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El triunfo de la Revolución Cubana, el primero de enero de 1959, las proezas del Ejército Rebelde y sus líderes, así como la impronta transformadora que devino aliento y paradigma para todos los tiempos, estremeció e inspiró a muchos poetas y motivaron el nacimiento de obras conmovedoras e imperecederas.

Ponemos a disposición una selección de 10 poemas escritos por destacadas figuras de la literatura, como digno homenaje al 62 Aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana que fue, es y seguirá siendo faro de libertad, dignidad y antimperialismo para muchos pueblos del mundo.

 

Poemas de Antonio Guerrero y Mahfúd Massís​

 

A LA REVOLUCIÓN CUBANA  

Antonio Guerrero

 

Revolución que llevas

en tus viriles venas

la redentora sangre

del mambí y la estrella,

sangre de tus palmeras,

sangre de tus montañas,

la dulce sangre buena

de toda la esperanza.

 

Revolución que andas

indeteniblemente,

marchas, tan poderosa

como un río crecido,

con tu raudal de ideas

precisas, verdaderas,

afrontando la afrenta.

 

Eres la voz visible

de millones de seres.

 

Eres la luz que guía,

la imbatible trinchera,

el sueño hecho presencia.

 

Eres un corazón

solidario y de paz.

 

¡Feliz Aniversario

Revolución eterna!

 

Antonio Guerrero, (1958). Ingeniero en construcción de Aeródromos, poeta y pintor. Es uno de los Cinco Héroes Cubanos, prisioneros del imperio por monitorear redes terroristas que operan en Miami contra Cuba. En el 2001 fue condenado injustamente a cadena perpetua, más 10 años. El 13 de octubre de 2009 fue resentenciado a 21 años y 10 meses. Su liberación ocurrió el 17 de diciembre del 2014 gracias a un acuerdo humanitario alcanzado entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos.Tiene publicados tres libros, el primero “Desde mi altura”, y dos más recientes “Poemas Confidenciales” y “Décimas de Antonio Maceo”. Algunos de sus poemas han sido musicalizados.

 


 

Cuba –fragmentos

Mahfud Massís

 

Tras el fuego apagado, tras el negro

Bohío del corazón,

La muerte, la Puta seca,

Con un timbal de aceite y cuero,

Bailaba y bailaba

En la isla

De Cuba.

Porque entonces estaba la muerte

en Cuba.

Porque entonces estaba la peste

en Cuba.

Porque entonces estaba Batista

en Cuba

con un huevo amarillo en la cabeza.

 

El héroe

 

PERO había un HOMBRE, había

uno en la Sierra, geológico, planetario, justo,

“PATRIA O MUERTE, PATRIA O MUERTE, PATRIA O MUERTE”,

clamaba gigantesco toro.

Una

barba tenía,

de macho navegado en tormentas, en poderosas alucinaciones,

con la pasión en el corazón, dinamita de lujo,

tenso, contumaz, de fulgurante oleaje,

erguido, como pabellón de ajusticiado; un olor

a lobo huérfano, a pescado podrido había,

un hueso roto del mar Caribe al Monte de la Luna,

de muerte lenta, de venérea cola,

una hiena escarlata,

un pringado dios terrible y loco.

 

Entre pirañas y escualos de pectorales negro,

o gallos de cresta rajada, la miseria rondaba como el salvaje

[Onagro,

como alguien que mueve la pierna enfurecida,

arrojando arroz sobre la tierra, arroz quemado.

 

COMANDANTE ¡Qué jornada! “Nuestro

espantoso viaje” es largo

como la tristeza del tabaco o el vuelo del águila sobre la piedra.

Pero

no estás solo. Vigilamos como bisontes en la noche.

¡Y qué duro

cuero te ceñía el corazón! Y cuba adentro con sus tornados

terribles como besos de mujeres.

 

Los que gemimos en América,

los tuertos

y mancos de corazón,

los aplastados, o desnucados, o descoyuntados como pájaros

[muertos

los que han hambre y sed, como en el tiempo de las

[catástrofes

los errabundos,

los locos,

los que vagamos en los cementerios, hieráticos o a caballo,

los borrachos,

los tristes,

los que saltamos del génesis al apocalipsis, con la pierna cortada,

comiendo pan en las bodegas, torvos,

desvaídos; quienes viajamos en una barcaza negra,

todos, Capitán,

todos, enfurecido camarada,

los harapientos, los despavoridos de este mundo,

los reventados,

los abandonados,

los desechados,

los que vendemos ojos y orejas en el mercado;

los atorrantes por necesidad, los de rostro de ceniza,

el que cultiva un hongo de pus en la boca del horno,

la que parió en el desierto un animal atónito, de rostro casi

[humano,

el que perdió la cabeza y sobrevive a las inundaciones,

preguntando su horóscopo a los perros, y se desploma sobre

[los espejos, anonadado, solo;

el que navega lejos de sí mismo, a mil leguas de su postrer

[amor,

exiliado, como pájaros fuera del viento ultramarino,

extranjero,

mulato en su propio corazón,

TODOS,

te entregamos la piel,

los ojos invencibles, como erguidos escuadrones,

un bastión,

una torre inexpugnable

PARA DEFENDER CUBA.

 

 

Mahfúd Massís, (1916-1990). Poeta y escritor chileno, de origen palestino. Su poesía evidencia elementos de la cultura latinoamericana y árabe, lo que lo convirtió en uno de los poetas más innovadores de las letras chilenas durante el siglo XX. Su producción literaria abarcó, fundamentalmente, la poesía y el ensayo crítico. Pero su constante labor por la cultura nacional lo llevó a ser director de la revista Polémica, presidente de la Sociedad de Escritores de Chile, presidente del Instituto Árabe en Chile y agregado cultural de Chile en Venezuela (1970).

 

Por REDH-Cuba

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