La amenaza nazi de la OTAN contra Rusia /Primera parte. Por Hedelberto López Blanch
La amenaza nazi de la OTAN contra Rusia /Segunda parte. Por Hedelberto López Blanch
Innegablemente que la colaboración con el nazismo que ha tenido Ucrania, antes y durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente a partir del golpe de Estado contra el gobierno de Víktor Yanukovych en 2014, se convierten en un gran impedimento para que ese país se integre a la OTAN, lo que representaría una enorme amenaza militar para la Federación de Rusia.
Moscú ha manifestado en múltiples ocasiones que considera como un grave peligro a su seguridad nacional la posible adhesión de Ucrania a la OTAN, junto con la continuada expansión de ese bloque hacia el Este.
El presidente Vladimir Putin ha reiterado que la pretensión de Kiev al respecto fue uno de los factores claves que condujeron a la Operación Militar Especial de Moscú en Ucrania.
Asimismo, el vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, en una reciente publicación enfatizó que también la adhesión de Ucrania a la Unión Europea (UE), (al igual que a la OTAN) representa otra intimidación contra Rusia porque la UE se está convirtiendo en un bloque militar.
Medvédev declaró que “hoy en día la UE ha dejado de ser un gigante económico que se opone a las guerras y discordias entre potencias y se ha convertido en una organización globalista, politizada y ferozmente rusófoba que sueña con destruir a Rusia”.
En la reciente Cumbre de esa organización a finales de junio de 2025, la UE ratificó la propuesta de la OTAN (presionados y amenazados por el mandatario estadounidense Donald Trump) de que todos sus miembros elevaran el gasto de defensa en un 5 % del PIB para armarse contra una hipotética “agresión” de Rusia. Esa ha sido una constante y malintencionada propaganda de los adinerados líderes europeos que han intentado por todos los medios de destruir al gobierno de Moscú.
La OTAN y la UE han reforzado en los últimos meses el suministro de armas y equipos bélicos a Kiev, construyen plantas militares en ese territorio, entrenan a soldados ucranianos y buscan mercenarios extranjeros para el régimen de Vladimir Zelenski.
Para Medvédev, «esta horrible metamorfosis de la UE también persigue un objetivo aparte: armar al régimen neonazi de Kiev hasta tratar de que se vuelva invulnerable a Rusia».
Como analizó Putin, si en un futuro surge un cuadro de guerra (porque en los documentos doctrinales de Ucrania se constata que quiere retomar la península rusa de Crimea incluso por la fuerza) y si Kiev se incorpora a la OTAN, Rusia tendría que enfrentarse directamente a esa nazista organización.
“Imaginémonos, dijo Putin, que Ucrania sea un miembro de la OTAN: esté plagada de armas con la instalación de sistemas ofensivos contemporáneos al igual que Polonia y Rumania […] y empiece una operación militar en Crimea. ¿Tenemos que entrar en guerra con el bloque de la OTAN? ¿Alguien ha pensado algo al respecto? Aparentemente no».
A partir de 2014, Ucrania empezó a votar en contra de la resolución anual de la Asamblea General de la ONU contra la glorificación del nazismo y otras formas de discursos de odio racial; comenzó a justificar a los colaboradores nazistas; silenció el papel decisivo del pueblo soviético en la derrota de la Alemania nazi; favoreció las muestras de xenofobia, neonacionalismo y neonazismo.
El regimiento Azov que forma parte de la Guardia Nacional ucraniana usa el escudo que consta de una runa wolfsangel estilizada, y detrás de ella, un sol negro, ambos símbolos profusamente utilizados en la Alemania nazi por divisiones de las SS o Waffen SS, el cuerpo de élite del Ejército de Hitler. Este escudo de Azov fue aprobado oficialmente por el Ministerio del Interior de Ucrania. Muchos de los miembros de Azov, creado en 2014, llevan en sus ropas o grabados en su cuerpo mensajes fascistas y xenófobos. Halagan a la controvertida División Galizien (formación militar de las Waffen-SS) integrada por ucranianos que combatieron junto a las tropas hitlerianas contra la antigua Unión Soviética.
En las calles de Ucrania se pueden ver grandes carteles con fotos de soldados de Galizien con letreros que expresan: Ayer ellos, hoy tu.
En Kiev los extremistas no tienen escrúpulos en hacer declaraciones sobre su visión de extrema derecha, de mostrar los símbolos nazis y marchar por las ciudades gritando eslóganes racistas y antisemíticos. Por ejemplo, en marzo de 2014 Irina Farion, diputada nacional de la Suprema Rada (Parlamento) del partido ultraderecha Svoboda declaró: “Debemos, al fin y al cabo, leer nuestra verdadera historia y entender que nuestro primer enemigo es Moscú. Este es nuestro programa y plan de acción. ¡Levántense, rompan los hierros y asperjen la libertad con la sangre vil de los enemigos! ¡La de ellos, no de nosotros!”
El 4 de septiembre de 2018 el presidente de la Suprema Rada, el nacionalista Andrei Parubiy declaró: “Yo, personalmente, soy un gran partidario de la democracia directa. Por cierto, les voy a decir que la persona que más practicó la democracia directa fue Adolf [Hitler] en los años 1930”.
Incuestionablemente que la posible integración de Ucrania a la nazista OTAN sería una potencial declaración de guerra contra la Federación de Rusia que Moscú de ninguna forma aceptará por su propia supervivencia.
(*) Periodista cubano. Escribe para el diario Juventud Rebelde y el semanario Opciones. Es el autor de “La Emigración cubana en Estados Unidos”, “Historias Secretas de Médicos Cubanos en África” y “Miami, dinero sucio”, entre otros.
Fuente: Cuba en Resumen