Que un imperio sumamente agresivo amenace a numerosos países con imponerle fuertes sanciones económicas y financieras si no obedecen sus órdenes, y que 165 naciones hayan ignorado sus presiones y votado en la Asamblea General de la ONU a favor de la Resolución cubana para poner fin al bloqueo impuesto por Estados Unidos, significó una rotunda victoria moral para el gobierno cubano y a la par una vergonzosa derrota para el régimen del convicto presidente norteamericano, Donald Trump.
Washington fue derrotado y humillado en 33 ocasiones desde 1992 en la Asamblea General de la ONU que ha votado para apoyar la Resolución Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba actualizada todos los años.
En esta ocasión las presiones imperiales fueron abiertas y desfachatadas pues como denunció el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, la campaña estuvo dirigida no solo a distorsionar la imagen de Cuba, sino a generar elementos de presión sobre terceros países respecto a su postura sobre el bloqueo y su objetivo era crear un clima de desinformación y confusión, provocar desmoralización, así como generar en los estados miembros de Naciones Unidas un sentimiento de inseguridad o temor.
Rodríguez Parrilla develó que el secretario de Estado, Marco Rubio, envió agresivas cartas intimidatorias y engañosas a varios países con el objetivo de obligarlos a modificar la posición tradicional e histórica que han sostenido en apoyo a la Resolución contra el bloqueo.
En esta ocasión siete países votaron en contra de la Resolución y seis se plegaron a las amenazas estadounidenses, unos por ser fieles aliados y otros por miedo. Ellos fueron, además de Estados Unidos, Argentina, Hungría, Israel, Macedonia Norte, Paraguay y Ucrania.
También el terror y la incertidumbre por las posibles «sanciones» amedrentaron a otros 12 países que se abstuvieron a ejercer el voto: Albania, Bosnia-Herzegovina, Costa Rica, Checa, Ecuador, Estonia, Latvia, Lituania, Marruecos, Polonia, Moldavia y Rumania.
Esta fue otra frustrada ocasión que utilizó Estados Unidos para pretender minimizar el impacto abrumador del bloqueo, culpando incluso al modelo de desarrollo cubano y a sus autoridades a través de operaciones de manipulación y desinformación principalmente en las redes sociales.
Pero la vergüenza, dignidad y valentía del pueblo y gobierno cubano quedaron enaltecidas ante la comunidad internacional, cuando nuevamente el imperio sufrió 165 derrotas de países dignos que dieron su apoyo irreversible a la Isla del Caribe.
Cuba volvió a vencer a las poderosas fuerzas del imperio, y en el seno de las Naciones Unidas, levantó las banderas de la libertad, soberanía e independencia que ha mantenido desde enero de 1959. Cuba venció y seguirá adelante.
Fuente: Cuba en Resumen
