Históricamente, Canadá expresa su opinión en la Organización de Naciones Unidas una vez por año.
Sin embargo, en su alocución de septiembre de 2019 durante el 74o periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, lo único que tuvo que decir el embajador Marc-André Blanchard fue presumiblemente algo contra Venezuela (guiño a Trump) y nada sobre Cuba, otro guiño a Washington. He aquí el breve discurso de Blanchard:
“En ningún sitio la necesidad es más urgente que en aquellos lugares donde la fragilidad y la violencia afectan directamente a millones de personas. La Asamblea General sabe muy bien dónde se necesitan desesperadamente soluciones políticas para detener atrocidades masivas y brindar soluciones duraderas a crisis prolongadas para que generaciones de personas puedan regresar, en condiciones de seguridad y dignidad, a sus hogares, a fin de que consigan albergar esperanzas, prosperar y desarrollarse. La gente en Siria, Yemen, Venezuela y en muchos otros lugares mira con razón la bandera azul y blanca de las Naciones Unidas con esperanza, pero, con demasiada frecuencia, también con frustración e incluso indignación”.
Por otra parte, entre los países que tomaron la palabra ante la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2020 celebrada en forma remota, se encuentran aquellos que han manifestado su oposición al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba:
Guinea-Bissau, Santo Tomé, Gabón, Burkina Faso, República del Congo, Venezuela, Surinam, Namibia, Kenia, Costa Rica, República de Sudáfrica, Chad.
El 21 de septiembre, en su alocución virtual pronunciada ante la Asamblea General de la ONU, Justin Trudeau tampoco dijo nada sobre Cuba. Es verdad que este otoño el tradicional debate y votación sobre la resolución que condena el bloqueo a Cuba se pospuso a un momento ulterior en que la ONU reanude sus reuniones en persona.
En esta ocasión, Canadá tradicionalmente se hubiera pronunciado claramente. Sin embargo, ¿qué impidió que Justin Trudeau hablara por Cuba (en septiembre de 2020), como tantos otros países lo han hecho? La pregunta es legítima, sobre todo en un momento en que la administración Trump aumenta drásticamente sus medidas para endurecer el bloqueo durante la pandemia, en promedio una medida por semana.
Aquí se puede consultar el discurso en inglés de Justin Trudeau ante la Asamblea General de la ONU con fecha 21 de septiembre de 2020.
Para ayudar a combatir la crisis generada por la COVID-19, Cuba ha enviado brigadas de médicos a varios países, entre otros a Italia, practicando así una política exterior internacionalista que preconiza los intereses comunes de la humanidad. En respuesta a ello, el gobierno canadiense, en consonancia con la política anti- brigadas médicas de Trump, se ha negado a autorizar la entrada a Canadá a médicos cubanos para que asistan a miembros de las Primeras Naciones. Para mayor precisión, Canadá se ha negado a oponerse al bloqueo imperialista de Cuba. Es como si Canadá apuñalara a Cuba por la espalda.