Frente a las mareas oscuras de la historia, el Movimiento Poético Mundial (WPM) se levanta. En su primer congreso, celebrado en Medellín y Caracas en julio de 2023, lanzó un sonoro grito de alarma ante el auge del fascismo y las fuerzas neocoloniales. Los poetas de WPM no dudaron en involucrarse activamente, dando su apoyo a Níger y Palestina, ambos amenazados de invasión y aniquilación.
Hoy, incluso los aliados de Netanyahu reconocen los crímenes de guerra que ha cometido en Palestina, Líbano e Irán. El reciente acto en Doha demuestra, si aún fuera necesario, el implacable propósito de Israel y sus cómplices: eliminar cualquier voz disidente, cualquier activista por la libertad.
Por si este horror no fuera suficiente, Estados Unidos, bajo el falso pretexto de la lucha contra el narcotráfico, amenaza con invadir Venezuela. Su objetivo es claro: asesinar al presidente Nicolás Maduro, cuyo error es denunciar abiertamente el peligro del fascismo mundial.
Hoy, es Maduro. Mañana será cualquier país, cualquier ciudadano que se niegue a cumplir con la política neocolonial del bloque imperialista.
Nosotros, los poetas de WPM, no podemos darnos el lujo de permanecer callados ante esta nueva agresión a un país soberano. Nuestro silencio sería una traición al mundo libre, un abandono de la esperanza que encarna nuestra lucha. Nuestra mayor contribución a la humanidad no radica en un Premio Nobel de literatura, sino en nuestra capacidad de ser el canto del gallo que denuncia la presencia del águila alrededor del gallinero.
Saley Boubé Bali (Niger)