Coinciden los astrónomos, en que mientras más “atrás” veas en el firmamento, mejor comprenderás el presente del universo. José Martí, el Héroe Nacional de Cuba, reconoce que la Historia es la que “prueba” (valida) las verdades y las realidades. Los avances en la antropología genética permiten entender la evolución humana y su relación con otras especies no humanas, así como personalizar una serie de caracteres polifórmicos del individuo humano, que se pueden manifestar con gran precisión y especificidad.
Mirando con el telescopio de la Historia, podemos comprender los por qués y los para qués de la estrategia yanqui de querer incorporar en el concierto político cubano una “socialdemocracia”, una “tercera vía”, como opción más “moderna”, “eficaz” y “pertinente” para destruir la Revolución cubana.
Esa alternativa parte del prepotente entendido de que en Cuba el Estado es “fallido” y el Socialismo está “obsoleto”, dejando bajo la alfombra histórica la verdad no admitida, de que lo que verdaderamente ha fracasado, son los intentos de reimponer el capitalismo en Cuba por las vías de la guerra económica, el terrorismo y la subversión violenta y no violenta.
“Agotados” los tradicionales métodos imperiales y contrarrevolucionarios, se apela a una vieja oferta política, que lleve por caminos engañosos y disimulados al reconocimiento del mercenarismo cultural como la legítima vanguardia político-intelectual del país; “digna” de producir “el cambio” del sistema político en Cuba.
Serían los heraldos de una “izquierda paralela”, que como la denomina Néstor Kohan, sería una “izquierda gelatinosa, jabonosa”[1]; que camuflada de progresismo y reconciliación, intentaría ser reconocida y perdonada por los desatinos genocidas de su amo imperial, los testaferros violentos y de la contrarrevolución cultural. Desconociendo que el “progreso” no puede llegar a Cuba sobre acémilas cargadas de seudorrevolucionarios, al servicio de la potencia extranjera más atroz de la vida humana.
El apócrifo llamado “a darnos las manos” entre “cubanos”, choca con el antagonismo de irreconciliables intereses de clases, en la que ni el origen nacional puede salvar tal incompatibilidad político-ideológica. Solo el reconocimiento a la independencia, soberanía, autodeterminación y el derecho inalienable a construir el sistema político, económico, social y cultural que quiera el pueblo cubano (y este decidió abrumadoramente en Referéndum Constitucional en 2019 por el Socialismo) puede permitir que exista diálogo, respetuosa y civilizada relaciones.
Cuenta la historia[2] “que el debate desatado en la Asamblea Constituyente de la Revolución francesa, integrada tanto por seguidores de la Corona, como por revolucionarios interesados en tumbarla, era tan acalorado y pasional que los contrincantes se terminaron ubicando estratégicamente en la sala según sus afinidades. De un lado, en las sillas ubicadas a la derecha del presidente del organismo, se sentó el grupo más conservador. Eran los leales a la Corona, quienes querían contener la Revolución y que el rey conservara el poder y el derecho al veto absoluto sobre toda ley.
Del otro lado, en las sillas de la izquierda, se comenzaron a reunir los revolucionarios que tenían una visión opuesta. Eran los más progresistas de la sala, los que pedían un cambio de orden radical. Para ellos, el rey solo debía tener derecho a un veto suspensivo. Es decir, si este no estaba de acuerdo con una propuesta de ley podía suspender el proceso por un tiempo determinado, pero no podía detenerla definitivamente ni cancelarla. Suponía el fin del poder absoluto del monarca”.
Ese debate tuvo continuidad, hasta que correspondió decidir sobre el destino del Rey y la Reina de Francia. En ese contexto (el de la Revolución francesa de 1789-1799), sobresale un personaje oscuro y escurridizo, al que se dice que el propio Emperador Napoleón Bonaparte Ie respetaba con inquietud, y que el exacto biógrafo Stefan Zweig denominó como “Genio tenebroso”. Esa celebridad histórica fue José Fouché.
Dejaré que sea el propio Stefan Zweig quien describa los elementos que enlazan, dentro de un mismo árbol genealógico a este “genio de la simulación y el oportunismo”, con los camaleónicos propósitos de la “izquierda paralela” anticubana:
- LA PERSONALIDAD
“… traidor de nacimiento, miserable, intrigante, de naturaleza escurridiza de reptil, tránsfuga profesional, alma baja de esbirro, abyecto amoral… y persistente falta de carácter…”[3]
“… también en lo psíquico pertenece a la raza de los flemáticos, de los temperamentos fríos. No conoce pasiones recias, avasalladoras; no es arrastrado hacia las mujeres ni hacia el juego; no bebe vino, no le tienta el despilfarro, no mueve sus músculos, no vive más que en su estudio, entre documentos y papeles. Nunca se enfada visiblemente, nunca vibra un nervio en su cara. Solo para una leve sonrisa, cortés, mordaz, se contraen estos labios afilados, anémicos; nunca se observa bajos esta máscara gris, terrosa, aparentemente desmadejada, una verdadera tensión; nunca delatan los ojos, bajo los párpados pesados y orillados, su intención, ni revela sus pensamientos con un gesto.
Esta sangre fría, imperturbable, constituye la verdadera fuerza de Fouché. Los nervios no le dominan, los sentidos no le seducen, toda su pasión se carga y se descarga tras el muro impenetrable de su frente. Deja jugar sus fuerzas y acecha despierto las faltas de los demás. Espera pacientemente a que se agote la pasión de los otros o a que aparezca en ellos un momento de flaqueza para dar entonces el golpe inexorable… quien así puede esperar y ocultarse, bien puede engañar hasta el más sagaz. Obedecerá tranquilamente, sin pestañear. Sonriente y frío, soportará las más recias ofensas, las más viles humillaciones; ninguna amenaza, ningún gesto de rabia conmoverá a este monstruo de frialdad…”[4]
- EL MÉTODO
- La falta de compromiso, excepto con él, para dejar abierta la retirada, la variación y el cambio: “… Viste el hábito de monje, está tonsurado, comparte la vida monacal de los demás Padres espirituales, y durante diez años de oratoriano en nada se diferencia ni exterior ni interiormente, de un sacerdote. Pero no toma las órdenes mayores, no hace voto…; a la Iglesia se da temporalmente y no por entero, lo mismo que más tarde al Consulado, al Imperio o al Reino. Ni siquiera con Dios se compromete José Fouché a ser fiel para siempre”[5].
- El cálculo, la paciencia y la simulación: “…aprende… el arte de callar, la ciencia magistral de ocultarse a sí mismo, la maestría para observar y conocer el corazón humano. Si este hombre, aun en los momentos de mayor pasión de su vida, llega a dominar hasta el último músculo de su cara; si es imposible percibir una agitación de ira, de amargura, de emoción en su faz inmóvil, como emparedada en silencio; si con la misma voz apagada sabe pronunciar lo cotidiano y lo terrible, y si puede cruzar con el mismo paso sigiloso los aposentos del Emperador y la frenética Asamblea popular, ello se debe a la disciplina incomparable de dominio sobre sí mismo…”[6]
- El oportunismo, la ambición y la cobardía: “Para asegurar su posición política…, se casa muy pronto con la hija de un rico mercader, una muchacha fea, pero de buena posición, pues quiere convertirse rápidamente en un perfecto burgués; es el tiempo en que –bien lo presiente él- el Tercer Estado va a tener en sus manos la dirección, el predominio… se convocan elecciones para la Convención, se presenta (Fouché) como candidato. ¿Y qué es lo que hace todo candidato? Promete, por lo pronto, a sus buenos electores todo lo que pueda halagarlos. Así jura Fouché proteger el comercio, defender la propiedad, respetar las leyes… sopla más el viento de la derecha que el de la izquierda… Y efectivamente, en 1792, es elegido diputado de la Convención…”[7]
“La mañana del 12 de septiembre hace su entrada en la sala la recién elegida Convención… En las galerías se reúne el pueblo y contempla curioso a sus representantes… todo se ha mezclado en Francia… Es tiempo de aclarar el caos…”[8]
“En el salón… están colocados abajo los tranquilos, los serenos, los cautos: el marais, el pantano, como llaman irónicamente a los que en todas las decisiones carecen de pasión. Los turbulentos, los impacientes, los radicales, toman asiento arriba, en los bancos más altos, en “la montaña”… ¿Dónde tomará asiento José Fouché: entre los radicales de la “montaña” o entre los moderados del “llano”? José Fouché no titubea mucho tiempo. No conoce más que un partido, al que es leal y al que permanecerá fiel hasta el fin: al más fuerte, la de la mayoría… cuenta… los votos y ve que el Poder se inclina del lado de los girondinos, de los moderados… (el llano)… Allí puede estar seguro. Y allí toma asiento…”[9]
“… (El 16 de enero de 1793) formula la Convención la pregunta de vida o muerte (para el Rey). En vano habían esperado los indecisos, los cobardes, los cautos, las personas del carácter de José Fouché, poder escapar por votación secreta de emitir su juicio definitivo. Robespierre exige terminantemente que cada representante de la nación francesa pronuncie su «sí» o «no», su Vida o Muerte, en medio de la Asamblea, para que sepa el pueblo y la posteridad el lugar que a cada uno corresponde: a la derecha o a la izquierda…
Ya el 15 de enero, Fouché ha definido claramente su propósito. Pertenece a los girondinos (a la derecha), y el deseo de sus electores, netamente moderados, le obliga a pedir clemencia por el Rey, (pregunta, consulta)…, la mayoría está en contra de la sentencia (la muerte)… lee a un amigo el discurso que piensa pronunciar para justificar su deseo de clemencia… (pero entre la noche del 15 y el día 16 los radicales han puesto en marcha la maquinaria de la rebelión y el panorama cambia)[10]… y esa intimidación hace su efecto en todos los espíritus opacados. Medrosos se aprietan en sus asientos los girondinos… La balanza oscila mucho: un par de votos pueden decidir. Por fin es llamado… José Fouché… ha contado los votos…, y, buen calculador, ha visto que con ello daría un paso en falso, ligándose al único partido al que nunca habría de pertenecer: al partido de la minoría. Ya no duda. Con sus pasos sigilosos sube ligeramente a la tribuna, y de sus labios pálidos se escapan, tenues, estas dos palabras: La mort”[11].
El mercenarismo cultural, que se intenta presentar al pueblo cubano como vanguardia política-intelectual, tiene genes “psico-culturales” que le emparentan con José Fouché y se distancian (es más, nunca pertenecieron verdaderamente) del linaje de Varela[12], Luz y Caballero[13], Céspedes[14], Agramonte[15], Martí[16], Mella[17], Villena[18], el Grupo Minorista[19], el Grupo Orígenes[20], Guillén[21], Marinello[22], Emilio Roig[23], don Fernando Ortiz[24], Carpentier[25], Fidel, el Che, Hart[26], Haydée[27], Silvio[28], Eusebio Leal[29], Abel Prieto[30], Israel Rojas[31] y ahora Díaz-Canel[32], entre otros vanguardistas.
Estamos asistiendo a la presentación del cobertor de los nuevos “agentes de cambio”, que cambiarán de nombres y figuras, como fichas desechables y no reciclables, en cada jugada sobre el tablero colonizador que utilizaría el imperialismo tradicional y el cultural para minar la hegemonía socialista de la Revolución Cubana; por lo que apostarán por “presentar unas izquierdas lights, unas izquierdas que están dispuestas a negociar, a pactar, a dialogar, con sectores frente a los cuales tradicionalmente la Revolución cubana, los revolucionarios y las revolucionarias cubanos, nunca han pactado o nunca han negociado.”[33] “En Cuba la derecha no tiene músculo político ni poder de convocatoria ni goza de reconocimiento en el imaginario colectivo, por lo que la reacción sabe que no puede presentarse abiertamente como lo que es, sin exponerse a la crítica y el rechazo”[34].
Con el espíritu de Fouché, la estrategia “rumiada” en los “estómagos pensantes”, que planifican y financian desde Washington, “lo mejor para Cuba”, consiste en desmarcar su seductora propuesta del terrorismo extremista de la Mafia Anticubana de Miami, desprestigiada, y sin conexión simbólica ni sensorial con la actual generación de cubanos (ni con la del mañana próximo); pero conectarlos con uno, dos o un grupo pequeño de “famosos” artistas renegados y militantes del mercenarismo cultural.
Tratan de acoplar lo desacoplado e inacopable, pues la vanguardia artístico-intelectual cubana se convirtió en vanguardia política o compartió liderazgo con ella, a partir de que soñó, ideó, inspiró, concretó, militó y hasta murió en la defensa de los proyectos revolucionarios y emancipadores de la nación cubana. Nunca se enraizó al pueblo y a sus nobles aspiraciones desde el mandato de una potencia extranjera ni desde el servilismo ilota de “culto”-mercenarios.
Desconocen por ignorancia histórica y subestimación antonomástica, que este Pueblo jamás tomaría en serio una propuesta política sin el signo independentista, antiimperialista y anticapitalista.
Lo que caracteriza a esta “oferta” son los recursos “fouchecianos”, de convocatorias indefinidas, ambiguas y abstractas, en la que se incluyan luchas en las calles y en las redes antisociales por establecer en Cuba una “república democrática”, “socialista-popular”, demócratacristiana», y hasta “republicana”; que sustituyamos nuestra “democracia socialista y con ejercicio pleno del poder popular, por una burguesa, ya sea made in USA, o de cualquiera de las repúblicas bananeras o neoliberales que dieron a luz en América Latina y el Caribe, después de las dictaduras impuestas por los Estados Unidos, como mecanismo de dominación sobre nuestros pueblos y recursos.
En fin, aun sin programa político, económico, social y cultural, la propuesta tiene claro que el Programa que tiene diseñado Estados Unidos es el de “superador del marxismo del Che y Fidel y de la tradición martiana de la revolución cubana”[35], el indicado a restablecer el capitalismo neocolonial en Cuba.
Este mercenarismo cultural es incoherente y torpe en asuntos de cultura política; se auto titula “socialista” y “revolucionario”, pero no comulga (la rechaza, ofende y ataca con odio y saña) con la Revolución Socialista, ni con su Gobierno, ni con su único Partido Comunista, ni con sus instituciones armadas, ni organizaciones de masas y sociales.
Les queda a los herederos de Fouché (excepto su genialidad) seguir travistiendo métodos y caracteres, pues el nivel de organización social, unidad política y preparación ideológica de este Pueblo, asegura de antemano el fracaso de la “Invasión Mercenaria Cultural”, frente a la Guerra de Pensamiento y Cultura de Todo el Pueblo.
No lo dude el Imperialismo ni sus asalariados.
Notas:
[1] ¿Socialdemocracia en Cuba? Crónica de un fracaso anunciado (Transcripción de la Entrevista-diálogo del Grupo de Telegram «La Manigua» [Cuba] con Néstor Kohan, 22/9/2021, versión revisada y aumentada por el autor entrevistado).
[2]Ana María Roura @anamaroura. ¿Por qué se les llama izquierda y derecha a las 2 principales tendencias políticas que rigen el mundo (y qué tuvieron que ver con ello unas sillas)? https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-55882272 BBC News Mundo. 6 febrero 2021.
¿Socialdemocracia en Cuba? Crónica de un fracaso anunciado (Transcripción de la Entrevista-diálogo de «La Manigua» [Cuba] con Néstor Kohan, 22/9/2021, versión revisada y aumentada por el autor entrevistado)
[3] Stefan Zweig. “Fouché. Genio tenebroso”. Biblioteca Virtual Universal www.biblioteca.org.ar p. 1. editorial del cardo. 2006.
[4] Ídem. Pp. 6-7
[5] Ídem. p. 4
[6] Ídem. p. 4
[7] Ídem. p. 6
[8] Ídem. p. 7
[9] Ídem. p. 8
[10] Ídem. p. 10
[11] Ídem. p. 11
[12] Félix Varela Morales. La Habana, Cuba, 20 de noviembre de 1788 – San Agustín, Florida, Estados Unidos, 25 de febrero de 1853, también conocido como el Padre Varela, fue un sacerdote, maestro, escritor, filósofo y político cubano que tuvo un importante desempeño en la vida intelectual y política en la Cuba de la primera mitad del siglo XIX. El padre Varela es considerado el precursor del independentismo de la nación cubana. “El primero que nos enseñó en pensar…”.
[13] José de la Luz y Caballero. La Habana, Cuba, 11 de julio de 1800 – 22 de junio de 1862, fue un filósofo y educador cubano. Se destacó por sus colaboraciones en temas científicos, filosóficos y otros. Es considerado como uno de los pedagogos más avanzado de su época y de todos los tiempos. Fue discípulo destacado del Padre Varela.
[14] Carlos Manuel Perfecto del Carmen de Céspedes y López del Castillo. Bayamo, Oriente, Cuba, 18 de abril de 1819 – 27 de febrero de 1874. Abogado revolucionario cubano que inició las guerras por la independencia en Cuba contra el régimen colonial de España proclamando el 10 de octubre de 1868. Proclamó su determinación de independencia o muerte y la libertad de sus esclavos. Céspedes es considerado por todos los cubanos como el Padre de la Patria, también fue Mayor general del Ejército Libertador de Cuba y primer Presidente de la República de Cuba en Armas. Murió en combate frente a tropas españolas.
[15] Ignacio Agramonte y Loynaz. (Puerto Príncipe, 23 de diciembre de 1841 – Jimaguayú, 11 de mayo de 1873). Mayor General del Ejército Libertador cubano conocido como «El Mayor». Fundador de la Junta Revolucionaria de esta región. Participó en las labores conspirativas que condujeron al alzamiento de los camagüeyanos el 4 de noviembre de 1868, incorporándose a la Guerra de los Diez Años (1868-1878).
[16] José Julián Martí Pérez (La Habana, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, 19 de mayo de 1895). Héroe Nacional de Cuba.
[17] Julio Antonio Mella (La Habana, 25 de marzo de 1903 – México DF, 10 de enero de 1929). Revolucionario cubano, cofundador del Partido Comunista de Cuba y de la Federación Estudiantil Universitaria, entre numerosas organizaciones. Desarrolló en su corta existencia una febril actividad política y revolucionaria que lo convirtió en un líder de talla internacional.
[18] Rubén Martínez Villena (Alquízar, 20 de diciembre de 1899 – La Habana, 16 de enero de 1934). Intelectual, escritor y revolucionario cubano de las décadas de 1920 y 1930.
[19] Grupo Minorista. Agrupaba a creadores de las ciencias sociales, artistas, literatos, músicos y a creadores en general, siempre a favor de las causas más nobles, aunque algún integrante postulara tendencias políticas que luego no fueran compartidas por la mayoría. Así profesaban desde la definición antiimperialista, la defensa de los valores nacionales de la cultura, el rechazo a las dictaduras a la preocupación por los obreros y lo campesinos. El manifiesto de Grupo Minorista, dado a conocer el 6 de mayo de 1927, es quizás uno de los documentos más a tiempo que produjo la intelectualidad cubana del siglo XX.
- [20] Grupo Orígenes. Agrupación de intelectuales en la cultura cubana que se distinguió por la extraordinaria riqueza de sus aportes y la diversidad de estilos dentro del formidable conjunto de ideas y búsquedas que le dan unidad. Surgida en 1944. La idea central, como centro de positividad y promotor de las futuras creaciones, partió del rechazo a las coyunturas circunstanciales de una epidermización de la cultura. De esta percepción de un mundo trascendido en la superficialidad y carencia de finalidad dados en el contexto epocal republicano, surge el fundamento de la visión teleológica y trascendental, basada en un sentido de «lo cubano» dado en los planos más subyacentes (ocultos, secretos, esenciales) de la realidad. La integraron José Lezama Lima (poeta), Ángel Gaztelu (poeta), Virgilio Piñera (poeta), Fina García Marruz (poeta), Eliseo Diego (poeta), Octavio Smith (poeta), Lorenzo García Vega (poeta), Cintio Vitier (poeta), Cleva Solís (poeta), Gastón Vaquero (poeta), Julián Orbón (músico), José Ardévol Gimbernat (músico), Mariano Rodríguez (pintor), René Portocarrero (pintor), Bella García (otro intelectual), Agustín Pi (profesor de Historia)
[21] Nicolás Guillén Batista (Camagüey, 10 de julio de 1902 – La Habana, 16 de julio de 1989). Periodista, poeta y político cubano, considerado por su obra como Poeta Nacional de Cuba.
[22] Juan Marinello Vidaurreta. Político y notable intelectual cubano. Doctor en Derecho Civil y en Derecho Público, poeta y brillante ensayista. Fue Rector de la Universidad de La Habana, embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Perteneció al Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación en 1965 hasta su muerte.
[23] Emilio Roig de Leuchsenring (La Habana, 23 de agosto de 1889 – La Habana, 8 de agosto de 1964). Historiador, etnólogo, periodista y patriota cubano. Fue el primer Historiador de La Habana en 1935. Se une a organizaciones como la Liga Antimperialista de Cuba y en el Grupo Minorista. La Habana resulta lugar propicio para articular sus fecundas tareas.
[24] Fernando Ortiz Fernández (La Habana, 16 de julio de 1881 – La Habana, 10 de abril de 1969). Antropólogo, jurista, arqueólogo y periodista cubano. Estudioso de las raíces histórico-culturales afrocubanas. Criminólogo, etnólogo, lingüista, musicólogo, folklorista, economista, historiador y geógrafo. Realizó notables aportes relacionados con las fuentes de la cultura cubana. Por su labor investigativa está considerado el tercer descubridor de Cuba después de Cristóbal Colón y Alejandro de Humboldt. Con el concepto de transculturación realizó un importante aporte a la antropología cultural. Su obra fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.
[25] Alejo Carpentier Valmont (Lausana, 1904 – París, 1980). Gran novelista cubano. Intelectual excepcional y descollante figura de la vanguardia estética y el pensamiento cubanos. Cultivó con éxito, además de la narrativa -considerado el culminador de la madurez narrativa insular del siglo XX-, la crítica periodística cultural y el ensayo. Se destacó también como teórico del mundo latinoamericano y caribeño, musicólogo y gestor de proyectos editoriales, plásticos y musicales. Es una de las figuras más destacadas de las letras hispanoamericanas por sus obras barrocas como El siglo de las luces y El reino de este mundo. Fue Premio Cervantes.
[26] Armando Hart Dávalos (La Habana, 13 de junio de 1930 – La Habana, 26 de noviembre de 2017). Destacado intelectual y político cubano. Integró la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio y tras el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista fue designado como ministro de Educación del gobierno revolucionario cubano, cargo que ocupó hasta 1965. Formó parte de la dirección nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC). Al crearse el Partido Comunista de Cuba en 1965 fue elegido miembro del Comité Central y del Buró Político del Partido Comunista de Cuba. Fue designado Ministro de Cultura desde la creación de dicho ministerio hasta 1997 en que pasó a dirigir la Oficina del Programa Martiano, adscripta al Consejo de Estado. Como intelectual tuvo una amplia obra dedicada al estudio de la figura histórica y el pensamiento de José Martí. Creó y presidió la Sociedad Cultural José Martí y fue distinguido como Doctor Honoris Causa por prestigiosas universidades cubanas y extranjeras.
[27] Haydée Santamaría Cuadrado. (Las Villas, 30 de diciembre de 1923-La Habana, 28 de julio de 1980). Conocida como Yeyé. Heroína de la República de Cuba. Participante del asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, acción por la cual guardó prisión junto a Melba Hernández. Tras su liberación integró la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio. Apoyó al destacamento guerrillero que dirigía Fidel Castro en la Sierra Maestra, y éste le encomendó que obtuviera fondos y armas y aglutinara a los revolucionarios en el exterior. Regresó a Cuba al triunfar la Revolución y trabajó en el Ministerio de Educación. Luego fundó y dirigió por muchos años la Casa de las Américas, desde donde influyó decisivamente en el devenir cultural del país.
[28] Silvio Rodríguez Domínguez (San Antonio de los Baños, 29 de noviembre de 1946). Cantautor, guitarrista, compositor, poeta y político cubano. Exponente característico de la música de Cuba; uno de los músicos cubanos de mayor trascendencia internacional. Fundador del Movimiento de la Nueva Trova, junto a Pablo Milanés, Noel Nicola y Vicente Feliú. Con más de cuatro décadas de carrera musical, y más de una veintena de álbumes, es actualmente uno de los cantautores de mayor trascendencia internacional del habla hispana y un ícono de la música cubana nacida tras el triunfo de la Revolución Cubana.
[29] Eusebio Leal Spengler (La Habana, 11 de septiembre de 1942 – La Habana, 31 de julio de 2020), fue un intelectual, político, ensayista e investigador cubano, historiador de La Habana. Doctor en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana, Máster en Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba, y especialista en Ciencias Arqueológicas. Fue presidente de Honor del Comité Cubano del ICOM y Presidente de Honor del Comité Cubano del ICOMOS y de la Sociedad Civil Patrimonio, Comunidad y Medio Ambiente; Decano de la Facultad del “Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana”, Título de Profesor de Mérito de la Universidad de La Habana, presidente de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba, presidente de Honor de la Sociedad Económica de Amigos del País, presidente del Grupo de Parlamentarios de Amistad Cuba- México. Además, vicepresidente del Grupo de Parlamentarios de Amistad Cuba- Japón.
Fue embajador de Buena Voluntad del sistema de las Naciones Unidas y asesor del tema para La Erradicación de la Pobreza, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Doctor Honoris Causa de varias universidades de América Latina y Europa. A su empeño y trabajo se debe una gran parte del trabajo de rescate realizado en el centro histórico de La Habana. Entre otros premios, ostentaba la Medalla Víctor Hugo y la Medalla del Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural, entregada por la UNESCO.
[30] Abel Enrique Prieto Jiménez. Político, escritor, editor y profesor. Ministro de Cultura de la República de Cuba durante dos periodos. Fue Asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. Es además diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y reelegido en la IX Legislatura por el municipio Pinar del Río, provincia Pinar del Río . Actual presidente de la Casa de las Américas.
[31] Israel Rojas Fiel. Vocalista y líder del Dúo Buena Fe junto a Yoel Martínez. Compositor de todos los temas del grupo. Su formación trovadoresca está presente en todos los textos, llenos de reflexión acerca de la realidad actual, con una sonoridad contemporánea, que permiten arreglos musicales que inscriben, cada una de las canciones, dentro de los más variados géneros de la música cubana, con influencias del pop y el rock. No reniega de su abierta militancia revolucionaria, aunque profundo crítico de lo que “está mal”. Ha sido reconocido con la “Distinción por la Cultura Nacional” y la “Réplica del machete de Máximo Gómez”, por sus importantes contribuciones al desarrollo y defensa de la Cultura Cubana.
[32] Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez (Placetas, 20 de abril de 1960). Político cubano, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Tras una exitosa carrera como cuadro del partido en las provincias de Villa Clara y Holguín, ejerció como ministro de Educación Superior y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros desde el 24 de febrero de 2013 hasta el 18 de abril de 2018, fecha en la que fue elegido Presidente del Consejo de Estado y de Ministros. Elegido Presidente de la República de Cuba el 10 de octubre de 2019, cargo que ocupará hasta el año 2023. Doctor en Ciencias Técnicas desde el 2021.
[33] ¿Socialdemocracia en Cuba? Crónica de un fracaso anunciado (Transcripción de la Entrevista-diálogo del Grupo de Telegram «La Manigua» [Cuba] con Néstor Kohan, 22/9/2021, versión revisada y aumentada por el autor entrevistado).
[34] Karima Oliva Bello. “Izquierda como fachada”. Periódico Granma. 1 de diciembre de 2021. P. 8
[35] ¿Socialdemocracia en Cuba? Crónica de un fracaso anunciado (Transcripción de la Entrevista-diálogo del Grupo de Telegram «La Manigua» [Cuba] con Néstor Kohan, 22/9/2021, versión revisada y aumentada por el autor entrevistado).