Comienza Fase III de ensayo clínico del CIGB-66 ( Abdala), uno de los cinco candidatos vacunales anti SarsCov-2 desarrollados por la industria biofarmacéutica nacional, en Santiago de Cuba, el 22 de marzo de 2021. ACN FOTO/ Miguel RUBIERA JÚSTIZ/ rrcc
Cuba es el país de América con más alto porcentaje de vacunación contra el Covid-19 y con mayor velocidad de inoculación diaria en el mundo. Conviene señalar que, además, las autoridades están valorando la aplicación de una dosis adicional de refuerzo, no obstante la alta efectividad de las vacunas cubanas, pensando en salvaguardar al máximo la salud y la vida una vez se abra la economía.Hoy son vacunados diariamente en la isla entre 200 y 300 mil personas sobre una población de poco más de 11 millones. Hace cuatro días se habían aplicado 22 millones 982 mil 462 dosis, de modo que 86.1 por ciento de la población total ha recibido al menos la primera dosis, equivalente a 98.4 por ciento en la población susceptible de ser vacunada. Ha recibido el esquema completo 67 por ciento de las personas mayores de dos años.

Cuba es el único país que ha incluido en su estrategia de inmunización a los niños de dos años en adelante. Cabe recordar que su esquema de vacunación consta de tres dosis de Abdala o de Soberana –inmunógenos de creación y fabricación nacional– y no de dos, como ocurre hoy en el resto del mundo, salvo en los países que –como Vietnam, Irán, Venezuela o Nicaragua– aplican los biológicos cubanos. En el esquema de Soberana las dos primeras dosis que recibe la persona inmunizada son de Soberana 02 y luego es pinchada con Soberana Plus, diseñada desde un principio como refuerzo, la cual se aplica también de forma masiva, como dosis única, a quienes se contagiaron, experiencia singular en el planeta, con positivos resultados. Cuba es el único país latinoamericano y de lo que se conocía como tercer mundo, que ha creado y aplica vacunas propias.

Ese hecho constituye una poderosa herramienta de soberanía, pero, además, era el único camino que tenía para poder inmunizar a su población. Asfixiada por medidas sin precedente de Estados Unidos contra su economía, paralizado por la pandemia el turismo –su principal fuente de divisas– y gran parte de la actividad económica, Cuba –que no tiene acceso al crédito internacional– apenas ha contado con recursos desde el año pasado para adquirir un mínimo vital de combustible, alimentos y materia prima para su industria farmacéutica. Existe un considerable desabasto de alimentos y medicinas y hubo que hacer pininos para importar reactivos y otros elementos necesarios para poder producir las vacunas. En esas paupérrimas condiciones financieras, ¿de dónde habría sacado los más de 300 millones de dólares que habría costado importar de otros países la cantidad de vacunas necesarias para inmunizar a su población?

Cuba tiene gran experiencia en la invención y producción de vacunas y otros fármacos y está a la cabeza del mundo en campañas de inoculación masiva. De modo que no sorprende que resultaran tan seguros y efectivos sus inmunógenos anti-Covid y que ya se esté experimentando una considerable disminución en el número de casos y fallecimientos. Por eso, en la isla ya se habla de abrir el turismo y la economía a partir del 15 de noviembre, después de 18 meses de casi total encierro preventivo. En ese momento ya estará vacunada con esquema completo casi la totalidad de la población mayor de dos años y, claro, continuarán existiendo protocolos de seguridad biológica ajustados a la nueva situación.

En Cuba, cabe subrayar, se han recuperado 97.5 por ciento de quienes han enfermado en comparación con 90.4 a escala mundial y 85.3 en América. A propósito, tras este importante avance, además de la proeza de crear las vacunas en muy pocos meses, la ciencia y la medicina cubanas han brillado también por su labor de combate al Covid, desde la realización a fondo de la detección y aislamiento de pacientes en las comunidades hasta los innovadores protocolos de tratamiento, con frecuencia mediante la utilización de eficaces fármacos biotecnológicos y homeopáticos creados en Cuba. Ello explica que la isla exhiba 0.85 por ciento de letalidad ante este mal frente a más de 2 por ciento en América y el resto del mundo.

Ninguna medida importante en el combate al Covid-19 en Cuba ha obedecido a la improvisación. Desde que el virus apareció en Wujan comenzó a elaborarse una estrategia de enfrentamiento y a principios de 2020 se creó el Grupo de Trabajo Temporal del Gobierno para enfrentar al Covid-19, que ha sesionado casi a diario desde entonces encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel. Luego se creó el grupo de científicos y expertos para combatir al coronavirus, que también encabeza el presidente, se reúne periódicamente y toma decisiones importantes. Todos los pasos dados en materia de vacunas han sido sometidos a la aprobación de la prestigiosa agencia reguladora nacional. Hay gentuza que, sometida a sus amos del norte, pretende destruir esta voluntad de lucha por la vida y la dignidad humanas. No podrán, la revolución tiene el firme apoyo del pueblo.

Por REDH-Cuba

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