El pueblo venezolano, con la reelección del presidente obrero Nicolás Maduro propinó, sin duda, un duro golpe al imperialismo norteamericano y sus aliados.
Hay preocupación en la Casa Blanca por el reacomodo en la correlación de fuerzas en el continente; el decretado fin del ciclo de gobiernos progresistas en la Patria Grande no parece concretarse, pues nuestros pueblos heroicos continúan en batalla. Con Cuba, Venezuela y Nicaragua a la cabeza, permanecemos de pie pese a las brutales arremetidas de ese sistema, “fase superior del capitalismo”.

En lo que a Venezuela respecta, la administración Trump cada día se vuelve más agresiva intentando frenar la influencia de la Revolución Bolivariana en los procesos de liberación en marcha. Por ejemplo, las nuevas sanciones ilegales de Canadá demuestran que Washington no cesará en su empeño de derrocarnos.

El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, propondrá esta semana en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), la suspensión de Venezuela de ese organismo para pretender aislar y cercar al Gobierno Bolivariano, que ya hace mucho expresó su decisión de no continuar formando parte de esa instancia regional. No nos cabe ninguna duda, nuevamente serán derrotados por la dignidad de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y caribeños.

Cada día hay mayores evidencias del fracaso del neoliberalismo como modelo económico y los pueblos continuarán en rebelión contra quienes pretendan arrebatarle sus derechos sociales y políticos.

En este momento, la paz hemisférica se encuentra en serio peligro con el ingreso de Colombia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), porque asegura a las potencias hegemónicas la posibilidad real de intervenir de manera directa en los asuntos internos de los países latinoamericanos.

En ese contexto, la Revolución Bolivariana continuará fortaleciendo la diplomacia de paz y así lo deja claro con gestos como la liberación del ciudadano estadounidense Joshua Holt, cumpliendo la primera línea de acción política de las seis anunciadas por el Presidente Nicolás Maduro.

Por otra parte, la quinta línea de acción orientada por el camarada Presidente, es justamente la defensa de la Patria y de la Constitución ante las conspiraciones y amenazas foráneas. Pero la defensa de la Patria frente al imperialismo pasa también, entre otras cosas, por la lucha contra la corrupción, por la construcción de la nueva ética socialista y la reafirmación del Socialismo Bolivariano.

Y es allí donde este nuevo Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), anunciado por la Dirección Nacional, va a jugar un importante papel en ese sentido. Estamos en un punto de inflexión histórica en el que debemos apresurar la consolidación del modelo socialista para garantizar la continuidad de la Revolución Bolivariana.

Ni por un momento debemos vacilar. Tengamos presente que van a incrementarse las agresiones y debemos impedir a toda costa los escenarios de violencia que pretende revivir la contrarrevolución. Para que el pueblo resista y avance pese a las amenazas y dificultades, tiene que estar mejor conectado con los objetivos estratégicos del proyecto socialista bolivariano, con el legado del Comandante Eterno y por supuesto, con las compañeras y compañeros que por una u otra razón, les ha correspondido asumir la dirigencia del proceso,

Es imperativo entonces que el Congreso del PSUV profundice el diálogo de manera directa con las comunidades, con el pueblo, para articular lo estratégico con lo táctico en la construcción socialista. Hay que ir al debate en las catacumbas del pueblo, porque es el pueblo el que nos dará respuestas para continuar avanzando en el combate contra la guerra económica, en la optimización de la producción y en el mantenimiento de la paz, tanto en nuestra política interna como externa.

En ese sentido, es allí donde queremos hacer un aporte programático. Para complementar metodológicamente en esta coyuntura las 6 líneas estratégicas orientadas por el camarada Presidente Maduro (diálogo, pacificación y reconciliación nacional; avanzar hacia un acuerdo económico productivo; lucha renovada y frontal contra la corrupción; fortalecimiento de los programas sociales para la protección del pueblo; defensa de la nación y ratificar el rumbo hacia el socialismo) debemos retomar el método de las 3R al cuadrado propuesto por el Comandante Chávez, que implica además de la Revisión, la Rectificación y el Reimpulso, la Repolarización, Repolitización y Reunificación, para un gran proceso de reconstrucción de la mayoría revolucionaria en el país.

En esta nueva etapa de la Revolución Bolivariana, no podemos improvisar o correremos el riesgo de perder lo que hemos alcanzado. Donde tengamos que hacernos la autocrítica más profunda, la haremos a fondo para reactivar las 3R al cuadrado.

La Revolución debe atender las necesidades de la gente y debe estar, como nos enseñó Chávez, acompañando al pueblo en su cotidianidad, en su dolor, apoyándolo, organizándolo, ganando en conciencia colectiva, aprendiendo junto a él.

Nuestro partido, hoy más que nunca, tiene que ser uno de los dos brazos del gran cuerpo de la Revolución. En un brazo el partido, como parte de la gestión política; en el otro, la gestión de gobierno para garantizar la búsqueda de soluciones con un programa socialista y de vanguardia. Ambos, forman parte del cuerpo de la Revolución, que debe tener un gran cerebro colectivo, consolidado en la batalla de las ideas; y un enorme corazón, que sea capaz de abarcar la razón amorosa que nos legó nuestro Comandante Eterno. Sólo de esta manera, actuando de forma articulada, organizada, consciente, fortaleciendo el Poder Popular, lograremos avanzar.

Como dijo nuestro compañero Nicolás Maduro durante su juramentación como presidente reelecto ante la soberana Asamblea Nacional Constituyente: “Hace falta una gran rectificación profunda, un aprendizaje profundo… Necesitamos retomar la revolución permanente que pregonaba el Comandante Chávez, preparada para el látigo del enemigo imperialista, que no se duerma y aprenda a hacerse, recrearse y recomponerse”.

Vamos pues compatriotas. Sigamos en el debate y en la reflexión para la acción revolucionaria! ¡A repolarizar, a repolitizar y a reunificar al pueblo y a nuestra militancia!

¡Con Chávez Siempre!
¡Todos con Maduro!

Por REDH-Cuba

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