Es del clásico “influencer” Esopo la fábula sobre el pequeño pastor de ovejas que bromea mintiendo y miente bromeando, cuando anuncia a la aldea que “viene el lobo”. La constante e infértil movilización le hizo perder confianza y credibilidad al cuidador de ovejas. Un día llegó el lobo y el pastorcillo se desgargantó pidiendo ayuda, pero esta no llegó. El lobo se zampó las ovejas y este libró de no haber sido el postre del depredador.

De ese modo triste y horroroso aprendió la lección el joven pastor.

Traigo con toda intención la fábula y su moraleja (deducida por el lector), pues después de excelentes libros sobre causas, factores y consecuencias del derrumbe del bloque socialista este-europeo y de la extinta URSS, he leído en comentarios de compatriotas, con buena fe y preocupación, el deseo, no sin cierta angustia, de que aquellos condicionamientos no se repliquen en Cuba. Y esa preocupación tienen un sustento filosófico e histórico, pues, aunque no alcanza la dimensión de Ley, sí en la Dialéctica materialista, o sea, la marxista-leninista, se identifica una categoría: “posibilidad-realidad”. Que en esencia que todo lo posible puede ser real, y lo real puede ser posible. Solo tienen que darse las condiciones objetivas y subjetivas para que ocurran. Así de sencillo.

Pero también del otro lado están los agoreros, los “profetas del derrumbe del Socialismo cubano”, quienes, sin estudios previos, con carencias teóricas y metodológicas para realizar análisis de fondo de las “tesis” que “sustentan”, de manera sesgada y oportunista, echan manos a cuanto documento serio, con reconocimiento y validación de la práctica, de comunidades científicas y del credo popular, para regar sus diatribas apocalípticas, desde una hipocresía y cinismo sin igual, pues en el fondo, lo que desean, es que “ojalá” se desmorone nuestro proyecto de justicia social y socialista.

De estos últimos, es a los que hago referencia con la fábula. Su similitud con el embustero pastorcillo, es que llevan más de 30 años anunciándonos que “viene el lobo” (la destrucción de la Revolución) a Cuba, o sea, el Capitalismo y que nuestros errores, deficiencias e ineficiencias en la construcción de Socialismo, nos llevará inexorablemente al fracaso, al entierro de la Revolución.

En el sitio digital “Cuba en contexto”, este martes 8 de agosto de 2023, presentó un artículo que, bajo el título “10 lecciones del derrumbe de la URSS”, sintetiza las esencias del libro del doctor en Ciencias Psicológicas y Profesor Titular Leonel Gorrín Mérida, “¿Errores o traición? El desplome de un modelo de socialismo”. Edición Ciencias Sociales 2018.

Un libro excelente, que parte de un análisis integral, multifactorial y multicausal del proceso de desmontaje del sistema político en Europa del Este y la URSS. El investigador dedica su indagación histórica a demostrar en qué modo incidieron todos los factores en conjunto y cada uno de ellos por separado, y su valor relativo en el sistema de causas que condujeron a la destrucción de un modelo de socialismo.

Uno de los mayores aciertos de la obra radica en la demostración de que lo ocurrido en los países socialistas de Europa Oriental y la URSS, fue un fenómeno regional, espacial y temporal, multicausal, asociado a diversos factores internos y externos, objetivos y subjetivos, en el que los primeros factores internos, en relación dialéctica con los externos condujeron al derrumbe de un modelo de socialismo y no del socialismo como antesala del nuevo modo de producción que ha de sustituir al capitalismo.

Para redundar en el valor de la alerta, que es el fin político-ideológico fundamental de la publicación del artículo, y contribuir con otros puntos de vistas a la movilización consciente y segura de todos los que trabajamos y luchamos por alejar de Cuba, aquellos condicionamientos, es que me limitaré a realizar breves comentarios sobre las “lecciones” enunciadas:

  1. “El SOCIALISMO requiere de un constante proceso de perfeccionamiento, de permanente renovación, de puntualización de tácticas y estrategias. La autocomplacencia por lo alcanzado, el inmovilismo político conduce al fracaso, a desmovilizar a las masas. El llamado «inmovilismo» que durante años existió en aquella sociedad se quiso romper con medidas apresuradas, sin un orden de prioridad, sin un cuerpo legal y mecanismos de control que garantizaran su ejecución. Prevaleció el voluntarismo”. Desde el 16 de abril de 1961, fecha en que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, proclamó el carácter socialista de la Revolución, y el pueblo combatiente refrendó con los fusiles en alto y en las arenas de Girón, la construcción del socialismo en Cuba ha sido innovador en su concepción, construcción y defensa. Ha tenido el acierto y la valentía de rectificarse (desde la lucha contra el sectarismo en el Partido en la década del 60 del siglo pasado, pasando por el proceso de “rectificación de errores y tendencias negativas”, en 1986, como consecuencia de los debates críticos en el III Congreso del PCC, en 1985 y una sesión extraordinaria en 1986. Proceso iniciado primero que la “Perestroika y la Glasnot” soviéticas, interrumpido, no por el fracaso del proceso de rectificación, sino precisamente por el derrumbe del modelo socialista europeo y soviético. En Cuba nunca ha habido inmovilismo político, ni desmovilización de las masas, ni improvisación en la planeación estratégica. Ha existido cierto voluntarismo en no pocos dirigentes, conducido por la inexperiencia, el afán de hacer por el pueblo, el ánimo de conquistar toda la justicia social. El ejemplo más significativo fue la “zafra de los 10 millones”. Fidel, dando el ejemplo, lo reconoció. Otros casos, son propios de los errores humanos, no de la concepción.
  2. “El proceso de renovación del SOCIALISMO tiene que ser encabezado por el PARTIDO. Ninguna otra fuerza política está en condiciones de llevarlo a cabo. La autoridad del PARTIDO y las estructuras del Estado tienen que fortalecerse en momentos de transformaciones profundas. La pérdida de liderazgo político conduce al fracaso. En la Unión Soviética se atacó al PARTIDO, se debilitó el Estado, se perdió el control sobre los procesos políticos, económicos y sociales”. Ha sido el PCC el que, a partir de su ejemplaridad y autoridad moral, ha conducido, de victoria estratégica a victoria estratégica, a este pueblo. La evidencia es que estemos aquí, construyendo y defendiendo, el proyecto alternativo al capitalismo y al imperialismo, más atacado, difamado, agredido y bloqueado, por más tiempo y por las potencias más poderosas de la historia humana. Si existiera una sola evidencia de que el PCC (no un dirigente o dirigentes aislados), estuviese moralmente debilitado, sin autoridad política ni moral, sin prestigio ni reconocimiento de las masas, sin liderazgo ni capacidad de movilización, pues hubiesen triunfado todas las estrategias imperiales de crear en Cuba otros partidos burgueses y politiqueros, no se hubiera reconocido mediante referéndum popular (más del 86%) el papel dirigente y rector del mismo de la sociedad cubana (artículo 5 de la Constitución de la República de Cuba), nuestro pueblo no mostrara tanta confianza y seguridad, de que por intermedio de él se resuelven muchas situaciones que les afectan, hubiese triunfado la matriz de opinión de un Partido, Estado y Gobierno fallidos.
  3. “No hay revolución socialista sin la plena participación de las masas. El SOCIALISMO es un proceso de transformación consciente de las realidades. Sin conciencia revolucionaria no se puede hablar de SOCIALISMO. Esa conciencia no surge, ni se desarrolla por espontaneidad. Es fruto de una permanente labor educativa, de formación y desarrollo de valores, de un trabajo ideológico ajeno al esquematismo y a la fanfarria. La simulación, la doble moral y la corrupción fueron males que laceraron las bases de aquella sociedad”. Enunciaré algunos hechos que confirman ese enunciado: La reforma agraria, la nacionalización de las empresas extranjeras, la creación de los CDR y la FMC, la lucha contra bandidos, el enfrentamiento a la invasión mercenaria derrotada en Girón, la campaña de alfabetización, la Crisis de Octubre, las batallas por el 6 y 9 grados de escolaridad, las zafras del Pueblo, la Voluntad Hidráulica, el Plan Turquino, el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia, las misiones internacionalistas y las colaboraciones civiles internacionalistas (salud, educación, construcción, etc.), el movimiento de Contingentes de la Construcción, el enfrentamiento y victoria del llamado Período Especial, la Batalla de Ideas y sus más de 150 programas sociales (Universidad Para Todos, masificación de la Cultura, Trabajadores Sociales, Instructores de Arte, Revolución Energética, etc.) de las que le precedieron las batallas por la devolución de Elián, el regreso de nuestros 5 Héroes Prisioneros del Imperio, las Tribunas Abiertas, Mesas Redondas, Ferias del Libro y un largo etcétera. También nuestro pueblo volcado a la lucha contra las ilegalidades, indisciplinas sociales, delitos, rescate, fortalecimiento y educación de valores. Desde 1960, con la Primera Declaración de La Habana, hasta las consultas para aprobar la versión definitiva de la Ley de Comunicación Social, en este 2023 (63 años de ese ejercicio democrático), ha sido prerrogativa consagrada en nuestra práctica democrática socialista, que las decisiones de mayor alcance estratégico e impacto en la población cubana, tiene que ser sometida a amplia y masiva consultas populares, ahí destacan las realizadas para aprobar dos constituciones, varias reformas constitucionales, leyes, así como todos los documentos centrales y programáticos de los congresos del PCC. Y el más reciente, que fue la batalla y victoria popular frente a los impactos de la pandemia de covid-19, liderados por el Partido y el Gobierno, y protagonizado por nuestros científicos y personal de la salud.
  4. “La función principal del PARTIDO COMUNISTA está en el terreno ideológico, en la definición de las líneas estratégicas para el desarrollo de la sociedad y en el control de su cumplimiento por las diversas estructuras gubernamentales y sociales. En la Unión Soviética, el PARTIDO asumió las funciones gubernamentales en la administración económica del país. La rectificación de esa política se hizo de manera desordenada y apresurada; se indicó a las organizaciones del PARTIDO pasar a la inactividad y se distanciaron de los problemas. Los sóviets no estaban en condiciones de administrar y al PARTIDO se le planteo la inacción”. En esta dirección se ha trabajado desde la fundación del PCC en octubre de 1965 hasta hoy. Rectificar la negativa práctica de dirigir el Partido y desde él a la sociedad, con métodos administrativos o de mando, fue siempre una “obsesión” de Fidel y de Raúl. Fueron ellos los más duros críticos sobre esta incorrecta y generalizada práctica de no pocos cuadros a todos los niveles. Las evidencias están en todos los documentos que sobre política y trabajo con los cuadros se han analizado en Congresos y Plenos del CC y de las provincias y municipios, entre otros foros partidistas. Leales a las palabras de Martí a Máximo Gómez, que en carta del 20 de octubre de 1884, le dijo: “Un pueblo, General, no se funda como se manda un campamento”, demuestra que los métodos de dirección son diferentes. Esta causa del fracaso del socialismo en Europa del Este y la URSS, se viene superando en nuestro país, profundizándose cada vez más la división de funciones, no solo entre Partido y Administración, sino también entre Estado y Gobierno.
  5. “El SOCIALISMO es ante todo una obra caracterizada por la justicia social, dónde el ser humano es el centro de toda la actividad política. No es posible la consolidación de esa obra sin una economía sólida, sin un desarrollo consecuente de las fuerzas productivas y las relaciones de producción, propias a los ideales del socialismo. La consolidación económica es determinante para la propia existencia de la REVOLUCIÓN SOCIALISTA. Política y economía son conceptos indisolubles. Las fórmulas capitalistas de desarrollo económico conducen al CAPITALISMO y no al fortalecimiento del SOCIALISMO. La necesaria diversificación de las formas de propiedad condujo en la Unión Soviética al menoscabo de lo social sobre los fundamentales medios de producción; la reducción del elevado grado de centralización de la economía se expresó en la renuncia abierta a una planificación racional; la consideración de las relaciones monetario-mercantiles y del lugar del mercado en los procesos productivos fueron sustituidos por la economía de mercado”.

Este es quizás el punto más polémico de todos. La explicación y demostración de que en Cuba no se gesta este error, merece un artículo particular. Me limitaré a enunciar cinco razones:

  1. En la Constitución de la República se enuncia y refrenda que los objetivos fundamentales de la Revolución socialista cubana son, “conquistar toda la justicia” posible para este pueblo. Y rendir culto a la “dignidad plena” de todos los cubanos.
  2. Mientras el Poder Político y Económico del país esté en manos del Pueblo (consciente, comprometido y dispuesto a ejercerlo y defenderlo) los objetivos enunciados en la Constitución están garantizados.
  3. La propiedad de los grandes medios de producción (fábricas, industrias principales: minería, combustibles, construcción, alimenticia, Informática, electrónica, de cultura y literatura, biotecnología, farmacéutica, informática, televisión, radio, etc.) y servicios (salud, educación, turismo, defensa, orden interior, electricidad, comunicaciones, recursos hidráulicos, correos, etc.), están en manos del Estado como representante del Pueblo.
  4. El Mercado no regula a la sociedad ni a su economía, sino que es el Estado y el Gobierno, a todas las instancias, los llamados a desempeñar, junto con el control popular, la regulación del Mercado y ponerlo al servicio del pueblo.
  5. Las micro, pequeñas y medianas empresas, las Cooperativas No Agropecuarias y los Trabajadores por Cuenta Propia, son actores secundarios y complementarios de la Gran Empresa Estatal Socialista.

Los grandes debates e inquietudes populares, con elevados tintes de cuestionamiento, en torno a las razones d) y e), el permanente análisis de los temas relacionados con esos puntos en el PCC, el Gobierno y la Asamblea Nacional del Poder Popular, evidencian que estaremos cada vez más lejos de la posibilidad de que errores como el analizado, sean los que prevalezcan en la construcción del socialismo en Cuba.

  1. “El SOCIALISMO se desarrolla en una lucha permanente contra modelos consumistas expandidos dentro de una economía globalizada. Los instintos egoístas, individualistas y grupales, tratan permanentemente de salir a flote. Mecanismos económicos o administrativos pueden contribuir a su proliferación. La ausencia de legislaciones que imposibilitaran la concentración de la propiedad, fue condición propicia para el desarrollo de relaciones económicas propias del capitalismo. La descontrolada autogestión económica de las empresas facilitó la proliferación de actitudes egoístas. Los intereses personales o grupales prevalecieron por encima de los territoriales y estos y aquellos por encima de los nacionales”. En esa lucha estamos desde 1959. Los debates acerca de las mejores maneras de desarrollar la economía en las condiciones socio históricas cubanas, fueron temas de debates y reflexiones de Fidel, el Che, Carlos Rafael Rodríguez, entre otros. Estudiando las prácticas económicas de países socialistas y capitalistas, en nuestra región y el mundo. Consultando a los clásicos del comunismo científico. Impulsando la construcción de una Economía Política del Socialismo, con énfasis en la historia y realidad cubanas.

Fueron Fidel y el Che los que enunciaron que las riquezas debía provenir de la elevada conciencia productiva y de consumo del hombre y la mujer nuevos, y no al revés.

Martí en una ocasión, refiriéndose a que Estados Unidos hacía prevalecer un alto desarrollo económico, pero aparejado a un alto grado de corrupción, expresó: “…lo han metalificado todo para hacerlo próspero. ¡Maldita sea la prosperidad a tanta costa!”.

Fidel, el Che y Raúl han sido los más sistemáticos y exigentemente críticos de la aplicación correcta de la concepción de la Economía cubana.

Fue el General de Ejército, en el 2008, cuando fue elegido Presidente de los consejos de Estado y de Ministros, quien dijo que a él no lo habían elegido para traer de vuelta el capitalismo a Cuba, igual posición asumió el presidente Díaz-Canel, cuando asumió la máxima magistratura cubana.

  1. “Los medios masivos de comunicación tienen un desempeño esencial en el proceso de renovación del SOCIALISMO. Han de estar dirigidos a apoyar al PARTIDO en la lucha contra las deformaciones y los errores y a la movilización de las masas. En la Unión Soviética, bajo el pretexto de la «democracia» y la «transparencia» se entregaron a las fuerzas reaccionarias, siempre apetecidas por atacar las bases de aquel sistema social; se denigró la historia, patrimonio obligado a conservar y desarrollar para la formación de las nuevas generaciones”. Hasta ahora no ha existido ni una sola desviación de los objetivos socialistas y revolucionarios de los medios masivos de comunicación, en poder del Pueblo. No se ha cometido ni un solo error estratégico de impacto negativo en la conciencia y psicología social y no se vislumbran tendencias o indicios que indiquen lo contrario o a cometer los errores, que esta dirección, cometieron los países ex socialistas de Europa y la URSS.
  2. “La política imperial y sus servicios especiales no permanecen indiferentes ante los procesos que se llevan a cabo en las naciones que no son de su agrado. Proyectan acciones encubiertas; fomentan y pagan agentes de influencia; estudian al detalle a cada dirigente y sus probables relevos y el nivel de liderazgo de estos; valoran las fortalezas y debilidades de cada nación y actúan sobre estas; bloquean cuantas medidas tome la nación para su progreso y bienestar; apuestan a las nuevas generaciones como factor de cambio; promueven la introducción de los modelos consumistas valores de la sociedad capitalista en la conciencia de las masas y muy especialmente dentro de determinados sectores de la sociedad. El Imperio hizo todo eso y mucho más en relación con la Unión Soviética. Durante muchos años la política del Partido fue la del avestruz, luego se pasó a menospreciar todo el arsenal del enemigo. Ambas políticas resultaron erróneas. Las concesiones caracterizaron las relaciones internacionales al punto de proclamar su desideologización”. Conocemos el plan enemigo y anteponemos el nuestro. La preparación política e ideológica, la educación en valores, el desarrollo de la cultura política del pueblo, el combate en las redes sociodigitales, el plan de desarrollo socioeconómico del país hasta 2030, los programas contra el racismo y la discriminación racial, el de adelanto a la mujer, el contra a la violencia de género, la homofobia, la transfobia y otras manifestaciones de intolerancia hacia la sexo diversidad, la estrategia educativa con la niñez, adolescencia y juventud, los procesos de fortalecimiento de los CDR y la FMC, el amplio proceso de cumplimiento del cronograma legislativo, que ha abarcado a dos Legislaturas y se han aprobado más de 30 leyes e igual cantidad de Decretos-Leyes, sin mencionar las decenas de medidas del Consejo de Ministros encaminadas a destrabar, descentralizar decisiones y dinamizar la economía en sentido general. Todo ello habla con elocuencia de que no estamos inmovilizados ni desmovilizados; no estamos desmoralizados ni derrotados.
  3. “Las FUERZAS ARMADAS y el MINISTERIO DEL INTERIOR constituían pilares, junto al PARTIDO, sobre los que se construía la nueva sociedad. El vínculo de estos con el pueblo es una condición indispensable del SOCIALISMO. En la Unión Soviética se destruyó esa unidad, se desmoralizó a ambas instituciones, se debilitó su capacidad combativa, se arrebataron el orgullo y el respeto que sentía el pueblo por sus integrantes. La seguridad nacional se puso en un peligro inminente. Los tres pilares: PARTIDO, FUERZAS ARMADAS, MINISTERIO DEL INTERIOR fueron heridos de muerte durante los años de la perestroika”. En Cuba, las FAR, el MININT, el PCC y el Pueblo son los pilares principales de la existencia del Socialismo en Cuba y no existe ni un ápice de tendencia o evidencia que niegue esa conclusión.
  4. “La disciplina interna del PARTIDO es piedra angular de su funcionamiento. El centralismo democrático es garantía para su funcionamiento normal. Son dos caras de una misma moneda. Disciplina no significa subordinación a ciegas o sumisión; no significa ausencia de debate, no implica unanimidad, sobre todo si esta es falsa. El funcionamiento del Partido Comunista de la Unión Soviética estuvo caracterizado por una falta casi absoluta de democracia; el «centralismo» se vulgarizó hasta el extremo. Bajo el pretexto de la disciplina se les dio terreno a la simulación y a la doble moral. Se perdió la combatividad revolucionaria en el seno del PARTIDO y se desarrolló la costumbre de esperar «de arriba» todas las indicaciones. El PARTIDO se desgastó en reuniones, conferencias, resoluciones que tuvieron poca incidencia en la solución de los problemas”.

De esto existe plena conciencia y se trabaja duramente, pues constituye uno de los más altos desafíos a vencer dentro del seno del propio Partido. En los informes centrales de los congresos 6, 7 y 8 se analizaron aspectos referidos a estos errores, señales de que no han sido eliminados y de que son complejos resolverlos, pero sin complacencia y con elevado espíritu autocrítico se encuentra enfrascado nuestro Partido en dar solución a este problema, que de no resolverse comprometería grandemente la autoridad, prestigio y ejemplaridad de dirigentes y militantes de la organización rectora de la sociedad.

Concluyo con un fragmento de las palabras del general de Ejército Raúl, en la Sesión Extraordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, con motivo de la proclamación de la Constitución de la República, el 10 de abril de 2019:

“… creemos en la justicia social, en el desarrollo equilibrado y sostenible, con una justa distribución de la riqueza y las garantías de servicios de calidad para toda la población; practicamos la solidaridad y rechazamos el egoísmo, compartimos no lo que nos sobra, sino incluso lo que nos falta; repudiamos todas las formas de discriminación racial y combatimos el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo, la trata de personas y todas las formas de esclavitud; defendemos los derechos humanos de todos los ciudadanos, no de segmentos exclusivos y privilegiados; creemos en la democracia del pueblo y no en el poder político y antidemocrático del capital; buscamos promover la prosperidad de la patria, en armonía con la naturaleza y cuidando las fuentes de las que depende la vida en el planeta; y porque estamos convencidos de que un mundo mejor es posible”. [1]

Frente al “Lobo” que se nos anuncia, la tarea ha sido estudiarlo, no subestimarlo y trabajar por superar los errores que persisten, así como encontrar mecanismos más efectivos para que no se reproduzcan más en el tiempo.

Nota:

[1] Periódico Granma. 11 de abril de 2019.

Por REDH-Cuba

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