Los niños, adolescentes y jóvenes cubanos son el Presente Heroico, que llegamos aquí gracias a un Pasado Glorioso y si no “dejamos caer la espada” por confusión, cansancio o traición, las futuras generaciones les agradecerán tener un Futuro más Luminoso.

En esta guerra de pensamiento, nuestros enemigos y contrarios antagónicos, buscan destruir nuestra esencia: la Cubanía y ella  es el soporte cultural de la Patria, la Nación, la Revolución y el Socialismo.

Para despojarnos de nuestra esencia, la que define nuestro SER, PENSAR, SENTIR, TENER Y HACER como cubanas y cubanos, tienen que colonizarnos la mente, que es el depósito natural de lo vivido y lo que se vive.

En ese propósito de más de 500 años, son los vecinos del “Norte revuelto y brutal que nos desprecia”, quienes llevan 122 años de frustrado empeño. ¿Por qué y para qué destruir la Revolución Cubana?”… para hacernos “más libres”, “más humanos”, y “más democráticos”, al menos eso reza en sus objetivos públicos y oficiales.

¿Con qué recursos y vías?…, pues con guerras de todo tipo y generaciones, que han incluido: invasiones, siembra y manutención del bandidismo, sabotajes contra tiendas, teatros, círculos infantiles, escuelas, fábricas, hospitales, hoteles, viviendas, centros recreativos…, y, ante del largo etcétera, menciono con dolor y ellos recordarán con temblor, la cobarde e ignominiosa voladura de un avión de Cubana, llena de jóvenes victoriosos, en pleno cielo barbadense.

Para “persuadirnos” de que no debemos abrazar la causa socialista y revolucionaria, intentan frustradamente rendirnos por hambre y enfermedades.

La combinación de guerra bacteriológica, afectando nuestros cultivos de caña, café, frijoles, maíz, boniatos; unida a la que hizo purgar decenas de miles de cerdos por la fiebre porcina y estremecernos de dolor e indignación ante la muerte bruta, a causa del dengue hemorrágico, de 101 niños y otras decenas de adultos.

Cierro este recuento dantesco con la mención con la principal causa de nuestros dolores y malestares; de nuestras carencias y e inconformidades… el bloqueo económico, financiero y comercial que nos han impuesto 11 administraciones norteamericanas (yanquis).

Cubanas y cubanos, cuando no entendamos la lógica del verdugo, no es digno llorar sobre su hacha. Analicemos sus acciones y arrostrémosla con valor y humildad.

Para que Cuba sea “libre”, nos bloquean. Para que Cuba sea “democrática”, nos bloquean, para que se “respeten los derechos humanos”, nos bloquean, para “alimentarnos”, nos niegan los mercados de alimentos, entorpecen negocios y limitan cualquier financiamiento para adquirir comida para el Pueblo. Para que Cuba esté libre de enfermos y enfermedades nos “matan” el acceso a las medicinas, materias primas y tecnologías de salud.

Conocemos de tristes ejemplos de niños salvados al máximo de sufrimiento de ellos y sus familiares, y otros que no pudieron sobrevivir, porque el Gobierno Yanqui prohibió. Amenazó, chantajeó y sancionó a personas y empresas que quisieron y podían ayudar, pero el ODIO y DESPRECIO por la VIDA CUBANA del Imperio se los prohibió.

En una idea, para “vivir” con dignidad en Cuba y al amparo de un sistema humano y justo hay que asfixiarnos, hasta morir.

¿QUIÉN LOS ENTIENDE A ELLOS?

Y aun así pretenden, y su gusanera, asalariada o no, también, que nosotros comulguemos, compartamos, asumamos, apoyemos, defendamos y hasta disfrutemos el hacha en el cuello.

Ahora bien, diré algo verdaderamente ridículo y risible, pero OJO, CUIDADO, no podemos subestimar esta supuesta “VERDAD HISTÓRICA”, porque se está entronizando en el pensar y en el sentir de una parte de nuestra gente…, y la misma refiere que los culpables, los responsables, los generadores de todos os males y malestares en Cuba… ¡¡¡¡somos los cubanos!!!!!

Ya esa CULPA HISTÓRICA nos la endilgaron en el siglo XIX y tuvo una digna respuesta de Nuestro José Martí, vindicando a Cuba del menosprecio del diario “The Manufacture”.

Recuérdese que nos tildaron de vagos, afeminados, pigmeos políticos, ignorantes, de raza impura e inferior, de ser incapaces de auto gobernarnos, con aversión al progreso, al desarrollo y a la prosperidad, además de necesitar de un país como los Estados Unidos para “caminar” y “respirar”….

…. ¡Menudo Lazarillo!

Perdonen que los ocupe en este ejercicio mental: Imaginen a una persona, con las manos y los pies atados. Luego se le amarra una cuerda con un peso superior al del cuerpo que lo debe sostener. Es lanzado a un río lleno de pirañas y los esbirros le dicen que nade hasta la otra orilla para su salvación… Bueno usted ya imagina cuál puede ser el final del cuento, pero no satisfecho aun, a diario lee y escucha, que la culpa de no haberse salvado el hombre, no es de sus sicarios, sino del pobre infeliz… ¡¡¡¡QUE NO SUPO NADAR!!!!

¿Absurdo, verdad?, pues así es creer que todos los problemas de Cuba son responsabilidad del Gobierno Cubano, del Socialismo, y de nosotros por “aferrarnos” al segundo y no “sacudirnos” al primero.

El plan es colonizarnos la Mente, luego “pacificárnosla” y ulteriormente, esclavizárnosla.

Debemos vernos IDIOTAS empujando un proyecto INÚTIL. ¿Y dónde está la salvación de este pueblo “Forrest Gump”?, pues…¡¡¡¡EN EL CAPIATLISMO!!!!, como modelo político, económico y social; y como referente cultural debemos asumir el modo de vida americano (yanqui).

Lo que es y significa el CAPITALISMO dejaré que sea el Comandante en Jefe quien lo defina, sabiendo de antemano que nadie, a no ser los ignorantes y recalcitrantes de siempre, refutará, invalidará o cuestionará la contundencia de los argumentos:

“… significa intercambio desigual con los pueblos del Tercer Mundo, exacerbación del egoísmo individual y del chovinismo nacional, el imperio de la irracionalidad y la anarquía en la inversión y la producción, sacrificio despiadado de los pueblos a las leyes ciegas de la economía, el imperio del más fuerte, la explotación del hombre por el hombre, el sálvese quien pueda”.

“El Capitalismo en el orden social implica muchas cosas más: prostitución, drogas, juegos, mendicidad, desempleo, desigualdades abismales entre sus ciudadanos, agotamiento de los recursos naturales, envenenamiento de la atmósfera, de los mares, de los ríos, de los bosques y, de modo especial, saqueo de las naciones subdesarrolladas por los países capitalistas desarrollados?

“En el pasado significó colonialismo y en el presente neocolonización de miles de millones de seres humanos mediante métodos económico y políticos más sofisticados, pero también menos costosos, más efectivos y más despiadados…”.

El Capitalismo como sistema de organización, producción y reproducción de la vida material y cultural. En él las grandes propiedades y las abundantes se concentran cada vez más en menos, pero poderosas manos.

El Capitalismo no puede existir sin el egoísmo político, económico, social y humano. La distribución de las riquezas es por libre albedrío del mercado, primando el “sálvese quien pueda” y con el fin de los intereses de la clase poderosa (la élite burguesa) justificando cualquier medio para perpetuarse en el poder.

Los pobres no están concebidos para ser ricos y detentar los derechos y privilegios de los dueños del Mundo. La ilusión de los “ganadores” que vemos triunfar en las sendas deportivas y en el mundo artístico, son unas de las muy pocas válvulas de escape que crea el sistema para no estallar socialmente.

Son casi tres siglos engañando, mintiendo, manipulando y estafando al pueblo estadounidense, para que acepte las “reglas del juego sucio” capitalista.

Pero ese pueblo se sacudirá del racismo, la xenofobia, la brutalidad policial, la tortura a prisioneros nacionales o fuera de sus fronteras, los encarcelamientos prolongados, el antisemitismo, el macartismo, la cacería de brujas política, ideológica y religiosa, los asesinatos selectivos contra internos o incómodos insubordinados a su poder, entre otras formas de intolerancia.

Un pueblo que no siente orgullo de su historia, porque está unida a guerras de rapiña y despojos mundiales, en las que ese noble pueblo pone la “carne de cañón”, ni de sus héroes, porque los de “verdad” son los de ficción: desde Supermán hasta Barbie, que está diciendo ¡basta! a la violencia doméstica y que sin dudas les digo se rebelará, más temprano que tarde. No digo que hará una revolución ni instaurará el socialismo, pero de que sacudirá esos siglos de injusticia, ¡LO HARÁ!

En la naturaleza humana habitan la VIRTUD y el VICIO, el CIERTO y el PECADO. Venimos al mundo siendo EGOÍSTAS y decidimos con nuestro desarrollo si nos mantenemos en esa condición o somos SOLIDARIOS con nosotros y con los demás.

El Esclavismo no creó el EGOÍSMO, fue este último el que creó al primero. El Feudalismo no hizo nada por eliminar el EGOÍSMO, se hizo cómplice de él. El CAPITALISMO, nieto e hijo de los sistemas anteriores, lo perpetúa, exacerba, lo corona y lo endiosa…

El Socialismo “nace” del Capitalismo y porta alguno de sus “genes”. El Che los llamaba “armas melladas”.

El secreto mejor “guardado” en la maleza ideológica y en la alfombra de la tergiversación y manipulación es, lo que subyace de capitalismo en nuestro socialismo.

No subestimo al lector ni prejuzgo su posición si no es coincidente con la siguiente tesis, pero la argumentaré brevemente y ojalá los ejemplos sirvan para que al menos este criterio favorezca el pensar divergente:

Lo primero que tenemos que recordar, pues lo sabemos, son los grandes problemas económico-sociales y culturales que “heredamos” del capitalismo que los yanquis le impusieron a nuestro pueblo, exactamente 60 años: desempleo, discriminación racial, violencia de género, represión gubernamental, desigualdad social, ausencia de derechos humanos, sociedad sin democracia y antidemocrática, una brutal tiranía entre el 1925 y 1933 y una criminal dictadura desde el 10 de marzo de 1952 hasta el 1 de enero1959; mantenidas, adoctrinadas, y financiadas por los gobiernos norteamericanos.

El subdesarrollo, la monoproducción, la monoexportación, el 90% de nuestras mejores tierras, las pocas industrias y los pocos bancos en manos de empresas extranjeras y de la Oligarquía nacional.

La irritante corrupción administrativa, con su nivel más vesicante en los gobiernos de Grau y Prío, entre 1944 y 1952, redondeaban el panorama dantesco de hambre, analfabetismo, desempleo, insalubridad y un largo etcétera de males sociales.

Estos fenómenos crearon hábitos, costumbres, modos y formas de ser, pensar y sentir que la joven Revolución se propuso barrer por su incompatibilidad con la nueva sociedad a edificar. Había que evitar que el reflejo condicionado de esa anterior cultura se manifestara en el nuevo contexto en forma de pensamiento, conductas y actitudes.

En mi criterio las tres tareas más colosales de la Revolución y el Socialismo en Cuba se han concentrado en:

  • Resolver los grandes problemas socioeconómicos (subdesarrollo) heredados del capitalismo. Fidel enuncia los principales del momento en el Programa del Moncada. Y entre factores mentales, materiales y financieros no hemos podido desterrar la ineficiencia e inefectividad en la gestión de la tierra (frente agropecuario), del sistema empresarial (producción, calidad, ahorro, control de recursos, inversión, encadenamiento productivo) y la construcción, reparación y mantenimientos de viviendas.
  • Crear una sociedad y un individuo nuevo, a partir de una subjetividad y cultura nuevas; sin referentes históricos ni contemporáneos, con la justicia social como sol de su mundo moral y sin proponérselo debe convertirse en la alternativa al capitalismo neoliberal.
  • Enfrentamiento al Imperialismo Yanqui y sus aliados ideológicos, en el despliegue de agresiones de todo tipo, encabezado por el genocida y criminal Bloqueo, en medio de contextos desbordantes como el del desmerengamiento de la URSS, el desplome del modelo de socialismo este-europeo y ahora con una pandemia de un nuevo coronavirus, letal y mutante, con el añadido del recrudecimiento del cerco económico, financiero y comercial de los EE.UU. a Cuba.

Cuando de problemas de Cuba se hable, el análisis que presuma de objetivo no debe soslayar por omisión voluntaria o involuntaria estos puntos de partida, porque pecaría de insuficiencia, superficialidad o mala fe.

Por lo que sostengo estas convicciones:

  1. Los viejos, nuevos y reciclados problemas que nos irritan, hieren, lastiman, molestan, estresan y nos revientan, fueron heredados del capitalismo, hoy sencillamente, son exacerbados por este y reproducidos lastimosa e increíblemente por algunos de nosotros mismos.
  2. El burocratismo y su caterva de burócratas no los creó el Socialismo. Nuestra culpa es reproducirlos y no haber encontrado la fórmula más eficaz de extirparlo de nuestro cuerpo administrativo, productivo, comercial, organizacional, funcional…
  3. La Corrupción, sus seguidores y beneficiarios no los inventó el Socialismo, son de los más dañinos opositores. Su total erradicación se convierte en un factor de Seguridad Nacional, pues su presencia o propagación generalizada anularía nuestro de proyecto de nación, revolución y socialismo.
  4. El subdesarrollo, las dificultades económicas, agravadas e inducidas y el actual desabastecimiento material, no los creó el socialismo cubano, al contrario, no lo usamos de pretexto para ser resilientes y alcanzar toda la prosperidad material y espiritual posible para nuestro pueblo. Luchamos como gigantes para lograrlo.

La inducción de ideas falsas y emociones manipuladas, tiene impacto en el agotamiento psíquico de algunos compatriotas. No solo enfrentamos carencias materiales y una cruda y larga pandemia de 16 meses, sino actitudes insensibles, egoístas y de corta visión política de coterráneos. Esas actitudes en el orden moral e ideológico hacen más daño que un ejército de mercenarios.

Culpar al Gobierno revolucionario y al sistema político, económico, social y cultural escogido por nuestras actuales penurias es falto de rigor histórico, nace de la mala fe y es intencionadamente subversivo.

¿Quiere decir que no tenemos errores, que no los cometemos aún, que muchos no los hemos erradicado y otros amenazan con convertirse en endémicos? Tenemos errores y responsabilidades sobre ellos.

Fidel, el más grande crítico y “opositor” de nuestras deficiencias e insuficiencias, nos alertó el 17 de noviembre de 2005 de que, de no superar nuestros errores, la Revolución y el Socialismo cubanos serían autodestruidos.

El más fidelista de todos los cubanos, el General de Ejército Raúl Castro nos ha advertido del accionar nefasto de los aprendices de capitalistas, de los que juegan a implantarlo en Cuba y de los que se olvidan que esta tiene que seguir siendo la “Revolución socialista y democrática de los humildes, por los humildes y para los humildes”.

El Presidente, continuador de las ideas y batallas de esos gigantes, no se cansa de reiterar, que para mantener la Obra y llenar de prosperidad y sostenibilidad a nuestro pueblo, hay que arrancar a mordidas los pedazos de problemas cotidianos que enfrentamos, destrabar lo que deba ser destrabado, liberar las fuerzas productivas, actuar con sensibilidad humana, con el oído puesto en los anhelos de nuestros compatriotas, dirigir, escuchando la sabiduría popular, siendo proactivos, innovadores, audaces, dialécticos y que hagamos las cosas bien, con decencia y cultura del detalle.

Como dicen unas estrofas de la canción “Cuba Va”:

“Que nadie interrumpa el ritmo/ queremos amar en paz/ para decir en un grito/ Cuba va, Cuba, va…”.

“Puede que algún machete/ se enrede en la maleza/, puede que por las noches las estrellas no quieran salir/, puede que con los brazos/ haya que abrir la selva/, pero a pesar de los pesares, como sea, Cuba Va/ Cuba va….”.

 

Por REDH-Cuba

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