clase es válido hoy como ayer. Fidel promovió la idea de un orden mundial multipolar y solidario, y su visión encuentra continuidad en la alianza ALBA, en la Tricontinental descolonial y en el desarrollo de los BRICS. Estos procesos son centros de lucha contra el unipolarismo occidental y a favor de la justicia social global. Esta fue, de hecho, la idea de Guevara y Fidel y de la Cuba revolucionaria desde el principio, y en nuestra pequeña medida también la nuestra sobre la política al servicio de los trabajadores en un horizonte estratégico de la superación del capitalismo y de la inmediatez de la transición revolucionaria, con la conciencia de que son las relaciones de fuerza en el conflicto internacional capital-trabajo las que hoy plantean la dinámica de la contradicción entre el socialismo deseable y que se debe construir versus el socialismo posible aquí y ahora, dadas las actuales relaciones de fuerza internacionales.

¿Qué podemos aprender de su experiencia personal con Fidel?

Participé en numerosos foros internacionales con Fidel: ejemplos vivos de democracia socialista y de la fuerza de las razones revolucionarias. Vi cómo, en condiciones geopolíticas extremadamente adversas, defendió su idea de socialismo con dignidad, claridad y pasión. Esta enseñanza, junto con su pensamiento, es lo que debemos llevar adelante hoy. Y creo que es útil subrayar la convergencia entre el pensamiento de Fidel y el del Papa Francisco: la lucha contra la guerra, las armas nucleares, el medio ambiente y el hambre mundial comparten una raíz humanística muy cercana. Al igual que Francisco, Fidel también representa un patrimonio de la humanidad, no por retórica, sino por su ejemplo actual contra el imperialismo, las sanciones y las injusticias neoliberales. En los últimos años, después de la enfermedad, Fidel siguió siendo ‘un soldado de las ideas’, continuando su compromiso de la teoría a la práctica; un legado que considero fundamental y que hizo visible cómo el socialismo se construye en la práctica: entre bloqueos y sanciones, en Cuba y en Venezuela la revolución resiste viva en el pueblo, no solo en los libros.

Salvatore Izzo.

Fuente: Faro di Roma

Por REDH-Cuba

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