En un reciente tuit escribí que “Soberana 01” es la vacuna cubana contra la Covid-19 y también contra el arreciado bloqueo que le impone Estados Unidos a la mayor de las Antillas desde hace casi 60 años, violando todas las leyes internacionales.

Pero en este texto añado más, ese proyecto de fármaco autóctono para derrotar a la pandemia que azota hoy a la humanidad, el primero en Nuestra América, es otro guantazo a la guerra económica, comercial y financiera que Washington le mantiene a la nación caribeña, desoyendo los llamados del mundo a que ponga fin a esa conducta hostil.

A solo 90 millas de territorio estadounidense, y en medio de la pandemia y el intensificado bloqueo del régimen de Donald Trump, los científicos de la isla antillana avanzan, sin prisa pero sin pausa, en “Soberana 01”.

Las pruebas de la vacuna profiláctica, dada a conocer hace pocas horas en La Habana, cubrirán a partir de este 24 de agosto a casi 700 personas, entre 19 y 80 años de edad, y serán realizadas por el prestigioso Instituto cubano Finlay.

Sus creadores adelantaron que los resultados del fármaco estarán disponibles a principios de 2021, una noticia muy esperanzadora no solo para Cuba, sino para muchos países y pueblos del mundo que consideran al decano archipiélago del Caribe una potencia médica.

La noticia sobre “Soberana 01” ya recorrió todos los continentes, a pesar de que los grandes emporios mediáticos al servicio de Estados Unidos intentan silenciarla.

Incluso YouTube desapareció los canales en esa red social de la televisora Cubavision Internacional y del afamado programa “Mesa Redonda”, cuando se disponían a ofrecer detalles por esa vía de la vacuna.

Por supuesto que Washington no puede disimular su molestia con el fármaco cubano, como igual lo está con la ayuda solidaria en la esfera de la salud que ofrece actualmente la mayor de las Antillas a numerosas naciones en la lucha frente a la pandemia.

El régimen de Trump ha desatado públicamente su furia contra las Brigadas Médicas Cubana (BMC) que combaten la Covid-19 en los rincones más oscuros y claros de este planeta, e incluso ha amenazado a gobiernos que han solicitado la presencia de los profesionales de la salud de la Isla.

Los arrebatos del inquilino de la Casa Blanca y sus secuaces eran de esperar porque una vez más Cuba les demostró que, pese al bloqueo, es y seguirá siendo una potencia médica, científica y solidaria.

Igual les hizo saber a sus vecinos del norte brutal y revuelto que el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, enseñó a sus compatriotas a cómo emboscar al enemigo, y derrotarlo por muy poderoso y patético que sea.

“Soberana 01” es ya una victoria por partida doble frente la Covid-19 y ante el bloqueo de Estados Unidos.

Y si algún ingenuo o mal intencionado dudara de su eficacia, deben saber que fue inscripta oficialmente el pasado 13 de agosto, día del cumpleaños de Fidel, por lo que está bendecida por quien seguirá siendo el invencible Comandante en Jefe y el más temido adversario por Washington.

 

 

 

Por REDH-Cuba

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