Hemos asistido en los últimos días al espectáculo concertado por los representantes de la más rancia oligarquía brasileña, los órganos de justicia y los medios informativos y televisivos de ese país. De esta corrupta connivencia ha surgido una decisión arbitraria e ilegal que puede llevar a la cárcel al ex presidente y líder del Partido de los Trabajadores Luiz Inacio Lula Da Silva, e imposibilitar así su candidatura para las elecciones de octubre próximo, en lo que sería una prolongación del golpe de Estado que apartó a la presidenta Dilma Rousseff en 2016.
Debido a los éxitos alcanzados por su gobierno en la lucha contra la pobreza y las desigualdades, Lula es el candidato de más amplio apoyo popular en el país, y eso lo conocen la derecha y sus aliados internacionales. Por ello han utilizado todas las vías posibles para desprestigiarlo e inhabilitarlo. La farsa que acabamos de presenciar tiene como objetivo ganar una posición clave en América Latina para afianzar la ola neoliberal que dé al traste con todo vestigio de conquista social en el continente.
Una vez más la democracia burguesa y sus instituciones han demostrado su incapacidad para garantizar la justicia. Desde un supuesto orden democrático se han abierto paso la más grotesca corrupción, la manipulación, la amenaza y la mentira y están siendo utilizadas para arrasar con la opción de los desposeídos.
Basta de invocar la democracia y la justicia para oponerlas al pueblo, cuando de él es que emana, en esencia, su verdadero y más auténtico significado.
En estos momentos difíciles y definitorios, la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad abraza, una vez más, al compañero Lula y con él al pueblo brasileño, movilizado hoy en apoyo a su líder y para recuperar en las calles el poder arrebatado ilegítimamente por una casta de neofascistas y conocidos ladrones.
Hacemos un llamado a todas las redes, organizaciones y movimientos sociales a acompañar a nuestros hermanos de Brasil en la denuncia de esta alarmante situación y a pronunciarse en las redes sociales con la mayor celeridad y contundencia.
Red En Defensa de la Humanidad, 6 de abril de 2018