Mujeres trabajadoras del mundo unidas en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Desde los movimientos y organizaciones articuladas en la Asamblea Internacional de los Pueblos nos sumamos a la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y saludamos la lucha feminista que las mujeres y diversidades están llevando adelante en los cinco continentes contra el patriarcado, el capitalismo, el imperialismo, el sionismo, y el racismo que con su naturaleza de muerte, acumulación y apropiación, han cobrado la vida de miles de millones de mujeres, niñas, y diversidades.
Desde 1981, el Movimiento Feminista Latinoamericano declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en memoria de la tortura, violación y posterior asesinato en 1960 de las hermanas militantes Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, por orden del sangriento dictador Dominicano, Rafael Leónidas Trujillo. Las hermanas Mirabal, también llamadas Mariposas, hacían parte de la Agrupación Política 14 de junio, y fueron perseguidas y asesinadas por su militancia política y su capacidad organizativa.
Esta historia militante de las Mariposas, es la misma historia de muchas mujeres a lo largo del mundo que, a pesar de la violencia típica del sistema patriarcal en lo cotidiano, nos enfrentamos también contra la violencia política y social que los Estados cometen contra nosotras y nuestros pueblos, aunque esto muchas veces nos cueste la vida y la libertad. El sistema patriarcal no resiste que las mujeres luchadoras salgamos del rol impuesto sobre nosotras y dejemos de lado el estereotipo de silencio y sumisión, y hagamos de nuestras voces gritos en contra de la desigualdad. Por esto, nuestra tarea es construir escenarios donde las mujeres seamos escuchadas y visibilizadas.
El mundo hoy atraviesa una profunda crisis que, sin dudas, está sostenida por nuestros hombros y nuestro trabajo: Las tareas de cuidado, de educación a distancia, de alimentación y cuidado del hogar recaen sobre nosotras obligándonos a tener dos o tres jornadas laborales sin descanso ni remuneración. La feminización de la pobreza en el mundo es la primera de las violencias que las mujeres debemos combatir, en muchos casos, la violencia económica que sufrimos es el inicio de una cadena de violencias que se desprenden de ella, al igual que debemos luchar con la misma fuerza por el fin de los femicidios, acoso, violaciones, y diversas otras formas de violencia física, y psicológica.
A pesar de todo esto, las mujeres pobres, originarias, afrodescendientes, campesinas, trabajadoras y militantes seguimos luchando, en los campos y las calles, por un mundo donde seamos socialmente iguales, como afirmaba la camarada Rosa Luxemburgo. Aquí estamos, de pie en cualquier latitud, y en primera línea defendiendo nuestros territorios de la sed imperialista y colonial de los capitalistas, y defendiendo, sobre todo, nuestro derecho de vivir en paz y de tener autodeterminación: Las numerosas guerras imperialistas y extractivas en todas las latitudes nos utilizan a nosotras como principal botín de guerra, y contra eso luchamos a diario.
Estamos en pie de lucha las mujeres de los movimientos sociales, de los comedores comunitarios y las ollas populares, estamos de pie las trabajadoras de la educación, las trabajadoras de la salud y los cuidados, las sindicalistas, las mujeres que trabajan la tierra, estamos de pie luchando contra el empobrecimiento del capitalismo, contra la colonización del sionismo, y contra la violencia a la que condenan a los y las más humildes.
Luchamos en todas las latitudes por la defensa del medio ambiente y los recursos naturales, por la soberanía de nuestros pueblos, por nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, por la democratización de nuestros países, en contra de las avanzadas fascistas y neo-conservadoras que quieren apropiarse de nuestros derechos.
Hoy, más que nunca, seguimos levantando el ejemplo de las Mariposas Mirabal como también de todas las luchadoras alrededor del mundo, y seguimos luchando por un mundo sin patriarcado, capitalismo, racismo ni imperialismo, y seguimos gritando, cada vez más fuerte y contundente contra toda forma de violencia machista, contra toda forma de explotación, contra toda forma de opresión.
En nombre de Saida Mnebhi, Michelle Aylín Nayarit, Hande Kander, Fatma Bahri, Samjhana BK, Breonna Taylor, Josina Muthemba Machel, las miles de mujeres en centros de detención de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas E.E.U.U.) y las voces en contra de la violencia y la pobreza de las mujeres en todos los continentes, reivindicamos el fin a la violencia patriarcal en todas sus expresiones.
Las mujeres de la clase trabajadora en todos los puntos cardinales sostenemos el mundo, sin descanso, y nos unimos para construir un mundo sin discriminación ni explotación.
¡Abajo el Patriarcado!
Asamblea Internacional de los Pueblos