El Gobierno uruguayo se ha unido al coro de los gobiernos derechistas del continente, apoyando la expulsión de Venezuela del MERCOSUR.
Esta situación no es nueva en cuanto a la actitud del Gobierno uruguayo, ya que en anteriores oportunidades, mucho antes de que se hablara siquiera de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, se habían adoptado posturas similares, mismas que señalamos y criticamos oportunamente desde nuestro comité.
Esto implica el alineamiento del Poder Ejecutiva de nuestro país, con la operación Venezuela-Freedom II del Comando Sur de los Estados Unidos, que también fue oportunamente denunciado por nosotros. Esta postura injerencista en los asuntos internos de un país hermano, es contraria a la normativa internacional, y está siendo respaldada por los gobiernos derechistas y corruptos del continente, junto a los cuales aparece el Gobierno uruguayo..
Demás está decir que esta actitud es contraria a toda la trayectoria histórica de nuestro Frente Amplio, que en sucesivos congresos y Plenarios Nacionales (las instancias más democráticas de nuestra fuerza política), ha sostenido sin ambigüedad posible, una definición tajantemente clara de no acompañar las operaciones intervencionistas del imperialismo estadounidense, junto a la clara defensa de la autodeterminación de los pueblos.
Es sumamente preocupante y doloroso que el Gobierno uruguayo, surgido del voto de los ciudadanos por el Frente Amplio, en una actitud totalmente antidemocrática y autoritaria, se permita actuar en contra de lo que la fuerza política, en ejercicio de la más plena democracia participativa, ha resuelto en reiteradas oportunidades.
La actitud injerencista difícil de calificar asumida por el Ejecutivo uruguayo, parte de erigirse en intérprete de la Constitución de un país hermano y de pretender responsabilizar al Gobierno legítimo de dicho país, del fracaso del diálogo con una oposición de derecha intransigente y agresiva, que ha rechazado el diálogo una y otra vez, empeñada en actitudes desestabilizadoras y golpistas. Recordemos los pronunciamientos que se hicieron no bien instalada la Asamblea Nacional con mayoría de derecha, en los que claramente se pretendía era la destitución del Presidente de la República.
Podemos entender que los medios de comunicación al servicio del imperio, como CNN entre otros, hayan mantenido hasta el hartazgo el apoyo total a las acciones desestabilizadoras y terroristas de la oposición de la ultraderecha venezolana. Pero resulta inadmisible que el Gobierno uruguayo, surgido del Frente Amplio, siga las pautas marcadas desde las agencias del imperio contra un pueblo hermano, que con aciertos o errores, como toda actividad humana, se ha atrevido hacer y respaldar una revolución.
Al parecer, el Ejecutivo uruguayo interpreta como antidemocrática la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente, que fue respaldada por más de 8 millones de votos, a pesar de los intentos terroristas de la derecha de hacer fracasar la convocatoria. Contrasta esta postura, con el hecho de que en Uruguay no se ha convocado a una Asamblea Nacional Constituyente, a pesar que desde hace años figura como objetivo en el Programa del Frente Amplio. Ya llevamos casi tres lustros de gobierno, y seguimos bajo la norma constitucional más reaccionaria de la historia del país, surgida nada menos que bajo el gobierno pachequista.
El tema del respeto absoluto a la autodeterminación de los pueblos, de la solidaridad con los pueblos que luchan por salirse del yugo del capitalismo salvaje y de las imposiciones dictactoriales del imperio, han sido el santo y seña del Frente Amplio desde sus orígenes. La gran solidaridad de los pueblos hermanos de nuestro continente, con nuestro pueblo y con nuestro Frente Amplio durante la negra noche de la dictadura fascista, en donde ocupa un lugar destacado el pueblo venezolano, no puede ser borrado de nuestra identidad, por una inadmisible e incompresible postura del Gobierno uruguayo, que como no podía ser de otra manera, es aplaudida por los partidos de la derecha en el país.
COMITÉ DEL FRENTE AMPLIO DE URUGUAY EN MÉXICO POR LA IZQUIERDA