A 70 años el ataque al cuartel Moncada en Santiago de Cuba no ha tenido arrugas. Su esencia sigue viva, vivaz, actual.
Alrededor del Eterno Comandante Fidel Alejandro Castro Ruz, conocido como Fidel Castro, un puñado de revolucionarios cubanos atacó el cuartel Moncada en Santiago de Cuba para derrocar al régimen deshonrado del presidente Fulgencio Batista, títere de los estadounidenses.
Era el 26 de julio de 1953. Una fecha memorable, venerable, histórica para los revolucionarios de todo el mundo.
A pesar del fracaso de los hombres de Fidel Castro, seguido más tarde por su exilio en México, derrotado, arrestado, juzgado y encarcelado, la naciente revolución cubana nunca había tirado la toalla.
Es instructivo, educativo de muchas maneras.
De este episodio, debemos recordar esta sentencia profética del comandante Fidel Castro durante el juicio que siguió. Había concluido así su alegato: «No importa si soy condenado, la historia me absolverá».
Sí, el 1 de enero de 1959, es decir, seis años después, Fidel Castro y sus gloriosos compañeros de armas hicieron historia con «H» mayúscula.
Desde Santiago de Cuba hasta La Habana, la capital, el tortuoso camino seguido fue duro, salpicado de muchos escollos. Al final, se logró el objetivo: el derrocamiento de la dictadura sanguinaria de Fulgencio Batista.
La determinación de los famosos «Barbudos» cubanos se había mantenido intacta.
El movimiento se reorganizó. Incluso recibió apoyo popular. Y todos los numerosos golpes del poder, que contaba con 40.000 hombres apoyados por el padrino estadounidense, infligidos a la revolución cubana, fueron golpes de espada en el agua.
La victoria final se obtuvo al precio de sacrificios indescriptibles. En la vida, nunca se bate la tortilla sin romper los huevos.
La lucha revolucionaria cubana fue emulada en todo el mundo.
Pero, para nosotros los africanos, La Habana se estaba convirtiendo en la Meca de la lucha revolucionaria, independentista y anticolonial.
En la mayoría de los maquis de los independentistas africanos, el mejor modelo fue el de los revolucionarios cubanos.
Amilcar Cabral, Augustino Neto, Samora Machel, Robert Mugabe, Sam Mujoma, por nombrar solo a estas figuras emblemáticas, se inspiraron en los métodos cubanos de lucha revolucionaria. Los sudafricanos antiapartheid se beneficiaron del inestimable apoyo del Comandante Fidel Castro.
Mi país, la República Democrática del Congo, que hasta hoy estaba custodiada por los imperialistas, también se embarcó en la lucha contra el imperialismo bajo la dirección de M’zee Laurent-Désiré Kabila, que llegó al poder en 1997. Incluso tuvo la visita del Gran Revolucionario Ernesto Guevara, el Che, en su maquis de Hewa-Bora en el montañoso Kivu.
Cabe señalar que Lider Máximo, como gran internacionalista, ha sido de inestimable ayuda para los progresistas africanos.
Por ejemplo, sin la ayuda de los camaradas cubanos, Angola habría caído inevitablemente en manos de los imperialistas. Sin la inolvidable contribución de los revolucionarios cubanos junto a los militares angoleños en la famosa batalla de Cuito Cuinavale en Angola, Namibia no habría tenido su independencia en las circunstancias revolucionarias que conocemos.
En su lucha contra la cruel y feroz dictadura del Presidente Joseph-Désiré Mobutu Sese Seko Kuku Ngbendu Waza Banga, que gobernó con mano de hierro mi país, la República Democrática del Congo, es necesario señalar el recurso a los métodos revolucionarios cubanos por parte de la Unión para la Democracia y el Progreso Social, abreviada UDPS.
Los Trece parlamentarios Fundadores de este movimiento, que han elegido la no violencia como medio de lucha, no han dudado en aplicar a veces principios extraídos del arsenal revolucionario cubano.
Bajo el liderazgo de su carismático líder, el doctor Étienne Tshisekedi wa Mulumba de feliz memoria, la UDPS finalmente llegó al poder en 2019, 37 años después de su heroica lucha no violenta.
Sin temor a ser contradicho, el UDPS, que se ha beneficiado del apoyo multifacético de la gran familia de la izquierda, ahora puede jactarse de haber hecho la simbiosis entre la lucha revolucionaria armada y la no violencia.
El ataque al Cuartel Moncada, que pasó a la historia por la puerta grande, es parte de la historia cubana. Y también de la historia revolucionaria mundial.
Crispin KABASELE TSHIMANGA BABANYA KABUDI
Presidente Nacional de la Unión de Demócratas Socialistas (República Democrática del Congo)