El documento presentado hoy por Luis Almagro no alcanzó los votos necesarios para convertirse en resolución oficial de la organización. Uruguay se desmarcó del grupo pro-intervencionista.
Fuente: Red58
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) volvió a fracasar en su intento de imponer un documento de consenso condenatorio contra el gobierno de Venezuela.
La propuesta, impulsada por el Secretario General de la organización, Luis Almagro, fue presentada por la delegación de Panamá, que leyó un comunicado suscrito por varias naciones en el que solicitan al Presidente Nicolás Maduro detener la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
De tono injerencista como los dos anteriores que ha presentado Almagro en la OEA, empeñado en una especie de guerra santa contra Venezuela, el documento contó con el apoyo de Estados Unidos y una docena de naciones de la región. El apoyo de estos 13 países está lejos de los 23 votos que se requieren para una resolución definitiva de la organización.
Ecuador criticó la introducción del tema de Venezuela en la agenda del día, mientras no se discutan otros temas como la cantidad de asesinatos en otros países. Uruguay, que en marzo había apoyado el documento de Almagro en otra votación infructuosa, declinó apoyarla esta vez.
Su embajador alterno Alvaro Gallardo explicó a reporteros que Uruguay prefirió no suscribir el texto porque la Asamblea Nacional Constituyente “es un mecanismo previsto en la Constitución venezolana”.
Esta es la tercera vez que se somete a discusión este documento, presentado originalmente en marzo pasado. Tuvo una primera ronda negociadora el 31 de mayo y luego, otra el 19 de junio, cuando oficialmente Venezuela plantó su retiro definitivo de la organización. En ambos momentos fue rechazado, a pesar de las presiones del Secretario General y la Cancillería de México.
Sin embargo, como han recordado medios venezolanos, la OEA se ha reunido en seis ocasiones, en los últimos tres meses, para intentar cercar diplomáticamente a Venezuela, lo que no ha ocurrido ante flagrantes violaciones de los derechos humanos y la legalidad en el continente, como el asesinato de 43 jóvenes en Ayotzinapa (México), la destitución de la presidenta Dilma Rousseff (Brasil) o la matanza de periodistas en México, Honduras y otros países latinoamericanos.
Así vio Twitter lo acontecido: