Lo que viene ocurriendo en Cuba no es, en absoluto, un hecho casual. Expresa la desesperación del Imperio y de los grupos contra revolucionarios que operan en la isla y fuera de ella; ante las contundentes derrotas sufridas por ellos en las últimas semanas.

La votación de Naciones Unidas de condena al bloqueo que mantiene los Estados Unidos contra Cuba, la decisión de la Organización Mundial de la Salud que coloca a las vacunas cubanas anti COVID en el núcleo de las 5 más eficaces producidas en la lucha contra la pandemia, y los avances logrados por Cuba en cada una de las esferas del progreso no obstante los inmensos daños que ocasiona el bloqueo; configuran golpes que no están dispuestos a aceptar.

No es la primera vez que urden acciones de este tipo. Lo hicieron desde el inicio mismo de la Revolución, cuando hablaron de los llamados “alzados del Escambray”, bandas armadas desde los Estados Unidos que idearon una sucia campaña contra Fidel y sus compañeros. Y siguieron con esa cantaleta reviviendo temas cada vez que les fue posible. Fracasaron siempre.

En 1994, en los más duros años del “periodo especial”, y cuando el bloqueo yanqui se hizo sentir con fuerza por el aislamiento sufrido por Cuba, se vivió una circunstancia parecida, que fue apagada por la participación personal de   Fidel, en las calles de La Habana.

Se valen los enemigos de la Revolución para actuar, de dificultades reales. Pero ellas no son consecuencia de la política de las autoridades cubanas, ni culpa de su pueblo. Constituyen el reflejo del bloqueo ignominioso que mantiene Washington sobre Cuba, un pequeño país que no puede importar productos, ni venderlos; que no puede recibir barcos en sus muelles;  que no tiene flujo turístico;  que en el contexto de la crisis pandémica no puede adquirir medicamentos, ni jeringuillas para colocar a sus habitantes inyecciones que la misma ciencia cubana ha creado. ¿Cuántos países del mundo podrían haber resistido un bloqueo de esa consistencia? ¿Cuántos años, o meses, habría resistido un pueblo como el nuestro, un accionar genocida, como el que aplica la Casa Blanca contra Cuba?

En la historia humana, desde el origen de las especies hasta nuestros días, en todos los extremos del planeta ¿Qué experiencia existe de un país que haya sido bloqueado por otro más grande y poderosos durante más de sesenta años?.  Ni en la mitología, se registra caso alguno. Pero Cuba viene resistiendo y resistirá, porque su pueblo es sacrificado y heroico.

Uno de los cercos más abyectos y repudiables que conoce la humanidad, fue el cerco a Leningrado,  ejecutado por la Alemania Nazi contra la Rusia Soviética en los años de la II Guerra Mundial. Aun ese, duro alrededor de 900 días, pero éste sobre pasa largamente los 20,000

El heroísmo y el sacrificio de Cuba y de su pueblo, no pueden ser motivo de escarnio, como lo pretende la “prensa grande” en el Perú, que ha publicado en la primera página de algunos diarios fotos de los activistas revolucionarios cubanos con su bandera, presentándolos como si fueran los “manifestantes” que actuaron ayer en tan sólo tres puntos del país. O como han hecho en otros países: insertar fotos de disturbios acontecidos  en Egipto hace varios años, pretendiendo que fueran “tomas exclusivas” de los sucesos “ocurridos” en las calles de La Habana.

En nuestra patria hay mucho más de tres conflictos pendientes, pero ellos no ameritan las “primeras planas” de la prensa reaccionaria que hoy se muestra jubilosa por los retos que afronta la Revolución Cubana, y de los que saldrá cohesionada y fortalecida.

No debiera sorprender a nadie en nuestro país, que esa prensa envilecida nos hable ahora de “decenas de muertos” y, de “cruel represión”, para referirse a las vivencias en la Cuba de Hoy. Cuando Playa Girón, los diarios limeños dieron por “derribado” a Fidel e inventaron el mito de Raúl y El Che “suicidados” ante el supuesto  “fracaso” de su experiencia revolucionaria.

La actitud del pueblo de Cuba es clara y definida. Es la hora de luchar por defender las conquistas de un proceso sin igual en nuestro continente. Es la hora de enfrentar la aborrecible política del Imperio. Y es la hora, también, de aplastar la acción sediciosa interna que busca una agresión militar extranjera contra su patria.

Lo de hoy en Cuba no extraño a lo que sucede en nuestro continente.  El anticomunismo, es la carta desesperada de los opresores. Y sirve para asesinar al Presidente de Haiti, mantener en el Poder a Ivan Duque, proteger a Bolsonaro, derribar a Evo Morales, calumniar a la Nicaragua Sandinista, atacar alevosamente a la Venezuela Bolivariana, y denigrar en el Perú a Pedro Castillo, en el siniestro juego de Keiko Fujimori.

Pero es hora que todos sepan que Cuba y su pueblo, no luchan solos En el mundo, millones de personas están listas para actuar en todos los terrenos para defenderla, como la manera más concreta de preservar el sacrificado, pero heroico mensaje de futuro que encarna la victoriosa gesta de El  Moncada.

Por REDH-Cuba

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