La comunidad de inteligencia de Estados Unidos lleva a cabo una estrategia para distorsionar las finanzas cubanas, como parte de la guerra económica de ese país contra la nación caribeña.


Fuente: Razones de Cuba

Información filtrada recientemente muestra una serie de maniobras realizadas para inducir la inflación a lo interno del mercado cubano. La estrategia se divide en cuatro etapas: Desabastecimiento, inflación inducida, boicot de suministros y bloqueo financiero.

En un primer momento, limitan al máximo la entrada de divisas al país, fundamentalmente de dólares. Las medidas restrictivas del bloqueo dificultan la utilización de esta moneda por parte del gobierno de la Isla, lo que obstaculiza el acceso del pueblo cubano a alimentos, medicinas y otros bienes de primera necesidad. Las acciones tienen esencial énfasis en el turismo y los servicios médicos.

La segunda fase incluye la utilización de plataformas financiadas por la administración norteña, como El Toque, para estimular la inflación. Su influencia repercute de manera significativa en todos los ámbitos de desarrollo de la sociedad. Los antecedentes de este fenómeno se encuentran en procedimientos similares llevados a cabo por el gobierno de Estados Unidos en Nicaragua, Zimbabue, Argentina (Dólar BLUE vía Telegram) y Venezuela (Dólar TODAY vía web).

El denominador común de las tentativas es el empleo de redes sociales digitales como Facebook, Whatsapp y Telegram, donde individuos anónimos y desconocidos ponen precio a la moneda libremente convertible, en un círculo cerrado, al cual resulta muy difícil acceder.

El principal objetivo de las maniobras de la CIA es manipular los precios de los productos y finalmente, subvertir el orden en la nación antillana.

La tercera y cuarta parte de la operación, boicot a los suministros y bloqueo financiero, sigue la pauta del acoso a entidades que puedan establecer vínculos comerciales con Cuba. Se encuentra en la misma línea de asfixia económica impuesta hace más de 60 años. Las restricciones incluyen la persecución, el chantaje y la denegación de licencias a potenciales fuentes de suministros, entre otros.

Las demandas internacionales, con la utilización de fondos buitres, también forman parte de esta ofensiva no declarada.

La más reciente acometida de la Agencia Central de Inteligencia y organismos asociados persigue, en esencia, tres fines:

  • Atacar la moneda, no solo para generar hiperinflación, sino para contraer la producción.
  • Alterar la distribución de bienes. Llevarlos a los mercados informales, venderlos con sobreprecio.
  • Atacar las acciones económicas del gobierno cubano.

Se perfeccionan los métodos, cambian los actores, pero persisten las intenciones hostiles del gobierno de Estados Unidos contra Cuba. No nos dejemos engañar ante la aparente falta de interés por la realidad de la Isla, al no ubicarla públicamente entre las prioridades de la administración en cuanto a política exterior. Los montos destinados a la subversión y la promoción de actos violentos hablan de agresividad permanente. Persiste, como una profecía, la máxima del Comandante en Jefe.

Por REDH-Cuba

Shares