Para entender lo que se esconde detrás de las GUERRAS MULTIFORMES contra nuestros pueblos, Laiguana Ediciones publicó su nuevo libro: “Guarimbas: Los gestores del caos” del escritor cubano Raúl Capote.
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Prólogo. Guarimba
¿Cómo una simple palabra puede esconder en su seno tan terribles recuerdos? ¿Cuánto terror, odio, violencia y muerte puede sintetizarse en una sola palabra? Este gran trabajo de investigación viene en un momento histórico de nuestra Patria a colocar en el tapete de la construcción de nuestra memoria colectiva, la resignificación de la palabra «Guarimba».
Nuestra historia política contemporánea es la expresión inequívoca del resurgir del proyecto de emancipación e integración bolivariano, que cobra más fuerza cuando la construcción de la «Patria Grande» es el proyecto por el que los pueblos se levantan para gritar «alerta, alerta, alerta que camina la espada de Bolívar, por América Latina», y junto a países hermanos como Cuba, Bolivia y Nicaragua, deja de ser una consigna para ser una realidad concreta, un faro que ilumina los pueblos del mundo, una fuente de inspiración para los que luchan por un nuevo orden mundial.
Somos una Patria con una gran historia de lucha, desde los pueblos originarios que habitaron estas tierras, pasando por nuestro Libertador Simón Bolívar hasta llegar al gigante Comandante eterno Hugo Chávez. Con él inició el resurgir de la gesta patriótica, cuya espiritualidad nutre aún nuestras batallas y guía a otro gran valiente y guerrero de nuestros tiempos, el presidente Nicolás Maduro Moros, y con él, hombres y mujeres de todos los rincones de Venezuela escriben páginas de gloria de nuestra amada Patria.
Sin embargo, esta historia ha tenido sus grandes desafíos y sus grandes batallas, en estos tiempos de Revolución Bolivariana en el «Golpe de abril de 2002», las derrotas de los planes conspirativos de «descarga de la arrechera», «La Salida», la «Batalla de los Puentes», la operación «Gedeón», más de 930 medidas coercitivas unilaterales y tantos otros, reeditamos las victorias de «Carabobo», «Boyacá, «Junín» y «Ayacucho», porque 200 años después, Monroe, el de «América para los americanos», dejó sus herederos hechos imperialismo, personificado este en Obama, Trump, Biden, Elon Musk, magnates, grandes empresarios y tantos otros y otras, que con sus lacayos y lacayas han atacado ferozmente con una guerra híbrida el gran proyecto, en el que está signada la esperanza de nuestro pueblo.
Es en este contexto de una Revolución, que nuestro país resiste ante las agresiones imperiales con sus: golpes de Estado, golpes mediáticos, paros patronales, sabotaje petrolero, intentos de magnicidio, agresiones mercenarias, guerra económica, medidas coercitivas unilaterales, robo de activos, bloqueo de recursos, ataque a la moneda, incursiones paramilitares y el uso de bandas criminales desestabilizadoras, toda una agresión multiforme parte de la guerra híbrida. En este sentido, en 2004 escuché la palabra Guarimba en el escenario político como un término cuyo significado etimológico viene del germánico warjan, que significa guarecerse, y cuyo uso estaba asociado al lugar «neutro» de los juegos de niños, y que paradójicamente fue usado por el «rey de la guarimba», Robert Alonso, el dueño, de origen cubano, de la hacienda Daktarí, el lugar del este de Caracas en el que fueron encontrados más de 150 paramilitares colombianos, con los que se pretendía «crear guarimbas por aquí y por allá» y generar la inestabilidad necesaria para tomar el Palacio de Miraflores y asesinar al Comandante Chávez, plan que logró detenerse, pero que se encontraba diseñado por la frialdad de cubanos mayameros y financiado y alentado por el imperialismo norteamericano.
Es justamente desde ese momento, que la palabra guarimba empieza a escribirse en nuestro país asociada al terror y la muerte, cuando su uso se hizo común para diseñar grotescos planes a los que condujeron opositores engañados a participar en trancas de vías, secuestros y autosecuestros, que generaron destrucción de espacios públicos, viviendas, consultorios, centros educativos, afectación de servicios básicos, y hasta la muerte de pacientes oncológicos y nefrológicos que no lograban pasar las nefastas guarimbas.
¿Es esta forma de hacer política la que nos merecemos los venezolanos y las venezolanas? La respuesta siempre será uncontundente ¡no!, y por ello, no es casualidad que así como en el 2004, cuando también inició la enfermedad crónica de sectores de la oposición fascista que cantan fraude ante los comicios electorales que no les favorecen y prometen pruebas que nunca llegan, 20 años después, luego de diferentes modalidades, más de 7 fraudes cantados sin fundamentos y reediciones de guarimbas económicas, psicológicas, mediáticas e insurreccionales, esa misma oposición, con la contundente victoria de nuestro presidente Nicolás Maduro Moros el pasado 28 de julio de 2024, se repitió el guion imperial de cantar fraude y protagonizar las guarimbas, que abrieron nuevamente las heridas de la destrucción, caos, instigación al odio, amedrentamiento y miedo en nuestro pueblo. Sin embargo, en esta ocasión la historia es distinta, el pueblo eligió a nuestro «Gallo Nico» y con él ganó el pueblo, la democracia, la independencia y soberanía. Así, rápidamente la movilización popular ha defendido nuevamente que reine la paz, la tranquilidad y que se haga justicia, para que nunca más las guarimbas, operaciones de guerra no convencional diseñadas por laboratorios imperiales, sean la carta de presentación de unos pocos y unas pocas para desestabilizar el país.
Personalmente puedo decir que he vivido las guarimbas en diferentes facetas de mi vida, y en cualquiera de las trincheras debo reconocer a la gloriosa Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a los organismos de seguridad ciudadana y paz, y a todo el bravo pueblo de Venezuela, que con conciencia y organización han derrotado cada edición de las mal llamadas «protestas pacíficas», operaciones de golpes blandos, que se convertían en las macabras guarimbas.
Somos la Venezuela que siempre vence, y es este libro una excelente conceptualización, contextualización y recopilación del accionar fascista del imperialismo norteamericano en nuestra Patria Grande y especialmente el de un sector de la ultraderecha venezolana, que ha sido reseñada por un autor intachable, como lo es nuestro hermano cubano Raúl Antonio Capote Fernández, que después de conocer el monstruo desde sus entrañas, ha sido capaz de regalarnos a todos los venezolanos y a todas las venezolanas, este instrumento de lucha para la memoria, la paz y justicia, y con el que podemos gritar aquella vieja consigna de la izquierda latinoamericana: ¡Ni perdón, ni olvido! Parafraseando a nuestro Libertador Simón Bolívar: de cada perdón, surgía una nueva conspiración, pero se siguen equivocando, ¡Venezuela se respeta!, el pueblo de Venezuela se respeta, no somos colonia de nadie, en perfecta unidad cívico, militar y policial, junto a nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, nosotros y nosotras ¡seguiremos venciendo!
Carmen Meléndez