El Comandante en Jefe Fidel Castro señala el camino de la batalla de ideas, subrayando que “la Revolución es el sentido del momento histórico”. Así es como incluso lo que parece normal, y para algunos extremistas estúpidos hasta retrógrado, se convierte en lo extraordinario de la alternativa socialista revolucionaria a partir del ejemplo de la Revolución Cubana, dentro de la crisis sistémica del capital como nunca antes se había visto; pero sobre todo, cómo esto debe convertirse en una gran oportunidad no sólo para la Cuba socialista y la Venezuela chavista revolucionaria, sino para todas las organizaciones de clase socialistas y comunistas del mundo para retomar la apuesta de construir concretamente el horizonte posible de la humanidad hacia la justicia social, la libertad y la igualdad en el gran proyecto del socialismo científico que nunca ha sido plenamente realizado.

Por eso en los ideales de la Revolución Cubana, realizada por Fidel Castro pero inspirada en José Martí, reconocemos a todos los subalternos, los últimos y los explotados; los Sur del mundo, que no debe entenderse como una etiqueta geográfica, sino como un término con el que gramscianamente se indica a todos los pueblos subalternos. Ya sabemos que el modelo de desarrollo basado en la explotación capitalista del hombre y la naturaleza es insostenible, como siempre ha demostrado la revolución cubana.

Vivimos una crisis de civilización, marcada por el crecimiento de las desigualdades y la falta de perspectivas para gran parte de la humanidad, situación dramáticamente agravada por la guerra de la OTAN en Ucrania contra Rusia y el multipolarismo, mientras vemos derrumbarse el hasta ahora exitoso modelo de un mundo unipolar, ante la perspectiva de uno multicéntrico y no multilateral, que Cuba y la Venezuela revolucionaria impulsan y construyen y que puede realizarse y de hecho avanza en Asia y América Latina a través de los Brics y en todo el Tricontal ideado y hecho historia por el Che Guevara.

Este es el camino que la Cuba guevarista y fidelista viene recorriendo desde hace muchas décadas con dignidad y gran acierto y pasión, sirviendo con infinita lealtad al pueblo revolucionario tanto de Cuba como de Venezuela y de los países del ALBA y de todos los Sur explotados, tratando de concretar sus sueños que la política de clases transforma en la realidad de la transición socialista, así los sueños en la concreción de la acción de todos nosotros militantes marxistas revolucionarios.

Incluso en Occidente, tenemos que abandonar un enfoque occidental-céntrico de la visión marxista del Norte y acercarnos también a la lectura y aplicación del decir y hacer de Fidel.

La objetividad de sus postulados es particularmente evidente en tiempos de crisis, donde las propuestas para salir de ella escasean por encima de todo.
Este, por ejemplo, es un camino necesario como parte del proceso de actualización del modelo de desarrollo socialista en Cuba, que coloca a la investigación, la educación, la ciencia y la innovación como uno de los pilares del trabajo del Partido y el Gobierno.

Una de las grandes habilidades de Fidel fue construir relaciones internacionales basadas en el ejemplo concreto del poder de las ideas, de la solidaridad activa. Hoy, la diplomacia cubana está entre las primeras del mundo por su capacidad de diálogo con sujetos que obviamente no pertenecen al campo socialista. Por estas razones, profundizando en un aspecto del tema del que partimos, vive ese sentido de dignidad, de pertenencia, de orgullo nacional del pueblo cubano.

Esta es efectivamente la idea de Guevara y Fidel y de la Cuba revolucionaria, y a nuestra pequeña manera también la nuestra sobre la política al servicio de los trabajadores dentro de un horizonte estratégico de superación del capitalismo y la inmediatez de la transición revolucionaria, con la conciencia de que son las relaciones de fuerza en el conflicto internacional capital-trabajo las que plantean hoy la dinámica de la contradicción del socialismo deseable y que hay que construir versus socialismo posible aquí y ahora dadas las actuales relaciones de fuerza internacionales.

Así se subraya en la ciencia política de Fidel está subrayando la dimensión de clase revolucionaria en la posibilidad de las actuales transiciones socialistas como la columna vertebral en la que se desarrollan temas de la teoría y la práctica de las transiciones posimperialistas y en estas las más específicamente orientadas a la planificación socialista, tales como, por ejemplo, el tratamiento crítico y contemporáneo de la vigencia en el materialismo histórico y dialéctico en la actualidad de la cuestión de clase y, en particular, la alianza entre campesinos y trabajadores, y su composición y perspectiva sociopolítica en la actual fase de la transición de la globalización neoliberal a la competencia y los conflictos intercapitalistas.

La epopeya de la revolución cubana tiene resonancia mundial y los ideales de Martí y Fidel pueden iluminar el tema de la transición que aún hoy compromete a un pueblo en la lucha contra el hambre y el subdesarrollo impuesto por el infame y genocida Bloqueo imperialista, legado del neocolonialismo. régimen apoyado desde los Estados Unidos.

Debemos dar vida a una reactivación y reelaboración de las posiciones culturales y de acción de Martí y Fidel con los pilares de su pensamiento: la ética, el sentimiento, la posición a favor de las clases populares.

Cuba ha resistido y resiste más de sesenta años de criminal bloqueo con democracia socialista participativa por lo que Fidel y Raúl y Díaz Canel han involucrado al pueblo, en un proceso de enseñanza recíproca.
Hacer política revolucionaria, de la capacidad de crear cultura de clase, de acción cotidiana en el sentido revolucionario que se puede leer en Martí y Fidel, el eterno Comandante en Jefe que es un referente para un estudio y práctica actual del cambio en el sentido de transición socialista.

Y Miguel Díaz Canel subrayó las formas y modos en que en Cuba se fusionó el método científico del marxismo, con un modelo sostenible socialista y democrático participativo al que se aspira de inmediato, con lo mejor de la tradición revolucionaria nacional, de carácter universal y abierto. que tuvo entre los máximos exponentes a José Martí y Fidel Castro Ruz.

Recuperar su pensamiento hoy es importante, como batalla de liberación antiimperialista. Ahora seguimos sometidos al dominio del Imperialismo, como lo demuestra la heroica resistencia del pueblo de Venezuela y del pueblo cubano, tratando de luchar contra el infame bloqueo y las agresiones que día a día reciben, solo así es seguro que puede hoy hacer un aporte, a los jóvenes, a los menos jóvenes, a los estudiosos para que hagan comparaciones no solo dentro del ámbito académico sino que inviertan en formas de experimentación, de activación del devenir histórico que la revolución cubana con el pensamiento y La acción de Fidel rastrea todos los días en términos de resistencia y construcción ofensiva por el socialismo.

Rita Martufi e Luciano Vasapollo per il Cap. Italiano Rete in Difesa Umanità e Centro Studi CESTES

Fuente: Faro di Roma

Por REDH-Cuba

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