Frente a las resistencias contra el neoliberalismo y el capitalismo en Nuestra América, ha avanzado hasta culminar el día de hoy el vergonzoso Golpe contra el gobierno del presidente Evo Morales y su vicepresidente Álvaro García Linera, reelecto democráticamente en la primera vuelta, mediante el voto mayoritario del pueblo boliviano.
Con el apoyo del principal candidato derrotado, Carlos Mesa, con el apoyo de Estados Unidos, con el apoyo de los gobiernos golpistas de derecha en la región y con respaldo de la OEA, se ha desatado desde el día siguiente a las elecciones una oleada de violencias, movilizaciones y amenazas, que ayer han avanzado para el incendio chantajista de las casas de familiares de lxs componentes del gobierno y para la amenaza desde el Ejército Boliviano con librar un Golpe de Estado clásico. Frente a la violencia abierta, el Presidente Evo Morales y sus compañerxs han decidido por renunciar a la Presidencia en aras de garantizar la seguridad de la población y denunciando abiertamente al Golpe de Estado.
Bolivia enfrenta una guerra de tipo no convencional, que forma parte del nuevo corolario de poltica externa de Estados Unidos de América en esta etapa de ofensiva abierta de las clases dominantes hacia los pueblos del mundo. El Golpe de Estado en Bolivia es capitalista, racista, misógino y xenófobo. Objetiva estancar el proceso de transformaciones sociales en aquel país y garantizar que la región no avance hacia un nuevo escalón en la resistencia frente a la más reciente reconfiguración capitalista.
El gobierno del presidente Evo Morales, soportado en una amplia masa social y popular que lo respalda, ha logrado el reconocimiento de la multiculturalidad de la sociedad boliviana, la construcción y consolidación del Estado plurinacional autónomo y soberano. Fortaleció la ampliación de la participación social y popular de la mayoría indígena de su población, ensanchando la democracia social y económica y revirtiendo el racismo y la discriminación social a que se la relegó durante 500 años. En apenas tres lustros, el gobierno indígena logró revertir la injusticia social, reduciendo el índice de desigualdad en la distribución del ingreso, y alcanzó el mayor crecimiento económico en la región en los años recientes.
Llamamos a la urgente solidaridad con el pueblo boliviano y a la más profunda condena al Golpe de Estado en Bolivia.
Volveremos. ¡Volveremos y seremos millones! (Tupac Katári)
Nuestra América, 10 de noviembre de 2019
Camille Chalmers (Haiti)
Julio Gambina (Argentina)
Pasqualina Curcio (Venezuela)
Antonio Elias (Uruguay)
Marina Machado (Brasil)
Carolina Jimenez(Colombia)
Daniela Castro-Alquicira(México)
Lila Molinier (Paraguay)
Rodrigo Alonso (Uruguay)
Consuelo Silva Flores (Chile)
Josefina Morales (México)
Rodrigo Borges (Brasil)
2019-11-10 – La SEPLA condena el Golpe de Estado en Bolivia (pdf)