Voces y rostros entrañables de la Nueva Trova cubana se dieron cita en la Sala Che Guevara de la Casa de las Américas como preámbulo de la jornada de celebración por el aniversario 50 del movimiento, que organiza el Instituto Cubano de la Música junto con otras instituciones del país. Cantautores de diversas generaciones acudieron al llamado realizado en el mismo espacio cultural que arropó cinco décadas atrás a unos muy jóvenes Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola, entre otros cantores, quienes eran prácticamente desconocidos por entonces y hoy son íconos indiscutibles de la canción latinoamericana.

En coherencia con el afán de la Casa de las Américas de acoger y promover la joven canción de autor que nacía en Cuba y en otros países del continente desde aquellos años iniciales de la década del 70, los festejos por el medio siglo de existencia de la nueva trova cubana en sus más diversas expresiones se convocaron desde este espacio cultural, en el que la propia Haydee Santamaría, presidenta fundadora de la Casa, supo reconocer desde el primer momento la valía de este nuevo decir para cantar las realidades de los pueblos, su latido, para que se pudieran reconocer y encontrar.

A la postre, el naciente Movimiento de la Nueva Trova excedió cualquier expectativa inicial y sus canciones son parte hoy de la identidad cubana y latinoamericana. Sus sucesivas generaciones se han parecido al país que han habitado, única manera de lograr una canción testimonial, crítica y comprometida.

En la presentación, organizada por el Instituto Cubano de la Música, también se destacó los 55 años del primer Encuentro de la Canción Protesta. En lo que se concibió como la primera conferencia de prensa de todo un ciclo diseñado para promocionar la celebración, se escucharon los criterios de personalidades de la cultura cubana como el reconocido tresero Pancho Amat; el director del grupo Síntesis, Carlos Alfonso, y Jorge Gómez, director del grupo Moncada, quienes hicieron énfasis en no olvidar a músicos muy valiosos que aportaron al desarrollo de la Nueva Trova aún sin ser trovadores, como Sergio y José María Vitier, Frank Fernández y Leo Brouwer, entre otros.

Asimismo, Jorge Gómez llamó a no dormirse en las glorias pasadas, a no conformarse con haber sido la banda sonora de varias generaciones de cubanos, y en cambio insistió en la necesidad de apropiarse de los mecanismos de socialización del arte que permiten llevar la música a los más jóvenes. A esos que han demostrado, a pesar del criterio de muchos, que disfrutan y les interesa la canción de autor, aseguró.

En uno de los audiovisuales presentados en el encuentro, Pablo Menéndez, director del grupo Mezcla y fundador del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, aseguró que para hacer la Nueva Trova no hacían falta ni instrumentos, bastaban las ganas de cambiar el mundo a través de las canciones.

Durante la conferencia también se dieron a conocer detalles sobre la elaboración del expediente para la declaración de la trova como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, la entrega del sello 50 Aniversario y la reedición de la caminata desde Las Coloradas hasta Alegría de Pío, el próximo 2 de diciembre, fecha en que se fundó el Movimiento. Igualmente, toda la jornada de celebración incluye conciertos, como el que se realizará en la Casa de las Américas, el 23 de septiembre, así como homenajes, coloquios, presentaciones de discos, ciclos de cine, entre otras iniciativas.

También trascendió que la celebración por los 50 años del Movimiento persigue como uno de los elementos fundamentales lograr una presencia estable y orgánica de la trova en los barrios, las universidades, en los medios de comunicación y en espacios emergentes de socialización de contenidos como las redes sociales. Empeño que cobra especial relevancia en las actuales circunstancias del país, que demandan una canción militante, comprometida, crítica, hermosa.

En este sentido, María Elena Vinueza, directora de Música de la Casa de las Américas, subrayó que la nueva trova es la mejor arma para seguir defendiendo nuestra dignidad, nuestra Patria.

En algún momento de su intervención, el trovador Augusto Blanca, fundador del Movimiento de la Nueva Trova, aseguró que en aquellos años iniciales nunca pensaron en la fama ni en las multitudes, pues solo querían expresarse; lo que para suerte de la cultura cubana sigue siendo el principal objetivo de los cantautores de distintas generaciones quienes, siguiendo los pasos de los fundadores, han decidido tomar la guitarra y crecer.

Por REDH-Cuba

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