Cultura y Revolución. Por Abel Prieto
No por azar se escogió el 20 de octubre como Día de la Cultura Cubana. Recuerdo con cuánto orgullo Armando Hart reiteraba la trascendencia de que la fecha en que se entonó por primera vez el Himno de Bayamo sirviera para rendir homenaje a los hombres y mujeres que protagonizan la vida cultural del país. Se había sintetizado así, de modo inmejorable –decía Hart–, la identificación orgánica entre nuestros creadores y los ideales patrióticos, antiesclavistas y anticoloniales de 1868, enriquecidos luego por Martí, Mella, Guiteras, Fidel.
La Revolución triunfante en 1959 recibió un apoyo entusiasta de la abrumadora mayoría de los artistas y escritores cubanos. Muchos, incluso, que vivían en el extranjero, regresaron a la Isla para sumarse a la edificación de un mundo nuevo.
Notas sobre un debate. Por José Ernesto Nováez Guerrero
El pasado sábado 5 de diciembre varias decenas de intelectuales y artistas nos reunimos en la sala Abelardo Estorino del Ministerio de Cultura. El objetivo era debatir en torno a los temas que preocupan sobre la cultura cubana contemporánea y que forzaron, en cierta forma, los hechos ocurridos la noche del 27 de noviembre.
Durante más de seis horas de intercambio se ventilaron sin medias tintas los temas más complejos, los que agobian a creadores de todas las generaciones. Se habló desde el respeto a la diferencia de posiciones y con la comprensión de que estábamos asistiendo a un proceso necesario, de esos que se han dado varias veces en la historia de la Revolución, en los cuales mediante el diálogo y el cambio de actitudes y mentalidades comienzan a sanar las heridas acumuladas por diversas razones en el cuerpo cultural de la nación.
La verdad siempre es revolucionaria: Arte, libertad de expresión y diálogo dentro del Socialismo
Entrevista a la Doctora en Ciencias Filosóficas, Anayansi Castellón Jiménez, Jefa del Departamento de Filosofía en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas.
Desde hace varios días la Revolución Cubana vive un nuevo capítulo en su larga historia de ataques para destruirla. Acostumbrada a las tensiones y a la mentira contra ella, ahora enfrenta un intento de manipular el espíritu crítico de un país y mostrarlo como punta de lanza.
En medio de un escenario matizado por las insuficiencias de la economía interna, las inhumanas presiones del bloqueo estadounidense y la pausa impuesta por la COVID-19, toma fuerza un discurso que incorpora, junto a los reclamos de un grupo de artistas y creadores honestos, símbolos atractivos y falacias encaminadas a tergiversar la realidad de la Isla.
¿Existe libertad de expresión dentro del Socialismo? ¿Qué función tienen el arte y el artista? Para la Doctora en Ciencias Filosóficas, Anayansi Castellón Jiménez, dedicada durante años a los estudios sobre la ideología de la Revolución Cubana y Jefa del Departamento de Filosofía en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, responder esas interrogantes pasa por analizar el actual escenario desde el sólido corpus de la teoría marxista.
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Trump y el terrorismo contra Cuba/ II. Por Ángel Guerra Cabrera
El sábado 27 de noviembre grupos de jóvenes de composición heterogénea se presentaron a las puertas del Ministerio de Cultura (Mincult) en La Habana, lo que se ha prestado a las más mendaces versiones de los medios hegemónicos, convencionales y digitales. Investigadores de las redes digitales han encontrado el uso de estímulos dirigidos a activar reflejos condicionados previamente fabricados y a la creación de comunidades emocionales transitorias, proceso en el que está ausente la racionalidad y el discernimiento entre los hechos reales y los fabricados. La huelga de hambre fake del espurio Movimiento San Isidro, de presuntos artistas, y la supuestamente arbitraria condena a prisión de un dizque rapero, recibió un inusitado apoyo en las redes desde Miami basado en la mayor desinformación.
Miami, centro de operaciones de la guerra de cuarta generación del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, parte fundamental de la cual es el golpe blando, no tan blando, pues vimos en la entrega anterior el papel primordial del terrorismo. Las decisiones principales sobre la subversión contra la revolución cubana se han tomado en Washington siempre, pero por razones prácticas el caldo se cuece en la ciudad floridana. En esta época, estamos hablando, entre otras armas, de una ciberguerra, concepto tan crucial que el Pentágono le dedica un comando especializado, así como los tiene para áreas geográficas. Y estamos hablando de una inversión multimillonaria en la creación de numerosos medios e influencers digitales, con sus ejércitos de bots que trasmiten contra la isla desde Estados Unidos.
Golpe blando en #Cuba. Por Rosa Miriam Elizalde
Tiene muy mala prensa la invasión, esos primeros planos de botas extranjeras pisando una playa o un barrio, como El Chorrillo, en Panamá, que todavía no conoce la cifra de sus muertos. Después de más de un siglo de práctica implacable, las intervenciones militares de Estados Unidos en América Latina han caído en el desprestigio, perdieron glamur, han pasado de moda. Ahora se aferran a los golpes blandos.
El golpe blando consiste en travestir a una minoría en mayoría, amplificar sus reclamos, crispar las controversias y enfrentamientos y desgastar a la verdadera mayoría que gobierna hasta hacerla caer por medio de alguna farsa judicial, como en Honduras; o parlamentarista, como en Brasil; o electoral, como en Bolivia; o forzando una intervención extranjera, como se pretende en Venezuela y algunos sueñan para Cuba.
Notas sobre un diálogo… ¿fallido por quién? Por Yunier Javier Sifonte Díaz
Apenas el Ministerio de Cultura anunció que no estaba dispuesto a dialogar bajo presiones o chantajes de un pequeño grupo y toda la maquinaria mediática de la “prensa independiente” comenzó un ejercicio que conocen hasta el cansancio. Pero en esto, como en tantas cosas por estos días, hay que pasar de los titulares de show para ir a las esencias.
- El correo recibido por el MINCULT con las «condiciones» para realizar el encuentro pactado, y la posterior declaración de ese grupo, son insolentes porque hablan desde una posición de superioridad dañina para todos, fundamentalmente para quienes sí tienen reclamos justos y quieren dialogar. También lo es porque desconocen la historia de un país que no cede ante condicionamientos de cualquier clase.
Trump y el terrorismo contra Cuba. Por Ángel Guerra Cabrera
Una escalada de sabotajes a la economía, dirigidas desde Estados Unidos, se ha producido en Cuba entre 2017 y 2020, continuada durante la pandemia de Covid-19. El llamado Movimiento San Isidro (MSI), al que tanto espacio han dedicado los medios canallas en las últimas semanas, no puede desligarse de esas acciones, que junto a otras, como la supuesta acción artística desplegada por este grupo de cuatro personas sin prestigio alguno en la isla, forman parte del plan de golpe blando para derrocar al gobierno cubano (véase amplia información y videos en www.cubadebate.cu/etiqueta/movimiento-sanisidro/). Vuelta al terrorismo que Washington, salvo por breves periodos, como durante el gobierno de Obama, ha practicado sistemáticamente contra la revolución cubana desde 1960. Lo que explica este repunte es la influencia sin precedente concedida por el presidente Donald Trump a la extrema derecha contrarrevolucionaria de Miami, a la que entregó virtualmente la dirección de la política de asfixia económica máxima y estimuló, con las brutales acciones y retórica contra Cuba de él mismo y de su gobierno, el surgimiento de una nueva generación de mercenarios del terror en Florida totalmente tolerados por las autoridades yanquis y aceitados con un río de dinero, que también les permitió crear un nuevo sistema de medios de difusión contrarrevolucionarios new age. Esto significó también un incremento del uso de las redes digitales para crear fake news y posverdades, que venía desde la época de Obama, con formas más pragmáticas y moderadas.
Sobre los usos de la oposición democrático-liberal. Por José Ernesto Nováez Guerrero
En medio de narrativas que intentan presentar el país como un país sin diálogo, debemos defender el diálogo como patrimonio de la Revolución. Sin diálogo no hubiéramos resistido más de sesenta años en medio de los más complejos escenarios y las más hostiles presiones.
Todo lo que ha ocurrido demuestra con fuerza algo que ya se había apuntado: la necesidad de reformar nuestra institucionalidad, no solo la cultural. Muchas de estas instituciones se han fosilizado y ya no es solo que no tengan voluntad de diálogo, es que no tienen capacidad. Es preciso reformarlas totalmente, adaptar sus funciones y cometidos a los tiempos y necesidades del país.
La respuesta ante todos los retos debe ser, siempre, más socialismo. Y más socialismo en la hora actual significa mejorar la Revolución y sus conquistas, producir para que crezca la economía y haya más riqueza que redistribuir, perfeccionar la institucionalidad y su reactividad, combatir intransigentemente el burocratismo, la corrupción y el oportunismo, no renunciar a nadie solo porque piense diferente y defender a cualquier precio la libertad, soberanía y autodeterminación de este pueblo, que tanta sangre ha costado.
En Cuba: Revolución de colores o calentarle la pista a Biden. Por Randy Alonso Falcón
Donald Trump se va de la Casa Blanca doblemente derrotado: no pudo ganar la reelección presidencial, ni tampoco pudo derrocar los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua; contra los que empleó todos los métodos de castigo y agresión a su alcance.
Pero las fuerzas trumpistas no están acabadas, ni mucho menos. Están intentando dejar una profunda huella en la sociedad estadounidense y más allá. A estas alturas, todavía Trump no reconoce su amplia derrota en las elecciones; y tampoco deja de sembrarle problemas a la administración que vendrá: hace unos días hasta amenazó con atacar sitios nucleares iraníes para abortar todo propósito de diálogo con ese país.
Me vienen a convidar ¿a…? Por Teresa Melo
Ha sido mi silencio y ahora mi palabra. Ambos exclusivamente míos. Creo en el diálogo y en los puentes. No es la primera vez que lo digo. Pero también sé qué tipo de personas sólo buscan imponer un monólogo, y con insultos y bloqueos en redes, hablando de libertad de expresión, la sabotean. Y sé quiénes colocan materiales contaminados para que los puentes se tambaleen y caigan.
Diferencio los hechos de estos días. NO me representa quien insulta la bandera, y tiene como aliados la vulgaridad, el desprecio, la conducta antisocial y exhibicionista, aunque aparezca bajo el maquillaje de artista. En el artista es la obra quien habla, y para que hable tiene que ser creada. A lo dicho por ellos de que son los deseos de «11 millones de cubanos» réstenle mi número. Yo no soy San Isidro. No me representa.
De Duchamp a esta parte. Por Jorge Ángel Hernández
De Duchamp a esta parte, cualquier objeto puede convertirse en arte y, cualquier gesto intencional que asuma ese ropaje, sale a conquistar la aceptación. De este fenómeno, la Historia conserva ejemplos a tener en cuenta, que parecen muchos en la lista pero que son pocos, estadísticamente, si sumamos las toneladas de superchería que se hacen pólipos de las nuevas esencias de la conceptualización. Y son supercherías porque los modos del juicio de valor no se han marchado, sino que han transformado sus normas de relatividad y, sobre todo, su relevancia en la aprehensión. Al renovarse, los cánones estéticos reviven, pues forman parte del análisis subjetivo de la comprensión humana.