Miércoles, 15 de abril de 2020
Hoy los médicos y enfermeros cubanos visitaron y recorrieron algunas salas de terapia del hospital Giovanni Bosco, dedicadas al tratamiento de la COVID-19. No es cuestión de tecnología —aquí es de punta—, ni de mujeres y hombres dispuestos al sacrificio, son los intereses los que a veces se interponen. Me sorprendieron esas enfermeras curtidas con los ojos enrojecidos por la emoción; las vi interrumpir sus palabras de manera abrupta, cuando un nudo les cerraba la garganta. Muchas quisieron retratarse con los visitantes y algunas, hasta improvisaron carteles de bienvenida.