Comunicado del Frente Antiimperialista Internacionalista

El pueblo palestino tiene derecho a resistir la ocupación

Lo que ocurre en Palestina en estos momentos es el resultado inevitable de 75 años de ocupación y la brutal violación de los derechos humanos de los palestinos. El Ente sionista, al que llamamos Israel, y su ejército, (anteriormente Irgún y Haganá, organizaciones paramilitares sionistas) ocuparon Palestina en 1948 llevando a cabo una limpieza étnica (la Nakba, el desastre) que ha continuado hasta hoy. Hay 5.9 millones de palestinos refugiados por todo el mundo que llevan 75 años esperando para retornar a sus hogares, hay más de 5 mil prisioneros palestinos en las cárceles del ocupante, en Gaza viven más de 2 millones de personas en lo que se conoce como la cárcel a cielo abierto mas grande del mundo. Los palestinos viven en su tierra ocupada y en régimen de apartheid lo que constituye un crimen de derecho internacional.

Es en este contexto en el que el Ente sionista ha declarado, de nuevo, la guerra a todo un pueblo. Un pueblo que, de acuerdo con el derecho internacional, tiene derecho a emprender acciones armadas de resistencia a la potencia ocupante.

«Estamos en estado de guerra…. El enemigo pagará un precio como nunca antes ha conocido», declaró el primer ministro del Estado sionista israelí, Benjamin Netanyahu, inmediatamente después del comienzo de la operación militar de resistencia emprendida por las fuerzas de Hamás contra la potencia colonial.

El «enemigo» al que se refiere es todo el pueblo palestino, que lleva 75 años de sufrimiento multi-generalcional, sometido a bombardeos, detenciones y encarcelamientos masivos, torturas, asesinatos y exilio a manos del Estado sionista israelí, sólo porque se niega a someterse a la ocupación ilegal de su tierra y a la flagrante violación de sus derechos humanos fundamentales por parte de las fuerzas de ocupación.

El responsable directo de la nueva tragedia que vive el pueblo palestino es el gobierno sionista y la ciudadanía israelí que se ha mostrado condescendiente, indiferente y cómplice durante años.

Sin embargo, no es aquí donde termina la culpa. El gobierno de Estados Unidos es igualmente responsable -si no más- de la tragedia actual. Décadas de apoyo incondicional a las violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos por parte de la entidad sionista, decenas de miles de millones de dólares de ayuda militar con los ojos cerrados ante las atrocidades y el terrorismo cometidos por militares y colonos israelíes en los territorios palestinos ocupados, y el bloqueo persistente de todos los esfuerzos de la comunidad internacional por pedirle cuentas por sus acciones ilegales, todo ello ha contribuido a esta terrible situación.

Europa y el gobierno español no se quedan atrás en la responsabilidad de normalizar y justificar las atrocidades de la ocupación. No es posible la equidistancia ante la violencia perpetua y estructural del gobierno sionista. El derecho moral y legal asiste a los palestinos y no cabe igualar los actos de resistencia armada con los bombardeos de un Estado contra la población civil desarmada.

Los discursos de los medios occidentales, que son empresas que responden a la ideología de sus dueños, atacan nuestras mentes con discursos sobre el terrorismo de Hamás y la respuesta del Ente sionista; pero no existe tal respuesta, sino una nueva venganza contra aquellos que se niegan a rendirse.

Lejos de la narrativa occidental, la operación Diluvio de Al-Aqsa, es una operación militar en respuesta a los 80 menores que el ente sionista mantiene secuestrados como rehenes y también a las provocaciones constantes en los últimos tiempos con profanación de mezquitas, pogromos y represión armada contra civiles indefensos, dejando solo este año más de 300 muertos, unos 35 de ellos niños.

En 48 horas, unos cuatro mil milicianos palestinos con armas ligeras han derrotado a la División Gaza del ejercito sionista, asaltado y tomado dos de sus bases, han hecho prisioneros a multitud de sus soldados incluido su general, destruido su armamento pesado y ocupado un territorio varias veces superior a la propia franja de Gaza, una inmensa humillación para la invulnerabilidad arrogante del régimen sionista.

Esto supone un cambio sustancial en el equilibrio de fuerzas que obligará al ente sionista, una vez saciada su sed de venganza inmediata, a replantearse su propia esencia colonial, ahora que ha dejado de ser, de una vez por todas, un espacio seguro para sus propios ciudadanos y atractivo para quienes hicieran planes para continuar alimentándola.

La entidad sionista de Israel nació como imposición de las potencias europeas para lavar su mala conciencia por sus crímenes contra el pueblo judío, estableciéndose en Palestina sin tener en cuenta a su población. Desde bien pronto hizo patente su intención de apropiarse, por cualesquier medio, de todo el territorio de lo que considera la tierra ofrecida por su dios a ellos en exclusiva. El Estado sionista israelí es un estado confesional, el único estado que no tiene declaradas sus fronteras y que afirma ser un Estado para todos los judíos. A lo largo de tres cuartos de siglo no ha hecho más que avanzar en su proyecto, expulsando y exterminando a la población árabe autóctona (musulmanes y cristianos).

La única posibilidad de paz a largo plazo consiste en el reconocimiento pleno de los derechos del pueblo palestino a vivir y retornar a su tierra de origen, organizando un estado único palestino, laico, democrático y con iguales derecho para todos sus habitantes.

Este es el único camino viable y por el que claman hoy los pueblos del mundo. Exigimos del gobierno español que modifique de una vez su política de apoyo al régimen criminal y racista israelí y que se vuelque en el apoyo de la causa palestina que, para su vergüenza, recibió mucho más apoyo español en tiempos de la dictadura del general Franco.

Y ya basta de hipocresía y de cinismo de la izquierda bienpensante del occidente colectivo, focalizando la operación en Hamas: han participado miembros de todos los grupos y facciones de Gaza y la insistencia en otorgarle el carácter de «terrorista» a la operación no es más que un subterfugio para hacerse perdonar por su cobarde posición equidistante.

Los palestinos tienen el derecho inalienable a resistirse a la ocupación por cualquier medio. Nosotros tenemos la obligación de apoyar al pueblo palestino en su lucha por la descolonización y su liberación.

Frente Antiimperialista Internacionalista

13 de octubre de 2023

Por REDH-Cuba

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