Bueno, estoy obligado hoy a escribir dos crónicas. Ya se publicó la primera en Cubasí (http://www.cubasi.cu/es/noticia/gobernador-de-piemonte-nuestras-gracias-duraran-para-siempre), pero ahora, brevemente, explicaré por qué debo contar la segunda. Esta es la de un grupo de solidaridad que se denomina Cuba Va. Algunos de sus miembros son “viejos” amigos de la Revolución cubana; pero otros, se unieron al grupo a partir de la llegada de la brigada médica. Sintieron la necesidad de reciprocar al acto solidario. Son los que han puesto banderas cubanas en balcones y ventanas de la ciudad. Estuvieron pidiéndonos el sexo y la edad de alguno de nuestros familiares, para hacerles un regalo. Se movilizaron las mujeres, imaginativas, organizadas, capaces de exprimirle a cada centavo una gota más de amor.

Y ayer nos encontramos. Nos explicaron que, aunque los protagonistas visibles de la historia son los médicos y enfermeros, hay otros invisibles, que son las parejas y los familiares que asumen las tareas caseras que dejamos pendientes o que necesitan atención diaria. Ellos querían homenajear a los invisibles. Y la idea a todos nos pareció excelente. Algunos escribieron en un listado que se circuló, el nombre y la edad de un hijo, otros los de la esposa, y hubo también quien puso a su madre. Lo cierto es que ayer recibimos los presentes, bien envueltos, como nos sabríamos hacerlo nosotros, y así quedaron hasta su llegada y entrega en Cuba. Aquí van las fotos del emotivo momento.

Gracias a todos los amigos de Cuba Va (ningún nombre mejor: Cuba Va).

 

Por REDH-Cuba

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