Estados Unidos y sus mercenarios en cualquier lugar del mundo no acaban de comprender que Cuba, su Revolución y los herederos de su líder histórico, Fidel Castro, y de su presidente Raúl Castro, son dignos de pie a cabeza.

Se acaba de demostrar una vez más en Perú, donde las nuevas generaciones de cubanos y representantes de toda su Sociedad Civil, entendida por su verdadero pueblo, dieron una nueva lección a Washington, al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y a quienes pagados por el imperio pretendieron orquestar un show contra la mayor de las Antillas.

Un Foro en Lima organizado por los que llaman “Sociedad Civil” a individuos al servicio de una potencia extranjera, fue el escenario para intentar denigrar de la isla caribeña, pero otra vez el tiro les salió por la culata a los enemigos de la intrépida, soberana y solidaria isla del Caribe.

Y es que Cuba no es la mayor de las Antillas por ser solo la más grande en extensión territorial, sino porque es grande de espíritu, de valentía y de firmeza, razones por las cuales ha resistido agresiones, invasiones, campañas mediáticas de todo tipo, y aún enfrenta el cruel bloqueo que le impone su vecino del Norte desde hace casi 60 años.

Fidel, sí, Fidel enseñó a sus compatriotas, y le impregnó en la sangre a su generación, a las de hoy, y las que están por venir, que el amor a la Patria y el decoro hay que defenderlos hasta las últimas consecuencias, incluso en las peores circunstancias.

Este jueves en Lima, y en honor a su eterno Comandante en Jefe, quien está más vivo que nuca, la juventud cubana y los representantes de su pueblo protagonizaron otro Girón, como el que Fidel lideró en 1961, y se convirtió en la primera derrota del imperialismo norteamericano en Nuestra América, y en ejemplo para todas las naciones de este hemisferio y de la humanidad.

En un artículo anterior escribí que abril es un mes de contundentes triunfos en la Patria Grande. Fue precisamente el 19 de abril de 1961 que los cubanos, tras menos de 72 horas de combate, liquidaron la invasión militar mercenaria de Playa Girón, orquestada y financiada por Estados Unidos.

También el 13 de abril, pero de 2002, los venezolanos devolvieron al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, a la presidencia, luego del Golpe de Estado que planeado por Washington, sus aliados internacionales y la derecha en ese país, procuraron materializar sin conseguirlo.

Apuestan mal los tarados y enfermizos que se empeñan en destruir los procesos revolucionarios en ambas naciones hermanas. Este 12 de abril los cubanos, junto a venezolanos, bolivianos, peruanos y otros latinoamericanos dieron una nueva y merecida lección a Estados Unidos y sus lacayos.

Un consejo sano, no se metan con Cuba, tampoco lo hagan con Venezuela, Bolivia y Nicaragua, ni con otro pueblo de la Patria Grande, cuyos representantes por estos días tejen alianzas en Lima en una real Cumbre de los Pueblos, no la de las Américas de la OEA, para derrocar la ofensiva conservadora que Washington desata en la región.

Por REDH-Cuba

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