La Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba presentó hoy declaración oficial en su página Web en respuesta a la Resolución adoptada por el Parlamento Europeo el 15 de noviembre del 2018, donde se acusa a la Isla de violar los Derechos Humanos
Fuente: Sitio web Asamblea Nacional Poder Popular
Declaración de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba, en respuesta a la Resolución sobre Cuba adoptada por el Parlamento Europeo el 15 de noviembre de 2018
La Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba expresa su más enérgico rechazo a la inaceptable “Resolución del Parlamento Europeo sobre la situación de los derechos humanos en Cuba”, que tergiversa totalmente nuestra realidad y resulta contraria a los principios de respeto, igualdad y reciprocidad contenidos en el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC), firmado entre Cuba, la Unión Europea y sus Estados miembros.
Manipulando la cuestión de los derechos humanos en Cuba y supuestas preocupaciones sobre el actual proceso de reforma constitucional, tratan de difundir una imagen falsa de nuestro país para obstaculizar la exitosa implementación del Acuerdo de Diálogo Político y Colaboración entre Cuba y la Unión Europea.
El documento adoptado por el Parlamento Europeo es injerencista y contrario a los principios del Derecho Internacional. Se basa en mentiras fabricadas y difundidas por personas que no son defensores de los derechos humanos, que nadie conoce ni nuestro pueblo acepta, y que en realidad califican como agentes asalariados de una potencia extranjera.
En nuestro país se promueven, protegen, ejercen y garantizan todos los derechos humanos para todos, a diferencia de lo que ocurre en muchas sociedades europeas, cuestión a la que debería prestar mayor atención el Parlamento Europeo antes de pretender enjuiciar a otros.
No tiene ningún derecho el Parlamento Europeo a juzgar la democracia cubana, que es genuinamente participativa y popular, como lo demuestra el actual proceso de consulta popular a que se ha sometido el proyecto de nueva Constitución de la República. Millones de cubanas y cubanos han actuado como constituyentes, lo cual no hemos visto que haya ocurrido en procesos similares en Europa. No existe un modelo único de democracia y la nuestra, legítimamente constituida, se basa en la soberanía permanente del pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado.
No hay transición en Cuba. Nuestro país se encuentra inmerso, por voluntad popular, en un proceso de actualización de su modelo de desarrollo económico y social. El objetivo es asegurar una Nación cada vez más independiente, soberana, socialista, democrática, próspera y sostenible.
En Cuba no existen allanamientos, detenciones arbitrarias, actos de acoso o intimidación, no existen desaparecidos, ni torturados, ni tampoco presos políticos o de conciencia. La legislación nacional incluye las garantías del debido proceso, que se cumplen sin discriminación alguna, y cuya regulación se corresponde plenamente con los estándares internacionales. Los tribunales cubanos son independientes en su función de impartir justicia y se garantiza a todo acusado poder ejercer el derecho a la defensa.
Cuba ha continuado fortaleciendo su cooperación con los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas que se aplican sobre bases universales y no discriminatorias. Somos parte en 44 de los 61 instrumentos reconocidos internacionalmente en esta materia. Nos hemos presentado en tres ocasiones al Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos, demostrando la voluntad de Cuba de continuar avanzando hacia niveles superiores de promoción y protección de los derechos humanos.
Esa misma voluntad de intercambio se ha puesto de manifiesto en los diálogos sobre derechos humanos efectuados entre Cuba y la Unión Europea, el último de ellos bajo el ADPC. Estos diálogos, realizados sobre la base del respeto mutuo, la igualdad soberana y la no injerencia en los asuntos internos, han contribuido a un mejor entendimiento de las respectivas realidades y posiciones en esta materia.
Rechazamos el intento de condicionar la implementación del ADPC, así como de promover la injerencia de las instituciones de la Unión Europea y sus Estados Miembros en los asuntos internos cubanos, lo cual contradice la letra y espíritu del acuerdo, la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional.
El Parlamento Europeo debería emplear sus esfuerzos y capacidad de influencia para condenar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba durante casi 60 años, que constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todo nuestro pueblo. También debería rechazar enérgicamente la aplicación extraterritorial de esta política, que afecta a ciudadanos cubanos y europeos.
La Asamblea Nacional del Poder Popular ha reiterado su disposición a desarrollar relaciones de respeto con el Parlamento Europeo, pero siempre defenderá el derecho del pueblo cubano a decidir su propio sistema político, económico y social, sin injerencias de ninguna índole.
La Comisión de Relaciones Internacionales reitera que el Parlamento Europeo no tiene, ni tendrá moral para abordar asuntos que solo competen al pueblo cubano, que conquistó a muy alto precio su independencia y soberanía y que está dispuesto a defenderla al precio que sea necesario.
Comisión de Relaciones Internacionales.
La Habana, 16 de noviembre de 2018.
“Año 60 de la Revolución”