Esta escalada de guerra del Estado sionista de Israel trasciende cualquier enfoque religioso. Hoy no estamos únicamente ante una avanzada bélica por recursos naturales o minerales. Esta guerra no es ni siquiera contra grupos políticos o de milicias, sino que se presenta como un claro ejemplo contemporáneo del colonialismo y el racismo que el Sionismo representa. Estamos ante una guerra contra la Humanidad en pleno.
¿Israel está en guerra con el Líbano?
Sí, sin lugar a dudas. Pero también está en guerra con los vecinos más cercanos de Palestina, Siria, Irán y de los territorios que ha ido ocupando a lo largo de casi 60 años.
¿Está en guerra el Medio Oriente?
Sí, innegablemente. Israel ha abierto en este último año frentes de agresión que evidencian su lógica imperial y genocida, las cuales intentó camuflar durante mucho tiempo. Ya los pueblos del Medio Oriente tienen bien claro quién es el enemigo en común y sus colaboradores.
¿Quiénes colaboran con Israel en esta avanzada?
En etapa de la guerra, ya se conocen de manera abierta, sin hipocresías y sin lamentos, a los cómplices de los genocidios que están ocurriendo en Palestina, Líbano y Siria. No son otros que los tradicionales guerreristas en contra de la Humanidad: EEUU y la OTAN (y los grandes emporios del mundo).
¿Se puede decir que Israel es una entidad colonial y genocida?
Sí, porque desde 1948 y de forma sostenida ha ido aumentando su territorio a costa del saqueo y la ocupación de sus vecinos, especialmente Palestina. Igualmente, a lo largo de estos 76 años ha actuado con total desprecio a la vida de los palestinos y árabes, perpetrando incontables masacres, de las cuales la barbarie en curso en Gaza es tan solo un episodio.
Por eso rechazamos enfáticamente esta agresión que lleva adelante el Sionismo que, como aliado del imperialismo y el Viejo Mundo, no hace sino dejar claro que esta guerra es contra la Humanidad, contra el libre pensamiento, contra la diversidad cultural y contra todo pueblo que se constituya en Estado y lleve adelante políticas emancipadoras.
Desde el mundo, le decimos a las juventudes no sólo de Siria, Líbano y Palestina, sino a todo ser humano cuyo corazón lata con fuerza y que tenga agallas para combatir todo intento de avanzada imperial y todo intento de guerra, que acá estamos en combate permanente, denunciando, alzando nuestra voz, levantando nuestro puño izquierdo y, sobre todo, elevando nuestra conciencia a una alta expresión para demostrarles, como siempre, que no están solos, que estamos juntos en esta lucha contra el imperialismo y a favor de los pueblos. Desde nuestras trincheras, estamos seguros que seguirán resistiendo y que son ejemplo para todas las generaciones que están hoy respirando nuestro aire y las venideras. La historia siempre nos pone a prueba, y una vez más se demostrará de qué está hecha la Humanidad. Estamos seguros de que la paz y la complementariedad de nuestros pueblos nos llevarán por caminos gloriosos hacia la grandeza.
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
Octubre, 2024.