El 3 de octubre de 2018 se cumplen cincuenta años del comienzo del proceso revolucionario que las Fuerzas Armadas peruanas, bajo el liderazgo del general Juan Velasco Alvarado, desarrollaron entre 1968 y 1975.
Durante este proceso de profundas reformas estructurales fueron nacionalizados el petróleo, las minas, las aguas y los recursos naturales. Se expropió seis millones de hectáreas que fueron entregadas a los campesinos organizados en cooperativas y empresas asociativas, se realizó una profunda reforma educativa con participación popular, una campaña de alfabetización y se estableció un régimen de cogestión, copropiedad de las empresas industriales entre los empresarios privados y los trabajadores. El quechua fue convertido en idioma oficial, se desarrolló una intensa política cultural en cine, artes gráficas, música y danzas populares. Fueron amnistiados los guerrilleros y dirigentes campesinos que fueron incorporados en su mayoría a cargos ejecutivos en el gobierno revolucionario. La radio, la televisión y los diarios de circulación nacional fueron nacionalizados y socializados. Y se inició un proceso de transferencia del poder económico y político a las organizaciones populares. El gobierno revolucionario se incorporó al movimiento de los países no alineados y abrió relaciones diplomáticas con la Unión Soviética, la República Popular China, Cuba y los países socialistas.
La crisis petrolera de 1973, los golpes reaccionarios de Pinochet, Bánzer y Videla, aislaron al gobierno. Un sorpresivo aneurisma disminuyó la capacidad directiva del general Velasco. El 29 de agosto de 1975 un golpe de estado reaccionario dio fin al proceso y se inició una prolongada etapa de desmantelamiento de las reformas que ha terminado en el hundimiento del país, en la explotación, la miseria de las masas y la corrupción generalizada.
Sin embargo, Velasco y sus compañeros militares y civiles lograron acabar con la vieja oligarquía, los latifundios feudales y la servidumbre medieval. Cambiaron el país para siempre. El recuerdo del general Velasco suscita el odio de las clases corruptas que gobiernan actualmente el Perú, pero está vigente en la imaginación popular y despierta interés creciente en la juventud.
si tan solo estuviera vigente la ley de EMPRESAS DE PROPIEDAD SOCIAL en el Peru NO habría desocupados, se habrían organizado empresas de trabajadores con la tutela del estado y seriamos un estado autogestionario, con mayor justicia social, pero la lacra de la burguesia, el felón Morales Bermudez y fujimori anularon la ley , y también la ultra izquierda se alegro por que fue una competencia de trabajadores dueños de su propio destino a su proyecto de trabajadores de un estado totalitario
¿y por que no promulgan otra vez esta ley? solo porque los que gobiernan son lacayos de la burguesia criolla y inversionistas que compraron al Perú.