Palabras en la entrega de los Premios Maestro de Juventudes


Fuente: Cubadebate

La Asociación Hermanos Saíz, que cumplió 39 años el pasado 18 de octubre, camina hacia las cuatro décadas de vida, con el impulso de quienes deseamos hacer en el menor tiempo posible, con la voluntad de jóvenes escritores, artistas e investigadores repletos de sueños y proyectos creativos.

Hoy pudiéramos hablar de todo lo bueno de la organización, de lo que hemos logrado en el año más reciente, pero nosotros lo que deseamos es hacer más, tener metas superiores, ser cada vez más útiles a los jóvenes creadores, a la cultura, a la sociedad, a la Patria y a este país que tanto amamos.

Hace apenas unos días, una brigada de más de 30 integrantes de la AHS, participamos en la Fiesta de la Cubanía en Granma, un lugar donde el corazón de la nación se siente de manera especial. Nuestra mente pasa con mucha frecuencia imágenes de los iniciadores, que el 20 de octubre de 1868 entonaron el Himno en la romántica Bayamo.

Ahí estaban, por ejemplo, Carlos Manuel de Céspedes, el Padre, y Perucho Figueredo, hombres de versos y música, de un coraje tremendo y pasión por Cuba.

Esa mezcla de patriotismo y arte es también parte del encanto de la nación cubana, enriquecida por otros, como José Martí, el propio Fidel y el Quinteto Rebelde, que desde el corazón de la Sierra Maestra entonaba canciones con el valor y la sabrosura guajira.

Los jóvenes creadores de la AHS debemos ser siempre lo mejor posible como escritores, artistas, investigadores y promotores, como amigos, padres, hermanos, como seres humanos, lo mejor posible como hijos de esa madre grande que es Cuba.

Tenemos que hacer de la belleza, entendida como bondad y búsqueda de perfección, una especie de puente interminable, de motor que impulse cada gesto, cada palabra, cada acción nuestra y nos guíe en el camino de los anhelos.

Esa también es una manera de ser consecuentes con las enseñanzas de Luis y Sergio Saíz Montes de Oca, dos muchachos que murieron uno defendiendo al otro, dos escritores profundamente martianos y fidelistas, que fueron asesinados por esbirros de Batista el 13 de agosto de 1957 en San Juan y Martínez, actual provincia de Pinar del Río.

Con mucha frecuencia pienso en ellos. Me gusta imaginar que si vivieran hoy serían miembros de la AHS, leyeran sus poemas junto a nosotros, Luis tocara el violín y Sergio hiciera alguna de sus bromas. Seguramente se irían con nosotros a subir el Pico Turquino o a las Romerías de Mayo. En homenaje a ellos y a Fidel, quien fue Maestro de Juventudes y Miembro de Honor de la AHS, nuestra Jornada 13 de Agosto por segundo año tuvo alcance nacional en el 2025, con actividades en todas las provincias.

En la cultura, entendida en su sentido más amplio, palpitan las esencias, la energía, el espíritu desafiante, el afán de alcanzar lo que parece imposible, el propósito de enamorar… Ahí está también parte fundamental de nuestra identidad como nación y pueblo. La solidaridad, el afán de ayudar y el amor hacia la Patria es también parte de nuestra cultura, profundamente descolonizadora.

“Honrar honra”, nos decía Martí. Reconocer y aplaudir a los Maestros, a nuestros referentes, a personas que tanto han hecho por el arte y la nación es un acto de justicia, es una acción también de agradecimiento y admiración.

A ustedes, Miembros de Honor de la AHS, Maestros de Juventudes, nuestro abrazo. Tengan la certeza de que las nuevas generaciones de creadores seremos consecuentes con sus enseñanzas y con ese torrente hermoso, cautivador y desafiante, que es la cultura cubana.

Este año la Dirección Nacional de la AHS, decidió otorgar la Condición de Miembro de Honor de la organización a Martica Bonet y a Magda Resik, dos mujeres que han dedicado gran parte de sus vidas al quehacer dentro del ámbito cultural, con sus obras, por ejemplo, como musicóloga Martica, y Magda como periodista, directora y conductora de espacios televisivos y radiales.

De ellas, admiramos también la dedicación a impulsar la obra de otros desde distintas responsabilidades que han asumido, como ahora en la UNEAC. Magda, por ejemplo, siempre dice que es medio básico de la AHS, y nosotros le agradecemos sus ideas y ayuda de amiga y hermana grande.

Por primera vez otorgamos la Condición Alma AHS, para reconocer a personas que, sin importar sus edades, mantienen su juventud y el espíritu desafiante y bondadoso, la fidelidad total a la creación y a Cuba, con el afán permanente de hacer el bien y cultivar la belleza.

Juanito Piñera, profesor y joven eterno; y Marta Campos, mujer con el corazón lleno de canciones y sonrisas, quienes nos suelen acompañar en espacios de la Asociación, son indudablemente merecedores de ese reconocimiento.

A partir del 2025, instauramos también la Réplica del Monumento a los Hermanos Saíz para agasajar a jóvenes escritores y artistas, grupos creativos e instituciones, que muestren una obra valiosa, capacidad de crear más allá de la cultura y profundo compromiso con la AHS.

Nos alegra que hoy la reciban el Primer Bailarín y Director de la Escuela Nacional de Ballet Dani Hernández y el proyecto Oralitura Habana. A ustedes también nuestro abrazo y el deseo de que sigamos muy juntos en los senderos del arte.

Otra vez jóvenes creadores de todas las provincias hicieron sus propuestas a Maestros de Juventudes. Nos llegaron mensajes, además, por correos electrónicos, redes sociales y cartas impresas. Algunas personas hasta nos proponen que extendamos el Premio a otros sectores de la sociedad, lo cual confirma la importancia que se le concede a este reconocimiento que otorga la joven vanguardia literaria y artística del país.

A ustedes Amaury, Tin, Isabel, Rafael Lay, María Elena, Rafael Zarza, Roberto Valera, Luciano y Fernando, nuestro cariño y la admiración de los jóvenes creadores de la AHS. Muchas gracias por sus obras creativas y características como seres humanos.

Con sus estilos, maneras de ser tan diferentes y dimensión como artistas y cubanos nos enseñan y ayudan a ser mejores. Recordamos momentos cerca de ustedes, obras musicales y literarias, conferencias y bromas, anécdotas o críticas, actuaciones e ideas que siempre tendremos en la memoria. Ustedes nos enseñan, incluso quizá sin pretenderlo, son partes esenciales de la cultura cubana, que es serlo del alma de la nación.

Nosotros soñamos a la AHS siempre como una familia enorme, un grupo de amigos, unidos por el arte, pero sobre todo por el afán de crecer como generación y ser útiles a los demás. Somos un grupo de muchachas y muchachos enamorados de la utopía.

Creemos en el poder de los versos más allá de las palabras, en la fuerza y el encanto del arte para construir un mundo mejor, uno donde prevalezca el respeto, la ética, la esperanza, la espiritualidad y la colaboración entre los países. Un planeta donde jamás sean necesarios los proyectiles ni las bombas, uno donde siempre se proteja la vida, con profunda solidaridad entre los pueblos.

La Asociación Hermanos Saíz continúa siendo manantial de pensamiento y propuestas más allá de la cultura, cascada de esencias con profundo compromiso social, tal como nos enseñaron, por ejemplo, nuestros Maestros de Juventudes Eduardo Torres Cuevas y Armando Hart, a quienes hoy también recordamos de manera singular.

En ese camino, en el de la utopía y la belleza, la experimentación y el arte, el decoro y el amor, agradecemos el acompañamiento de los Maestros, de los Miembros de Honor, de otros creadores de más experiencia, de los amigos desde cualquier sector de la sociedad, de todos aquellos que sueñan y hacen a favor del bien.

Ustedes, son imprescindibles para que esta organización continúe creciendo con fidelidad total a sus esencias y pasión por los desafíos.

Vamos hacia el 2026, año del Centenario de Fidel y los 40 de la AHS, repletos de proyectos y motivaciones.

La AHS tiene que ser siempre una plataforma para ser jóvenes todo el tiempo, para unirnos con toda nuestra diversidad, para ir hacia adelante y vencer cualquier desafío. Un grupo de amigos para reír y soñar, para experimentar y ser más fuertes. Una familia para nunca estar solos, para polemizar y, a pesar de todo, amarnos.

Una vanguardia para demostrar que las utopías son posibles. El corazón de la AHS, su cuerpo, sus venas, su mente… somos todos nosotros, los jóvenes creadores de cualquier edad que a lo largo y ancho del país y en otras partes del mundo le somos útiles, formamos parte de su palpitar y la queremos, a veces casi con “locura”.

Nos alegra muchísimo que en todo este camino ustedes estén junto a nosotros, todos los aquí presentes. Muchas felicidades a nuestros Maestros de Juventudes y a todas las personas que son agasajadas hoy. Ustedes son Quijotes muy cubanos que desde la literatura, la investigación y el arte también salvan. Que la belleza y el arte nos acompañen siempre.

Muchas gracias

Por REDH-Cuba

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