El trístemente célebre Grupo de Lima, manipulado de manera visible por la administración Trump y los grupos oligárquicos y corruptos de nuestro continente, comete un nuevo despropósito histórico no sólo con la Venezuela bolivariana sino contra la soberanía de Nuestra América.
Qué lejos está nuestra cancillería de turno de la actitud principista que tuvieron en su tiempo, y ante los mismos enemigos de nuestros pueblos, tanto nuestro ilustre historiador Raúl Porras Barrenechea como la dignidad del diplomático Carlos García Bedoya.
El gobierno y el pueblo venezolano no están solos en su heroica lucha por la paz y la dignidad. Nuestra América, la de Bolívar, Martí, Mariátegui, Fidel, Chávez y el Che, siempre el Che, la acompañan.