En un reciente recorrido por las regiones de Basse y Bansang, las más lejanas de Gambia, quedamos impresionados por la profunda amistad y la cooperación que reinan entre los trabajadores de la salud de esta nación de África Occidental, y sus colegas de la Brigada Médica Cubana (BMC), quienes juntos brindan atención sanitaria a alrededor de 850 mil habitantes.
En los principales hospitales de ambas ciudades, galenos y personal técnico de los dos países unen sus manos con ternura y altruismo para curar y salvar vidas, en medio de las conocidas dificultades materiales enfrentan los llamados estados del Tercer Mundo.
Tanto en Basse como en Bansang tuvimos la oportunidad de conversar con los directivos de los respectivos centros asistenciales, quienes reiteraron una y otra vez su gratitud al gobierno y pueblo cubanos por la ayuda solidaria que reciben en la esfera de la salud desde hace más de 20 años.
Nos manifestaron que los integrantes de la BMC que laboran en esas regiones son muy queridos por todos los pobladores, por sus valores humanos y su siempre disposición, a cualquier hora del día o de la noche de atender a un paciente, como igual ocurre a lo largo de esta agradecida tierra africana.
Encontramos en Basse a un joven gambiano, Modou Alieu Jallow, graduado de medicina en Venezuela por profesores cubanos y de esa hermana nación latinoamericana, quien emocionó con sus palabras de reconocimiento a sus maestros.
Entre los doctores de la mayor de las Antillas pasa como uno más por sus características físicas, su jocosidad, y su profesionalidad, según resaltaron de él sus colegas caribeños.
Sus compatriotas le llaman el gambiano-cubano porque habla perfectamente el español, lo cual lo hace sentir muy feliz y se enorgullece de ello.
El extenso recorrido por Basse y Bansang, unos 700 kilómetros por carretera entre ida y vuelta de Banjul, valió la pena porque constatamos, como casi todos los días, cuanto afecto y cariño persisten entre nuestros pueblos hermanos.
Viajamos a esas regiones unas horas antes del 14 de febrero, Día de la Amistad y el Amor, y comprobamos cuanto de ello hay y habrá eternamente entre las dos naciones.
Nos unen lazos sanguíneos, culturales, la historia, pero sobre todas las cosas sobrada solidaridad mutua.
Cuando Gambia cumpla este 18 de febrero el 55 aniversario de su Independencia, los cubanos nos sumaremos a esa histórica celebración, y nuestra mayor felicitación será: siempre estaremos unidos y seguiremos siendo solidarios.
(*) Embajador de Cuba en Gambia