Estados Unidos y las derechas locales están acentuando su feroz ofensiva para derrocar a los gobiernos revolucionarios y progresistas y aplastar a las fuerzas populares de nuestra región que no cejan en el combate a las políticas neoliberales. Lo hacen mediante el uso de los monopolios mediáticos, del terrorismo de Estado crudo y duro y la transgresión descarada de los principios del derecho internacional. El neoliberalismo se caracteriza por el ejercicio generalizado de la inhumana acumulación por desposesión, enunciada en Breve historia del neoliberalismo por David Harvey.
La cruenta represión en Ecuador contra indígenas y sectores populares que resistían bravamente en las calles al paquetazo del FMI y la intensificación de la persecución inconstitucional contra los líderes del movimiento Revolución Ciudadana del ex presidente Rafael Correa demuestran lo que afirmo. La resistencia logró una victoria importante al forzar al gobierno a derogar el decreto 883, sólo una parte del paquetazo, pero al costo de más de 800 heridos, más de mil detenidos y ocho muertos. La protesta fue respondida con una violencia sin precedente cercano en la nación sudamericana. Washington y las derechas no cuidan siquiera conservar la apariencia de ciertas formas de democracia representativa si se trata de castigar a rebeldes.
En Haití, tras meses de grandes batallas populares contra la corrupción gubernamental, el hambre y la pobreza generalizadas, se endurece la represión que ya cobra decenas de muertos, heridos y detenidos. Crece la indignación popular y la demanda de que renuncie el presidente Juvenal Moïse, con quien ya las organizaciones sociales dieron por terminada toda posibilidad de diálogo. De esto apenas se habla en los medios hegemónicos, que no se dan abasto para mentir sobre Venezuela. Sin embargo, la patria de Bolívar está en calma, el gobierno trabaja sin descanso para proteger al pueblo de los efectos del bloqueo genocida como los que se aplican contra Cuba, Irán y Corea del Norte, y revitaliza gradualmente las actividades.
Caracas continúa el diálogo con los sectores de la oposición que adversan el bloqueo de Estados Unidos, se pronuncian por una salida política al conflicto y coinciden con la postura oficial en cuanto a la disputa por el Esequibo. Las pláticas avanzan y el vicepresidente Jorge Rodríguez anunció el 16 de octubre que ambas partes instalaron ya la Mesa Complementaria Electoral, en la que el primer paso es la conformación del nuevo Consejo Nacional Electoral. Han instalado también la mesa sobre el daño económico del bloqueo, que dará pie a una gestión ante la ONU para plantear el cambio de petróleo por alimentos y medicinas. Han confirmado acuerdos aceptados en República Dominicana por los representantes opositores cuando recibieron orden en contra del entonces secretario de estado estadunidense Rex Tillerson. En cuanto a la puesta en libertad de opositores, están por darse a conocer este jueves por el fiscal general Tarek William Saab las medidas y nombre de las personas beneficiadas. A esto se une el disgusto con Guaidó de la oposición de extrema derecha por haberla marginado en el reparto del gran paquete de apoyo financiero de la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID, por sus siglas en inglés) dedicado al gobierno
del presidente
Guaidó. Washington le ha entregado fondos multimillonarios a esta banda conocida por gastarse en parrandas en Cúcuta y Bogotá los fondos de otros países para ayuda
humanitaria. La Argentina de Macri y la Colombia de Duque los apapachan. El Brasil de Bolsonaro reconoce como embajadora de Venezuela a María Teresa Belandria, quien con todo el apoyo del canciller Ernesto Araújo y del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, presume de haber influido en decisiones como incluirla en la lista de embajadores en el sitio de Internet de la cancillería, a la vez que se retiraba toda la información de contacto de la legitima embajada de Venezuela. La señora tiene tal intimidad con Araujo que, contrariamente a la costumbre, son usuales sus visitas al ministro en Itamaraty los fines de semana. Desde que apareciera el 23 de febrero en la zona fronteriza de Pacaraima para empujar el cruce de la llamada ayuda humanitaria, Belandria se ha convertido en la portavoz en Brasil de la campaña mediática contra el gobierno de Maduro, siempre bajo la supervisión de la embajada estadunidense. Últimamente ha estado presionando a Araujo para continuar las medidas contra Venezuela, después de que lograra que la cancillería prohibiera el ingreso al país de una lista de diplomáticos bolivarianos. Es conocido que junto a los Bolsonaro trabaja contra los intentos del vicepresidente Hamilton Mourao por evitar el involucramiento de Brasil en una agresión a Venezuela.
Son honores al presidente
Guaidó. El mismo que en el curso de una reciente visita mía a Caracas convocó a una marcha donde no se presentó nadie, ni él siquiera.