La Universidad de La Habana (UH) fue medular, sin dudas, en el nacimiento y maduración del cuerpo de ideas de la emancipación cubana.
La custodia en su emblemática aula magna de los restos de Félix Varela, aquel que “nos enseñó primero en pensar”, es símbolo supremo de la permanente vocación de honrar una Cuba libre y soberana.
Fue este el espacio para la realización del acto nacional por el aniversario 129 del reinicio de las luchas anticoloniales, organizado entre la institución y la Academia de la Historia de Cuba.
El emotivo acto fue presidido por Inés María Chapman, vice primera ministra de la República de Cuba; la Dra.C. Miriam Nicado García, miembro del Comité Central de Partido Comunista de Cuba y del Consejo de Estado, y rectora de la Universidad de La Habana; Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Ideológico; el Dr.C. Walter Baluja García, ministro de Educación Superior, y el Dr.C. Eduardo Torres Cuevas, profesor emérito de la Universidad de La Habana, y presidente de la Academia de la Historia de Cuba y de la Oficina Nacional del Programa Martiano.
Presentes también en el auditorio, junto a académicos, profesores y estudiantes, los ministros de Educación y de Cultura, Naima Ariatne Trujillo Barreto y Alpidio Alonso Grau, respectivamente, así como el general de división José Antonio Carrillo Gómez, presidente nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución cubana, y Víctor Rojo Ramos, jefe de la Dirección Política del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Las intervenciones del Lic. Mario Almeida, profesor de la Facultad de Comunicación y secretario general del Comité de la UJC en la Universidad, del Dr.C. Yoel Cordoví Núñez, miembro de número de la Academia de la Historia de Cuba y presidente del Instituto de Historia de Cuba, y del Dr.C. Eduardo Torres Cuevas, actualizaron el valor histórico de la Guerra Necesaria, como calificó José Martí la gesta, la importancia del Partido Revolucionario Cubano y de Martí en la organización tanto de la guerra como de su fundamento político-ideológico, el abrazo de pueblo que la animó en medio de las contradicciones de la época, y su impronta en el devenir cubano.
Una memorable presentación del Coro Entrevoces, dirigido por la maestra Digna Guerra, se encargó del cierre del programa.
